Opinión | Clave de sol

Del “plomo” al escaño

La desmesura del problema vasco

Quienes integramos de buena fe lo que podemos entender como la gente del común, normal y corriente, que vive y deja vivir, con presuntos derechos a tener y conservar, con convicciones personales y sociales, consuetudinarias, culturales, religiosas, políticas en fin, creemos tener también derecho a ser respetados en nuestras libertades sin acosos ni arbitrariedades impuestos por la fuerza.

La actual situación política en España ha caído, a mi modo de ver, en una especie de afán de transformación totalitaria, de radical matiz extremista, con imprudentes alianzas, incluso con ex-presos de probada procedencia terrorista, algunos de ellos excondenados que, cumplidas sus penas de cárcel, tienen en su haber asesinatos de políticos, militares y ciudadanos españoles de bien sin que conste arrepentimiento alguno por su parte. Aún faltaría mucho por juzgar.

Los que hemos vivido de cerca, en vivo y en directo, al frente de dos diarios donostiarras, los peores tiempos del terrorismo vasco, sabemos lo que fueron aquellas vivencias terribles de informar por encima de riesgos y amenazas, jugándose literalmente la vida.

"La actual situación política en España ha caído, a mi modo de ver, en una especie de afán de transformación totalitaria, de radical matiz extremista"

Que ahora veamos en la panoplia de candidatos a respetables políticos de la democracia a algunos de aquellos personajes, afines al acoso de entonces a los defensores de la ley, no solo nos produce sentimientos de rechazo sino también de perplejidad.

No digamos, frente a los actos de homenaje público a auténticos terroristas con muertos a sus espaldas, ahora puestos en libertad y aún tratados como respetables héroes de una buena causa.

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