Sanidade ha detectado este verano más de 30 episodios contaminantes en 18 zonas de baño

La playa fluvial del río Lérez es una de las más afectadas, con tres casos en dos meses | Los técnicos analizaron 52 áreas en la comarca con más de 500 análisis de sus aguas

Playa de Xiorto, en Poio.

Playa de Xiorto, en Poio. / Gustavo Santos

La comarca de Pontevedra iniciaba, el pasado 1 de junio, la temporada oficial de baño con todas sus playas (el medio centenar de áreas incluidas en el censo de la Consellería de Sanidade) con una calidad “excelente” de sus aguas. Era el resultado de unos años anteriores con escasos episodios contaminantes y un esfuerzo por sanear las aguas de la ría y de los ríos con espacios de baño.

Pero esa tendencia ha sufrido este verano un llamativo contratiempo, con unos resultados de los análisis de la Dirección Xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade algo peores de lo esperado en algunos arenales. Desde el 22 de mayo y hasta el pasado 13 de septiembre, los técnicos de este departamento han realizado más de 500 muestreos en 43 playas marítimas y 9 continentales de la comarca, a una media de diez en cada una. Aunque todavía restan algunos controles más hasta el final del mes, el balance actual ya ha detectado un total de 32 episodios contaminantes y “parámetros alterados” (más del 6% del total de análisis), pero es más preocupante el hecho de que estos casos se han extendido por 18 zonas de baño, es decir, más de un tercio de todas las áreas analizadas.

Puntuales o repetidos

En la mayor parte de los casos se trataba de problemas puntuales que se resolvieron en cuestión de días, tras localizar y corregir las causas. Sin embargo, hay alguna zona de baño donde se registran casos de forma periódica, como ocurre en la playa fluvial del Lérez, con tres controles con “parámetros alterados” en apenas dos meses.

Sanxenxo, con el censo más elevado de playas, un total de 21, ha sido objeto de unos 200 análisis desde poco antes del inicio de temporada oficial de baño y se detectaron siete episodios contaminantes, aunque solo en cuatro playas. Uno de ellos ocurrió en julio en la de Areas y otro en agosto en la de Paxariñas. En ambos casos hubo que arriar la bandera azul, pero se izó de nuevo en pocos días al corregirse el problema. En el arenal de A Carabuxeira hubo dos episodios, pero desde julio no se repitieron y el Concello aspira a lograr la bandera azul en el futuro. Más preocupante es el caso de Nanín, con tres casos durante el verano. De hecho, las aguas de esta playa no logra el aprobado desde hace tiempo y los controles de ese año vaticinan que así seguirá.

Poio cuenta con 14 zonas de baño en el censo de Sanidade, que se analizaron unas 140 veces entre mayo y septiembre. Seis de estas playas han colgado el cartel de “no recomendación del baño” en alguna ocasión este verano: Fontemaior, Lourido y Padrón una vez en cada caso en junio y julio, mientras que O Laño y Xiorto tuvieron dos episodios contaminantes, los últimos en agosto. En Raxó se registraron tres, pero no se repitieron desde el 19 de julio.

Marín figura con cinco arenales, todos con bandera azul y se produjeron hasta ahora, tras casi cincuenta muestreos, tres casos de “resultados anómalos”, todos ellos en Loira y siempre en el mes de agosto. Por su parte, en Vilaboa, con tres playas y una treintena de análisis, Sanidade detectó un único episodio contaminante, en la de Areeiro. Además se ha producido en el último control realizado, el pasado día 13 de septiembre, por lo que a día de hoy y a falta de nuevos controles, estaría vigente la recomendación de no bañarse.

En el caso de las playas fluviales, la situación más preocupante se registra en la del río Lérez, en Pontevedra. Mientras la de Ponte Sampaio, en la desembocadura del Verdugo, ha sido objeto de nueve análisis sin ningún problema, la playa fluvial de la ciudad sí ha tenido resultados negativos en tres de las doce veces en las que se revisó la calidad de sus aguas. Ocurrieron además en apenas dos meses, entre el 19 de julio y el 13 de septiembre. En este último caso, los dos parámetros analizados, estreptococos y Ecoli, ofrecen datos muy elevados, por lo que a día de hoy Sanidade aconseja no bañarse en sus aguas.

