Adiós al marino precursor de la nueva Policía Local

Bueu despide a Luis Gómez, que tras navegar por medio mundo sirvió más de 30 años como agente y jefe de Policía

El exjefe de la Policía de Bueu, en un homenaje que le realizaron sus antiguos compañeros  en diciembre de 2022.

El exjefe de la Policía de Bueu, en un homenaje que le realizaron sus antiguos compañeros en diciembre de 2022. / Gonzalo Núñez

Bueu despide hoy a José Luis Gómez Otero, que después de navegar por medio mundo decidió desembarcar y enrolarse a bordo de la Policía Local de Bueu. Para la mayoría de los que fueron sus compañeros durante décadas seguía siendo “nuestro jefe” pese a que estaba jubilado desde hace casi doce años. A última hora del martes su vida se apagó después años peleando contra una enfermedad, pero queda el ejemplo de una persona incansable, siempre dispuesta a ayudar y con una profunda vocación de compromiso social y servicio público.

“Morreu Luis, o noso xefe”. Así empezaron a comunicarse a última hora del martes la mayoría de los antiguos agentes de la Policía Local que coincidieron con Luis Gómez Otero. Llevaba casi doce años jubilado, lo que no impedía que esa “vieja guardia”, como se conocen de manera cariñosa, le siguiese considerando como “jefe”. Toda una muestra de respeto y reconocimiento. “Es que él no era una persona de dar órdenes ni de decirle a los demás lo que tenían que hacer. Antes de nada siempre fue un compañero y cuando había que tomar una decisión reunía a la gente, se sopesaban las opciones y se adoptaba el camino a seguir en función del criterio de la mayoría”, comentaban ayer algunos de esos exagentes que compartieron décadas de trabajo junto a Luis Gómez.

Su servicio público se prolongó durante 33 años, 26 de ellos como jefe del cuerpo municipal. Primero de manera interina tras la jubilación de su antecesor, Gabriel Abril, y desde 1992 por oposición tras ganar la plaza a través de promoción interna. Todos los que lo conocieron destacan su carácter afable, alegre e inquieto, siempre activo.

El exjefe de la Policía de Bueu, en un homenaje que le realizaron sus antiguos compañeros  en diciembre de 2022.   | // FDV

Luis Gómez, pocos días antes de jubilarse, de uniforme en la jefatura. / Gonzalo Núñez

Antes que policía fue marinero. Primero en la pesca, los barcos de su familia y luego en la altura a través de la flota de Pescanova. “Yo lo que quería era salir de aquí, tenía ganas de conocer mundo y la gente hablaba de Sudáfrica y de Ciudad del Cabo”, le contaba en 2012 con motivo de su jubilación a este periodista. Ese afán de conocer mundo y nuevos lugares ya revelaba su carácter abierto y curioso. E inquieto. En Pescanova estuvo apenas un año y luego se pasó a la marina mercante, donde trabajó para compañías como Standard Fruit o la alemana Hapa Lloyds.

La singladura de Luis Gómez duró una década, de 1968 a 1978. Su última travesía fue a bordo del petrolero “Minerva” y durante aquella travesía se dedicó a estudiar para preparar las pruebas de acceso a la Policía Local de Bueu. En octubre de 1978 desembarcó en el puerto neerlandés de Roterdam apenas diez días antes del examen y consiguió aprobar. Su trayectoria como agente de la Policía Local comenzó en febrero de 1979 y recordaba que su primer sueldo fue de 18.000 pesetas. “En el mar ganaba más de 100.000 pesetas, con lo que con el cambio perdía dinero. Pero me acababa de casar y estaba a punto de nacer mi hija Minerva. Lo que quería entonces era tener una vida estable y estar al lado de mi familia”, contaba.

La viñeta de O Bichero que le dedicó Luís Davila en FARO el 2 de junio de 2012, con motivo de su jubilación.

La viñeta de O Bichero que le dedicó Luís Davila en FARO el 2 de junio de 2012, con motivo de su jubilación. / Luís Davila

A lo largo de los más de 30 años en los que formó parte de la Policía Local vivió en primera persona la transformación y modernización del cuerpo. Uno de los capítulos de los que se sentía especialmente orgulloso era la creación del servicio nocturno, que fue una decisión adoptada por voluntad propia por los agentes en una época especialmente complicada. Desde su posición fue uno de los impulsores de la agrupación de Protección Civil o de la asociación Érguete en Bueu.

