Música para recordar y curar cuerpo y alma

Nelson Quinteiro ofrece musicoterapia en la residencia de mayores de Campolongo

Nelson Quinteiro durante una sesión de musicoterapia en la residencia de Campolongo.

Nelson Quinteiro durante una sesión de musicoterapia en la residencia de Campolongo. / GUSTAVO SANTOS

Es miércoles por la mañana y desde el exterior de la residencia de mayores de Campolongo de Pontevedra se escucha música. El ambiente no puede ser más alegre entre los residentes, que en una de las salas disfrutan de una sesión de musicoterapia con Nelson Quinteiro, todo un experto en esta materia.

“Fue toda una casualidad que yo esté hoy aquí. En las jornadas de personas mayores del año pasado, del 1 de octubre, conocí a Juan José López, el director de la residencia, y la conexión fue instantánea”, explica el músico a FARO. Al mes ya estaba en la residencia pública de la Xunta dando sus sesiones de musicoterapia una vez por semana, de carácter grupal y de humanización con las personas más dependientes.

Cada sesión es un auténtico espectáculo de música y baile, pero también un intercambio de sabiduría que Quinteiro aprecia enormemente: “Hoy mismo me acaban de recitar dos poesías tradicionales que no conocía y que he apuntado corriendo, porque esto tiene una parte importante de recogida antropológica”. “Mi amigo Luis dice que aquí, en este edificio, hay un banco de memoria, de USB que tenemos que aprovechar porque poco a poco se va perdiendo. Es una fuente de sabiduría a todos los niveles: historias de trabajo, de vida, de artes, de oficios, de poesía, de música...”, celebra.

“Se extraen recuerdos bonitos de cosas que ellos han vivido y gracias a eso mejoran la conciencia de su propia vida"

Nelson Quinteiro

— Músico

Grupales y de humanización

Las intervenciones duran una hora y son grupales, con unos objetivos terapéuticos que incluyen, además del bienestar, que es el fin general, activar el movimiento, la memoria, el ritmo, la interacción y participación entre ellos, mejorar el vínculo entre ellos y que mejoren su conciencia autobiográfica. “Se extraen recuerdos bonitos de cosas que ellos han vivido y gracias a eso mejoran la conciencia de su propia vida. Muchas veces hay que sacarles piedras que acumulan”, afirman Nelson Quinteiro.

Como es lógico, el músico lleva su repertorio popular, tradicional, y poco a poco introduce temas que ellos le piden. Los que más éxito tienen son los mexicanos: “Me gustas mucho”, “El rey”...

Hay una parte de participación en la que pueden tocar instrumentos de percusión, que se ha demostrado que tienen muchísimos efectos beneficiosos. “Los estimulo mucho, también con preguntas y respuestas. Se trata de activarlos”, explica.

Por el contrario, la dinámica en las sesiones de humanización con los usuarios más dependientes buscan fines diferentes: de relajación, calmantes del dolor o de la agitación.

“La música es terapéutica a todos los niveles: desde el arrullo de un bebé hasta los cantos de trabajo y la que ponemos para animarnos. La música tiene efectos terapéuticos desde la gestación”, afirma el artista, que tras cada sesión con los mayores regresa a su casa “muy gratificado”.

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