Distintas unidades de la Policía con criterios opuestos en el caso del agente fallecido: "Solo introducen dudas y confusión"

De una manera insólita, con pocos o con ningún precedente en España, distintas unidades de un mismo cuerpo, la Policía, expresaron pareceres totalmente opuestos en la causa sobre la muerte de un agente en la comisaría de Ourense, ahora archivada, e incluso críticas por escrito de un grupo contra el otro, en informes y contrainformes aportados al juzgado.

“El confidente de la Unidad de Asuntos Internos pasó a convertirse en un presunto delincuente”, aseguró la UDEV de la comisaría en un dictamen. Por su parte, Asuntos Internos manifestó que la intención de la UDEV, “más que plasmar indicios objetivos es realizar un encaje de datos de forma subjetiva que señalen solo en una única dirección, aun a riesgo de no evaluar otras hipótesis y datos contrarios a sus afirmaciones”.

“Esta pluralidad de informes no solo dificulta el esclarecimiento de los hechos, sino que en ocasiones fue buscado con el único objetivo de considerar que dicha muerte respondía a una etiología homicida”, indica la Audiencia Provincial

“Se enmiendan mutuamente”

En el auto con el que la Audiencia de Ourense da carpetazo definitivo –salvo recursos extraordinarios– a la causa contra los policías gemelos Bernardo y Roy D. por la muerte de su compañero y amigo Celso Blanco, la sala menciona los “numerosos, múltiples, informes policiales y científicos que recaen sobre un mismo objeto, procedentes de distintos cuerpos policiales o incluso secciones del mismo cuerpo policial, y que frente al objetivo perseguido de aclarar lo acontecido, solo introducen dudas y confusión sobre los hechos, pues se enmiendan mutuamente, ofrecen conclusiones contradictorias, y con ello impiden objetivar los hechos”.

Añaden los magistrados que “esta pluralidad de informes no solo dificulta el esclarecimiento de los hechos, sino que en ocasiones fue buscado con el único objetivo de considerar que dicha muerte respondía a una etiología homicida”.

En la resolución, los jueces de la Audiencia Provincial indican que “en el proceso penal, esta diversidad de opiniones periciales sobre hechos y objetos dificulta obtener una conclusión sobre lo acontecido, añadiendo una zona de sombra que impide determinar cuál de los informes presenta mayor verosimilitud. Sorprende, además, que reputados servicios de Criminalística y Policía Científica de la Policía lleguen a resultados contradictorios porque ello priva de objetividad científica a las conclusiones obtenidas por unos y otros”.

"El juez, carente de conocimientos científicos, no puede suplir con su razonamiento personal los conocimientos técnicos que aportan los peritos"

En esa línea, el tribunal de apelación critica la labor de la magistrada instructora, Eva Armesto: “No se trata de que el juzgador opte por aquel o el otro informe pericial que más le convenza, pues no nos encontramos en la perspectiva de la convicción sino de la objetividad científica, y el juez, carente de conocimientos científicos, no puede suplir con su razonamiento personal los conocimientos técnicos que aportan los peritos. Por ello, sostener la existencia de un ilícito criminal, como es el homicidio de una persona, en informes contradictorios, que se enmiendan unos a otros, indicando que se ha omitido en el anterior informe este u otro dato, otorga muy poca fiabilidad al procedimiento penal y cuestiona gravemente el funcionamiento de muchos de estos servicios”, indica la Audiencia Provincial.

Cuatro comisarios en diez años

Desde que hace casi una década empezaron a conocerse los problemas en la sede provincial de la Policía, y mientras la justicia analizaba los casos con sus habituales pasos lentos, por el mando han pasado distintos jefes: los comisarios Amable Valcárcel, Antonio Álvarez, Juan Carlos Blázquez y Cástor Vázquez –el actual–, así como varios responsables de forma accidental con rangos inferiores, más un baile de jefes de operaciones –el cargo de número dos– con estancias fugaces en Ourense.

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