A.S.E.

Pedro Regojo Otero

Pedro Regojo Otero

La Asociación Social Empresarial (A.S.E.) es una unión patronal católica que pretende aplicar en sus negocios la doctrina social de la Iglesia. Aquí en Vigo la formamos treinta empresarios y una norma del colectivo es tener, un día al año, una jornada de reflexión.

Empezamos a las once de la mañana y terminamos a las cinco de la tarde. El título de estas jornadas fue “Negocios con alma”. Empezamos con la bienvenida de nuestro consiliario, don Jesús Martínez Carracedo, que resaltó que cuando en el mundo empresarial se pone a Cristo como referente y se aplica la doctrina social de la Iglesia no es un hándicap, si no un plus, pues los empleados se ven más arropados y aumentan la productividad.

A continuación, dos empresarios de éxito, don Luciano Martínez Covelo y don Fernando García Bermejo, dispusieron de una hora para exponer la ponencia “El empresario como una vocación”. La verdad es que lo hicieron conjuntamente, pues cada siete minutos iban pasándose la palabra del uno al otro y, la verdad, nos pareció muy corta la hora de sus intervenciones. Luciano resaltó que un empresario debe ser una persona que dirija a personas que producen un bien o un servicio y que es lógico que se persiga un fin lucrativo.

Fernando resaltó las enseñanzas en materia social de nuestro papa Francisco y también resaltó las enseñanzas de san José María Escrivá de Balaguer: “La santidad en el trabajo”. Habló de las misiones del empresario: satisfacer necesidades, crear riqueza y no solo ver el beneficio si no ver personas en todos los componentes de la compañía. Luciano cogió su turno otra vez y nos habló de la necesidad de liderazgo basado en la fe y que tanto los empleados como los directivos tienen unos deberes y obligaciones. También habló de los muchos retos hoy de la empresa: comunicación, digitalización, sedes sociales, medio ambiente, cambios sociales y culturales, la incorporación de la mujer en el trabajo, la reciente normativa oficial. Todo a gran velocidad. La Iglesia nos da un mensaje claro: la dignidad de las personas, que son imagen de Dios y que un empleado es alguien.

Luciano habló del justo reparto de beneficios: empleados, socios, clientes y directivos. Insistió en la responsabilidad social corporativa con el matiz de la fe, que da vida a la gran vocación que tienen los empresarios.

"A.S.E. es una unión patronal católica que pretende aplicar en sus negocios la doctrina social de la Iglesia"

A continuación, hubo una intervención de los asistentes y uno de ellos expuso la necesidad de que aquellos que manden tengan las puertas abiertas a todos los empleados. En un primer momento parece una pérdida de tiempo, pero la experiencia demuestra que el responsable se entera de muchas cosas que muchas veces los ejecutivos no le cuentan. A continuación, el jurista Agustín Gándara, uno de los mejores abogados de Galicia, desarrolló el documento “Mensuran Bonam”. Recordó que la cultura actual es el desarrollo de treinta siglos de historia con sus turbulencias y aciertos. Cristo, hace veinte siglos, nos dijo que “los vagos no entrarían en el reino de los cielos” y, por eso, es muy importante que el que mande dé ejemplo de laboriosidad para que se contagien los directivos y toda la plantilla.

Maquiavelo, en 1507, creó el concepto de Estado y su obra cumbre, “El príncipe”, cambió la ley moral, dejando la falacia “El fin justifica los medios”. Napoleón remató el sinsentido e invadió toda Europa justificándose en que tenía que poner al día el pensamiento de los países. Se produjo una tremenda descristianización de la sociedad y un verdadero desmadre al que había que poner orden.

Apareció entonces la figura del “compliance”, sobre todo para las grandes empresas, con tres grandes controles: no robarás, no mentirás y no permitirás las agresiones sexuales. Se tendrá cuidado que las empresas católicas no inviertan en fondos que no ayuden a mantener estos principios. Hay que fomentar las virtudes de la fortaleza y de la templanza a fin de vencer la adversidad. Los asistentes dieron las gracias a los organizadores del evento, Pedro Matas y Severino Martínez, que fueron los responsables de la organización.

*Miembro del Club 55