El acusado por el accidente mortal de Salceda: "No recuerdo nada prácticamente"

El hermano de la madre fallecida en el accidente de Salceda asegura que temen "una condena pequeña que aumente nuestra rabia e impotencia"

Alfredo Lemos, el acusado de provocar el accidente de Salceda de Caselas en el que murieron una madre y sus dos hijos

Alfredo Lemos, el acusado de provocar el accidente de Salceda de Caselas en el que murieron una madre y sus dos hijos / Gustavo Santos

R. P. / C.G.

Alfredo L. R. se sentaba esta mañana en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra  acusado tres delitos de homicidio imprudente. Se le juzga como responsable del accidente mortal que en marzo de 2021 se cobraba la vida de tres personas, dos de ellos menores. En la primera sesión del juicio el acusado aceptó responder las preguntas de la Fiscalía asegurando que contestaría aquello que pudiese, ya que "no me acuerdo de nada prácticamente", insistía de manera recurrente durante el interrogatorio lleno de inconcreciones.

De aquella tarde en la que se produjo el accidente, Alfredo asegura que recuerda llegar a un primer bar, "O Charango", y tomar allí únicamente una copa y que salió de allí en buenas condiciones con un conocido con destino hacia otro establecimiento. A partir de ahí "ya no recuerdo nada". "No sabemos qué pudo pasar, si me hizo mal o que..., no le puedo decir que me pasó". En un relato muy difuso dice que tampoco recuerda subirse a su coche. Él insiste en que se "encontraba bien" y que luego, de un momento para otro, no recuerda nada: "No sé que pasó en ese intervalo de tiempo, si me dio un bajón..., no lo sé, me puede seguir preguntando y le voy a decir lo mismo: no lo recuerdo, no sé qué pasó".

"Estaba alcoholizado, balbuceaba y se tambaleaba", dijeron varios de los testigos que vieron al acusado esa misma tarde antes del accidente

El acusado, que se enfrenta a una petición de pena de 5 años por parte de la Fiscalía y 9 de la acusación particular por tres homicidios por imprudencia, aseguró que "no suelo beber" y que si lo hace "nunca coge el coche". Sin embargo, en cuanto al estado de embriaguez que presentaba aquel día hubo varios testigos que arrojaron pocas dudas, además del control efectuado en el hospital Álvaro Cunqueiro en el que dio una tasa positiva de 2,49. Con la excepción de los dueños de los dos primeros bares, otros dos propietarios de locales, una camarera y un testigo aseguraron que el acusado mostraba síntomas evidentes de hallarse bajo los efectos del alcohol: "Estaba alcoholizado", dijo uno de ellos. Fueron varios los que refirieron que nada más entrar en un establecimiento "se cayó de la silla" y que incluso tropezó con un fútbolín de grandes dimensiones y respondió golpeándole con la mano. Otro testigo ratificó que observó como se caía en una rampa en la entrada de un bar y que permaneció un rato en el suelo, con dificultades para levantarse. "Se tambaleaba, caída al suelo", señaló esta misma persona. También en un bar, una camarera aseguró que le comentaron que el acusado estuvo pidiendo que alguien lo llevase en un coche a Salceda.

En cuanto a la reconstrucción del siniestro, todos los agentes de Tráfico que intervinieron en el plenario y que tuvieron que ver en la investigación del accidente fueron claros. Tanto el instructor del atestado como los especialistas del ERAT que reconstruyeron el siniestro: Nada se le pudo reprochar a la conductora del C-4 que conducía por su carril y a una velocidad adecuada con sus dos hijos en el vehículo, todos con el cinturón y con el obligatorio sistema de retención infantil.

No así el Renault Megane que pilotaba el acusado. Venía por el carril contrario, a unos 128 kilómetros por hora llegando a embestir al vehículo en el que viajaban las tres víctimas por la zona delantera derecha. Es por ello que los agentes creen que la conductora incluso intentó en un último momento realizar una maniobra evasiva hacia la izquierda para intentar evitar el impacto que se produjo en el carril en el que circulaba el Citroën de manera "correcta", según los agentes. Esta maniobra para esquivar al Renault no fue posible, creen que apenas tuvo un segundo de capacidad de reacción debido a la velocidad que traía el otro vehículo.

Por último, también declararon los médicos del Cunqueiro que extrajeron la sangre del acusado a petición de la Guardia Civil y que garantizaron la cadena de custodia.

El temor de la familia

Ricardo Gondell es el hermano de la madre de 39 años que falleció junto a sus hijos de 13 y 16 años. En declaraciones a Europa Press Televisión al inicio del juicio contra el conductor acusado del trágico siniestro, Gondell expresó su temor a "una condena pequeña que no nos ayude a pasar página".

"Llevamos un año temiendo una condena pequeña que aún encima aumente nuestra situación de rabia e impotencia", expresó a las puertas de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra donde se celebra la vista. "Sabíamos que la Fiscalía pedía cinco años de prisión, lo que nos parece de risa con tres fallecidos. Tres fallecidos son muchos en una causa por alcohol, con 2, 49 en sangre", reprochó.

"Nadie te prepara para ver tres cajas con los cuerpos de tu hermana y tus sobrinos"

Ricardo Gondell aseguró que en casos similares juzgados en España las peticiones de cárcel se elevaron a 10 años o más incluso. "Y nosotros estamos en esas". De lo contrario, apuntó, "no podremos pasar página pensando que esto salió, no gratis, sino por poco". El hermano y tío de los fallecidos recordó el peso de la tragedia familiar que vive desde aquel fatídico día. "Llevamos unos años sin ser la familia que éramos. De quedar todos los fines de semana, porque éramos así", incidió.

Recuerdos en los que apenas pudo aguantar la emoción: "Mi hermana se fue después de salir de mi casa, después de celebrar el día del padre, y se encontró con un torpedo en la carretera, en su carril, con exceso de velocidad y 2,49 de alcohol en la sangre. Mató a mis sobrinos. La gente tiene que entender que nada en la vida te prepara para ver tres cajas. De mayor a menor: una caja grande, otra pequeña, otra mediana", abundó.

Se lamenta especialmente porque el siniestro mortal era "algo que se podía haber evitado, vivo todos los días pensando que si hubiese salido al portal, me hubiese despedido de mi hermana durante un minuto no se habría encontrado con el en la carretera". Lamenta profundamente que la Fiscalía solicite tan solo 5 años de condena poniendo el ejemplo de otras condenas por similares sucesos con menos víctimas y que se saldaron con penas superiores a los 10 años.