La ciudad precisa 620 plazas geriátricas más para cumplir la media ideal de 50 por cada mil mayores

Esa ratio es la recomendada por la Organización Mundial de la Salud | Pontevedra cuenta ahora con cuatro residencias para 344 usuarios y están en marcha tres más con 468 espacios | Aún harían falta otros 150

Estado de la futura residencia que ejecuta la Fundación Amancio Ortega.

Estado de la futura residencia que ejecuta la Fundación Amancio Ortega. / Gustavo Santos

En cuestión de meses, la ciudad añadirá tres nuevas residencias geriátricas más a su censo de servicios destinados a la tercera edad. Son dos privadas y una pública que ofrecerán, en conjunto 468 plazas más, que se suman a las 344 disponibles en los tres complejos actuales, todos privados salvo el de Campolongo. La puesta en servicio de estas tres nuevas residencias aliviará de forma notable el déficit que arrastra Pontevedra en esta materia. La Organización Mundial de la Salud recomienza que existan cincuenta plazas de este tipo por cada mil habitantes de mas de 65 años del municipio y en Pontevedra están censados, a día de hoy, 19.234 personas mayores de esa edad, potenciales usuarios (aunque no los únicos), lo que deriva en una oferta ideal de 962 plazas. Por tanto, se necesitan actualmente 620 espacios más. Con la llegada de las tres futuras residencias, el déficit quedará muy menguado, pero no desaparecerá por completo. Aún faltarían 150, si bien en el entorno más inmediato de la ciudad hay otras dos residencias privadas más, en Vilaboa y en Poio, que suman 328 plazas y muchos de sus usuarios proceden de la ciudad.

Solo en Pontevedra en las dos últimas décadas el número de vecinos mayores de 100 años se ha incrementado un 223%, al pasar de 13 a los más de 40 actuales, por lo que las residencias de mayores se hacen más necesarias que nunca en un modelo social que no siempre puede o quiere cuidarlos en el hogar.

Los tres nuevos proyectos en la ciudad capitalina, alguno ya a punto de abrir, elevarán la oferta total en la ciudad a 902, que serían 1.230 con los servicios de Poio y Vilaboa. Las plazas actuales se reparten de la siguiente forma: 100 en la única residencia pública de Pontevedra, la de Campolongo, dependiente de la Consellería de Política Social; 120 en la privada de Domusvi en la calle Loureiro Crespo, en el antiguo emplazamiento de la Guardia Civil; 84 en la privada de Soremay, en la zona del Gorgullón; 40 en la de Saraiva en el casco histórico; 193 en el Centro Residencial Pontevedra de Vilaboa, con un número de plazas reservadas para el concierto autonómico, y 135 en la también privada de Ballesol en San Salvador de Poio.

La futura residencia de mayores de la Xunta financiada por la Fundación Amancio Ortega, y la segunda pública de Pontevedra, estará finalizada, si todo transcurre sobre lo previsto, en cuestión de pocos meses. Las obras avanzan en los terrenos de A Eiriña cedidos por el Concello de Pontevedra entre las calles Doce de Novembro, Lavandeiras y Paxariñal. La parcela tiene más de 5.120 metros cuadrados, en los que se construirá el edificio que albergará 120 plazas distribuidas en 42 cuartos dobles y 36 individuales. En esa superficie también habrá 2.000 metros cuadrados de zonas libres. Según la Fundación Amancio Ortega, la construcción tendrá un presupuesto de 12 millones de euros, que procederán íntegramente de sus fondos.

Aunque se trata de una residencia pública, no se descarta que su gestión sea privatizada, como ya ha decidido la Xunta con otro de los complejos financiados por la misma fundación, el de Santiago.

Por otro lado, en el barrio de A Parda la empresa Atirual Inmobiliaria S.L. está a punto de abrir una residencia privada en la calle Maruxa Mallo que ofrecerá 150 plazas en 132 habitaciones, 114 individuales y 18 dobles.

El último proyecto privado anunciado es el de la empresa Thor Spain Private Equities, que construye ya en el solar de la antigua Tafisa, al lado del parking de caravanas, una nueva residencia: un edificio de 10.031 metros cuadrados útiles, del que resultará una superficie construida de 12.290 metros, con un presupuesto de 7,3 millones de euros. Se crearán 198 plazas, que se dividen en 150 residenciales en habitaciones individuales o dobles, además de 24 apartamentos tutelados, con capacidad para dos personas cada uno.

Hace unos meses, el director de la residencia de mayores de la Xunta en Campolongo, Juan José López Peña, ya explica que muchos de estos geriátricos cuentan con listas de espera. En el caso de los centros públicos las solicitudes se tienen que realizar a través de las concellerías de Benestar Social o Servizos Sociais de los concellos, con quienes se solicita la dependencia del usuario.

“Nosotros no hacemos la gestión y, por tanto, no sabemos la lista de espera que puede haber, que la hay”, añade. “Lo que sí sabemos es que para personas dependientes hay mucha demanda, pero no para lo que se denomina personas válidas, porque estas prefieren quedarse en su casa, con ayuda a domicilio o pagan entre varios hijos para que les vayan a cuidar”, aclara.

“De las 100 plazas que tenemos la mitad son para personas dependientes. Antes del COVID teníamos 130, pero ahora contamos con una zona de aislamiento y enfermería que se sigue manteniendo y se necesita porque todas las habitaciones son dobles”, matiza. Este centro, dependiente de la Consellería de Política Social, es el único hoy por hoy 100% público en la comarca de Pontevedra.

Suscríbete para seguir leyendo