Las pontevedresas aplazan la maternidad: apenas el 20% son madres antes de la treintena

En los últimos tres años se registraron un total de 1.490 partos en la ciudad y casi 700 correspondieron a mujeres de 35 años o más

Madres con sus hijos en un parque de la ciudad. |   // G. SANTOS

Madres con sus hijos en un parque de la ciudad. | // G. SANTOS / N. Davila

La ciudad de Pontevedra volverá a cerrar el año con un crecimiento vegetativo negativo. Las defunciones superan con creces a los nacimientos. Pontevedra registró en 2022 su peor dato histórico, al nacer en la ciudad 473 personas y fallecer 855, es decir diferencia negativa de 382, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

Pero no solo se reducen de forma dramática los partos, sino que las pontevedresa cada vez retrasan más maternidad. El mismo estudio del INE que analiza el crecimiento vegetativo de la ciudad también ofrece reveladores datos sobre la edad en la que deciden ser madres. Y cada vez lo hacen más tarde. De los 1490 partos registrados en la ciudad en los tres últimos años (2020. 2021 y 2022) apenas el 20% correspondió a mujeres de menos de 30 años (apenas 307) mientras que otros 684 alumbramientos (más del 45% fueron protagonizados por mujeres de más de 35 años.

Entre las menores de 20 años, ya apenas se registraron partos el pasado año. Solo hubo dos frente a los 15 de hace diez años o los 22 de 2009. Hace dos décadas la mayoría de las mujeres de Pontevedra daban a luz a sus hijos, ya fuesen primerizas o no, antes de los 35 años (más del 78%), pero ahora la situación es totalmente distinta.

Los últimos datos oficiales, correspondientes a 2022, detallan que entre las mujeres menores de 26 años solo se contabilizaron 23 nacimientos en todo el ejercicio, a los que se suman 67 más entre las pontevedresas de 26 a 30 años. La franja de edad más destacada es la situada entre los 31 y los 35 años (185 partos) pero cada vez aumenta más entre las mayores de esa edad. Entre 36 y 40 años hubo 154 alumbramientos y a partir de ahí se suman 44 más.

A nivel ginecológico a las mujeres de 35 o más años se las considera madres mayores y, a las que pasan de los 40, de hecho, se les advierte de que se enfrentan a un embarazo de alto riesgo. Pero el panorama laboral no da tregua y ante el temor de perder buenas oportunidades de trabajo, o incluso sus actuales empleos, prefieren aplazar la maternidad. Las cifras hablan por sí solas: el sistema no está preparado ni respalda a las mujeres en este sentido ni, por lo tanto, a las familias en general.

Esta maternidad tardía ha cambiado significativamente las cifras si se comparan con las registradas en la ciudad hace dos décadas, por ejemplo. En el año 200 los nacimientos de niños de madres de 30 a 34 años eran los más numerosos, representando más de un 37%. Ahora ese porcentaje corresponde a las de 35 a 39.

En cualquier caso, no solo ha pasado ha ser clave la edad de las madres pontevedresas para hacer una radiografía demográfica de la ciudad, también lo es el número de nacimientos en sí, que se ha ido reduciendo con los años. Lejos quedan ya aquellos 907 que se registraban en el municipio de Pontevedra en 2008. Las últimas cifras hablan de 473 niños, es decir, un 48% menos.

Si, por el contrario, la referencia es la de hace dos décadas, la caída es algo menor, ya que todavía no se había producido ese “boom” de natalidad. En el año 2000 nacían 685 pequeños en Pontevedra, un 23% que ahora.

Otra de las cuestiones relevantes en esta materia es el estado civil de las madres. Según el IGE, el 53% de las que dieron a luz en 2020 en Pontevedra no estaban casadas, frente al 47% que sí. Supone un enorme cambio de tendencia, ya que hace veinte años las casadas representaban más del 84%.