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Greciet opinador

Clave de sol

Esteban Greciet

Memoria caliente de la Guerra Fría

Resurge el imperialismo ruso y la historia se repite

Una de las experiencias más interesantes de la vida profesional para este plumilla fue la asistencia a unas maniobras navales a bordo del portaviones norteamericano “Saratoga”, hace casi medio siglo, cuando la llamada Guerra Fría.

Viene esto a la memoria porque da la impresión de que la historia se repite y aún se conservan parecidas tensiones en las relaciones entre las grandes potencias mundiales.

Sobre todo, mantenidas por las actitudes expansionistas del Gobierno comunista ruso, los desastres de la II Guerra Mundial, la aparición de la Cuba revolucionaria y las provocaciones y conflictos en el Sureste Asiático, Corea, Indochina y por ahí seguido.

Conflictos en los que Washington se vio involucrado con enormes pérdidas humanas y materiales. La cuestión cubana, además, introdujo otro factor más cercano pero también desestabilizante en las proximidades del territorio norteamericano. La llamada crisis de los misiles en el Caribe, con el apoyo ruso y la tensión internacional consiguiente.

En las cercanías del Capitolio de Washington se conservan las listas de los soldados norteamericanos muertos en los conflictos mundiales del tiempo y una escultura conmemorativa que recuerda la patrulla que plantaba su bandera tras una cruenta batalla.

"Renacen ahora los pujos expansionistas del gigante ruso, ante la alarma de todo el mundo occidental que se sitúa sin excepciones en pie de guerra"

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No es posible olvidar otra serie de episodios internacionales del intervencionismo de Washington en aquellos años, antes, durante y después, como el aludido sobre Cuba. Recuerdos contradictorios de cierto belicismo ya algo retraído pero que ha dejado huellas indelebles y cuya vertiente positiva –Normandía, por ejemplo– es aún digna de recordar, pese a que se llenó de cementerios militares.

Renacen ahora los pujos belicistas y expansionistas del gigante ruso, ante la alarma de todo el mundo occidental que se sitúa sin excepciones en pie de guerra. Aunque el Kremlin y sus dirigentes, Putin en primer lugar, se han apresurado a sosegar, al menos de palabra, los inquietantes preparativos de Moscú. Falta saber si el Kremlin es ahora más de fiar que en tiempos pasados.

Dicen que la historia se repite. Por si acaso, mejor que no sea cierto.

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