Luis Gómez, en una imagen antigua dirigiendo el tráfico en el centro de Bueu.

Luis Gómez, en una imagen antigua dirigiendo el tráfico en el centro de Bueu. / Fdv

No solo los que fueron sus compañeros durante décadas destacan su trabajo al frente de la Policía Local. Los jefes de Cangas y Moaña también ponen en valor su dedicación. “Era una persona entrañable, un profesional siempre implicado con los problemas de su municipio y fue uno de los precursores de la coordinación efectiva entre las policías de O Morrazo”, manifiesta Alberto Agulla desde Cangas.

Por su parte, Lois Alberte Casás, que se jubiló hace unos meses, lo recuerda de una manera parecida. “Era un gran policía y muy emprendedor con los pocos medios de los que disponía en Bueu. Puso en marcha el servicio 24 horas, controles de alcoholemia, reuniones para prevención de delitos y estaba volcado en la mejora de la seguridad vial para reducir la siniestralidad en las carreteras”, reconoce el exjefe moañés, que también destaca otra cualidad. “Su eterna sonrisa y siempre estaba ahí cuando se le necesitaba”, concluye Casás.

Luis Gómez en su juventud, cuando estaba en la marina mercante, durante una travesía por Centroamérica.

Luis Gómez en su juventud, cuando estaba en la marina mercante, durante una travesía por Centroamérica. / Archivo familiar

Una vez que se jubiló su relevo en Bueu lo tomó el actual jefe, Benito Pouso Carrera. “Luis era buena persona, siempre atento con todo el mundo. Le tocó vivir el cambio de las policías, cuando empezaron a asumir más competencias como la seguridad ciudadana, a realizar detenciones o a portar armas”, recuerda. En su opinión Luis Gómez fue uno de los “precursores” de la nueva Policía Local junto al propio Alberto Agulla en Cangas y Daniel Macenlle y Lois Alberte Casás en Moaña. “Todo ello en un momentos muy difíciles y de una gran delincuencia”, destaca Benito Pouso.

Los últimos meses están siendo especialmente díficiles para la Policía Local de Bueu. En octubre falleció otro de sus integrantes históricos y que todavía estaba en activo, Jaime Estévez Gómez. Ahora toca despedir al que fue el jefe de esa vieja guardia. El cortejo fúnebre saldrá hoy a las 10.00 horas desde el tanatorio bueués para su incineración en la intimidad familiar. Por la tarde, a las 18.00 horas, se celebrará un funeral en la iglesia parroquial de San Martiño de Bueu.

El acto de su despedida en mayo de 2012, con Lois Alberte Casás, entonces jefe en Moaña, entregándole una placa de recuerdo.  | // G.N.

El acto de su despedida en mayo de 2012, con Lois Alberte Casás, entonces jefe en Moaña, entregándole una placa de recuerdo. / Gonzalo Núñez

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Las condolencias por el fallecimiento de Luis Gómez no podían faltar desde el Concello de Bueu, para el que trabajó durante más de tres décadas. “Era una persona alegre, sociable y siempre con un trato exquisito con las personas. Desempeño con honestidad y compromiso sus funciones de jefe de la Policía Local, mostrando siempre preocupación por los problemas de los vecinos”, manifestaba ayer el alcalde de la localidad, Félix Juncal. El regidor hace mención especial a su vinculación con el mundo asociativo, desde donde Luis Gómez apoyó e impulsó iniciativas sociales. “Un trabajo que le debemos reconocer y agradecer”, insiste el regidor.

El que fuera jefe de la Policía Local se jubiló, pero no permaneció inactivo ni se quedó en casa con los brazos cruzados. Siguió preocupándose por los problemas de seguridad vial y participó en la creación de la nueva asociación de vecinos del barrio de Banda do Río, donde residió prácticamente toda su vida. Aunque no tenía una embarcación de recreo sí que fue marinero y por tanto no dudó en asumir la presidencia de la Asociación de Sétima Lista Robaleira para evitar su desaparición. Su trabajo y empeño fueron determinantes para la construcción del nuevo pantalán paralelo al dique de abrigo.

Ese carácter activo e inquieto solo dio un paso atrás cuando apareció la enfermedad, que le obligó a apartarse de la primera línea y a dejar la presidencia de Robaleira.

Que ahora pueda navegar y descansar en paz.

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