Moaña crea un grupo de apoyo para afrontar el duelo del suicidio ante el alarmante incremento de casos

Galicia registra una de las tasas de suicidio más alta de toda España y esta lacra es ya la principal causa de muerte de los jóvenes de entre 15 y 29 años. O Morrazo no escapa a esta realidad normalmente silenciada y estigmatizada. Solo en el año 2022, en Moaña hubo que lamentar 18 defunciones por este motivo, aunque los expertos aseguran que pueden ser más pero se desconocen los motivos de algunas muertes que se producen en soledad. En toda España, en el año 2021, ya habían fallecido 4.003 personas por autolesiones y tanto gallegos como asturianos lideran esta triste estadística con tasas por encima de las 10 defunciones por cada 100.000 habitantes. Esta “epidemia” silenciosa tiene otras víctimas: los familiares, amigos y seres queridos de los fallecidos. Para ellos el Concello de Moaña y la asociación DOA Saúde Mental ponen en marcha un pionero grupo de apoyo al duelo por suicidio. Los promotores de este programa explicaban ayer que “por cada fallecido, sufren una media de 135 personas entre familiares, amigos o compañeros de trabajo”.

La intención de DOA Saúde Mental y de la concejalía de Benestar Social que dirige María Sanluis es crear un primer grupo de apoyo para 10 personas, que después se podrá ampliar a más grupos, en una actividad gratuita que se desarrollará el último viernes de cada mes de 16.30 a 18.30 horas en un local municipal de Moaña. Por lo menos el programa se prolongará durante un año, aunque la intención es mantenerlo en el tiempo.

“El duelo por suicidio está prohibido y mucha gente se ve obligada a vivirlo en silencio”

La coordinadora del programa es Estrela Gómez, de DOA, que explica que en el trabajo diario sobre salud mental se encontraron con los problemas concretos de las familias de las víctimas. Alerta además de que desde la pandemia de COVID-19, que estalló en 2020, se incrementó tanto el número de suicidios como de tentativas “hasta unas cifras alarmantes que justifican poner en marcha este programa”, añadió ayer la propia concejala.

Cada fallecimiento afecta a más de 100 personas “que suelen sentir culpa”

La coordinadora aclara que el perfil de la víctima de suicidio está cambiando. “Antes eran mucho más los hombres los que se suicidaban, ahora hay cada vez más jóvenes y el porcentaje entre las chicas es cada vez más alto”. Considera que la pandemia multiplicó los problemas de salud mental pero asegura que este incremento de la tasa de suicidios tiene su explicación en múltiples factores, como el bullying, que ahora se prolonga a las 24 horas del día por las redes sociales o la propia ansiedad que genera “la idealización de las vidas enseñando cosas que no son reales” en las propias redes sociales y que afecta mayoritariamente a los jóvenes.

“Seguimos en niveles muy altos de demanda en salud mental”

Con las personas que se inscriban al grupo de apoyo, en el teléfono 986304015 de forma gratuita, trabajará la psicóloga Teresa Hernaez Casal, especialista en traumas. Ayer, en la presentación del programa, explica que por su experiencia “el proceso de duelo es individual y distinto en cada persona, pero hay pautas comunes como la estigmatización, el sentimiento de culpa o las preguntas sobre si los seres queridos podrían haber hecho más por el fallecido”. Considera que es un “proceso complejo” de ahí que se necesiten este tipo de ayudas para afrontar el duelo. Indica que su labor será, sobre todo, la de “facilitadora” para que los integrantes del grupo compartan sus experiencias y dejen de ver el suicidio como un tabú.

Jesús Piñeiro, un “superviviente de suicidio” y que integra DOA, explicó ayer la “necesidad que existe de crear este tipo de grupos de apoyo” pues las familias “necesitan hablar y que no se estigmatice” el dolor que sufren.

El programa arrancará este mismo mes de marzo y sus promotores inciden en que el comportamiento suicida “es un fenómeno complejo influenciado por factores psicológicos, biológicos, sociales, culturales y ambientales”. Alertan también de las esperas de hasta ocho meses para lograr una cita de salud mental pública en O Morrazo.

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