A Lama y Ponte Caldelas, con una zona de baño fluviales en cada caso, han sido objeto de una veintena de análisis hasta ahora y pueden presumir de ser los únicos municipios en los que no se han producido episodios contaminantes. En cambio, en Cerdedo-Cotobade, los problemas se han producido en sus cinco áreas en algún momento del verano, en especial en la de Pozo Negro, con resultados anómalos en junio, agosto y septiembre. De hecho, el último resultado, del pasado día 13, también ha detectado anomalías. En Carballedo hubo dos casos, mientras que Xesteiras, Viascón y Calvelo tuvieron uno respectivamente, pero el último de ellos fue hace más de un mes.

Los resultados recogidos por Dirección Xeral de Saúde Pública a lo largo de este verano son clave para establecer el catálogo de calidad de las aguas de baño para la próxima temporada, en 2023. La playa fluvial del Lérez, en Pontevedra, con tres casos anómalos, podría registrar algún descenso de categoría, tras apurarse este año al máximo nivel. En situación parecida estarían Pozo Negro (Cerdedo-Cotobade), Loira (Marín) o Raxó (Poio). Nanín (Sanxenxo) ya no figuraba en el censo oficial por la baja calidad de sus aguas.

Un catálogo de calidad basado en los resultados del pasado año

La información sanitaria sobre las aguas de baño elaborada por la Xunta se refiere a los controles realizados en 2021, que son los vigentes para el año actual. Por vez primera, la totalidad de zonas de baño, tanto fluviales como marítimas, de la comarca incluidas en el censo oficial lograron el “pleno” en la nota máxima. La incorporación más significativa en este nivel de “excelencia” fue la de la playa fluvial del Lérez, en Pontevedra, que no solo logró esa nota sino que entraba de forma definitiva en el censo oficial.

También subía de nivel la playa de O Laño, en Poio, al pasar de “buena” a “excelente”. Sanxenxo es, por excelencia, el referente en esta cuestión en la comarca, tanto en número de playas como en su clasificación. Se contabilizan 19 y todas gozan de la máxima categoría: Baltar, A Lanzada, A Lapa, Areas Gordas, Foxos, Major, Bascuas, Montalvo, Paxariñas, Canelas, Caneliñas, Silgar, Panadeira Areas Izquierda, Areas Derecha, Agra, Espiñeiro, Pragueira y Nosa Señora da Lanzada Después aparece Poio, con 14 arenales que pueden presumir de aguas “excelentes”. Son O Laño, Raxó, Campelo, Cabeceira, Lourido, Chancelas, Chancelas Pequena, Xiorto, Sinás, Fontemaior, Area da Barca-Covelo, Ouriceira, A Canteira y Padrón. De las cinco playas de Marín analizadas, todas logran el “excelente”: Portocelo, Mogor, Aguete Loira y Santo do Mar-A Coviña.

Las playas continentales de Cerdedo-Cotobade se incluyen en la máxima categoría. Son las del río Almofrei a su paso por Carballedo, Xesteira y Pozo Negro-Rebordelo, así como la del río Cabanelas en Viascón. En este caso, el censo de Dirección Xeral de Saúde Pública de la Consellería de Sanidade incorpora un nuevo lugar: Calvelo, en el río Lérez, en la parroquia de Tenorio, también con agua “excelente”. Ponte Caldelas mantiene ese rango en A Calzada, al igual que A Lama, ambas en el río Verdugo, el mismo del arenal de Ponte Sampaio, en Pontevedra. En Vilaboa hay tres playas con la máxima catalogación: Areeiro, Deilán, y Forno do Cal.

El saneamiento de la orilla norte, “en marcha en los próximos meses”

Una vez que el proyecto de la empresa pública estatal Acuaes para sanear la orilla norte de la ría (Poio y Sanxenxo) ya dispone de luz verde ambiental, las obras, presupuestadas en unos 20 millones de euros, podrían “estar en marcha en los próximos meses”, a lo largo de 2023. Esta es, al menos, la previsión del portavoz del PSOE en Poio, Gregorio Agís, que se congratula de que “se desbloquee un proyecto que llevaba paralizado cerca de veinte años debido a la inacción de la Xunta”. El plan de Acuaes apuesta por ampliar la depuradora de Paxariñas (Sanxenxo) y mejorar o crear estaciones de bombeo a lo largo del litoral, desde Samieira y Raxó hasta Portonovo, lo que descarta la instalación de una depuradora en Poio, opción que siempre defendió la Xunta, con el rechazo vecinal. Por ello, Agís “agradece la implicación del Gobierno central para resolver toda la tramitación previa a la licitación” y destaca que “en 2023, si no hay imprevistos estará en marcha una obra histórica en la que han trabajado conjuntamente los concellos de Poio y Sanxenxo”.

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