Hola teléfono, adiós miedo

Una veintena de mayores aprenden en Bueu cómo sacar más provecho a sus móviles

Los participantes en el curso muestran ayer sus teléfonos móviles al final de la clase.

Los participantes en el curso muestran ayer sus teléfonos móviles al final de la clase. / Santos Álvarez

La Concellería de Servizos Sociais de Bueu organiza junto a la Fundación Amigos de Galicia un curso orientado a los mayores para que ayudarles a manejar sus teléfonos móviles y que puedan aprovechar las posibilidades en un mundo cada vez más digital. Una iniciativa que ha superado todas las expectativas y que contará con un segundo curso, con plazas agotadas.

A lo largo de su vida la mayoría se han enfrentado a trabajos duros, situaciones difíciles o de necesidad y siempre consiguieron salir adelante. Pero ahora le tienen miedo, o al menos cierto respeto, a un pequeño objeto: un teléfono móvil, que a veces más que facilitar la vida parece complicarla. Para perder ese miedo y para manejarse con soltura por este nuevo mundo digital que no espera a nadie el Concello de Bueu organiza durante estos días un curso sobre nuevas tecnologías orientado a personas mayores, que es todo un éxito de participación.

El curso cuenta con 20 personas
 y se desarrolla en Servizos 
Sociais.  | // S.ÁLVAREZ

El curso cuenta con 20 personas y se desarrolla en Servizos Sociais. | // S.ÁLVAREZ / david garcía

Las 20 plazas disponibles se agotaron de inmediato y la sala de juntas del edificio de Servizos Sociais se ha convertido en un aula en la que aprender a usar la wifi y el GPS, mandar mensajes o fotos por Whatsapp, calcular rutas para viajes o desplazamientos... Para las dos últimas sesiones quedan aspectos a los que los usuarios le dan mucha importancia: la aplicación móvil del Sergas y operar con sus cuentas bancarias desde el teléfono o en los cajeros automáticos. “Muchas personas tienen miedo a tocar el teléfono. Se trata de que practiquen y de que pierdan ese temor”, explica la monitora de la Fundación Amigos de Galicia, Ainoha Echavarren.

En Bueu se ha encontrado con un grupo muy esforzado y aplicado, en el que abundan personas que acuden con libreta y bolígrafo para tomar nota para que no se les olvide nada. “Estuve en más sitios y aquí se saben manejar bastante bien. La gente pregunta muchas dudas y tiene muchas ganas de aprender. Lo de verles tomar notas me hace mucha ilusión porque a veces te dicen ‘es que no me voy a acordar’ y cuando ves que lo anotan todo significa que tienen muchas ganas de aprender”, cuenta la joven profesora de sus veteranos alumnos.

En esta clase están, por ejemplo, Mari Carmen, Carmiña y Chelo, que ya se manejaban con algunas de las aplicaciones de su móvil y que ahora quieren más. “Hay que perder el miedo. Veíamos a otras personas que le sacan mucho rendimiento y nosotras también queríamos aprender”, manifiestan las tres.

Estas sesiones duran dos horas y media –de 10.00 a 12.30 horas– y el objetivo es que los participantes sean más independientes desde el punto de vista digital.

Una mujer toma notas en una libreta sobre las explicaciones de la monitora.

Una mujer toma notas en una libreta sobre las explicaciones de la monitora. / Santos Álvarez

Abrumadora mayoría femenina

Este grupo de Bueu es un ejemplo perfecto de algo que la monitora ya observó en otras localidades y cursos: una presencia abrumadoramente femenina. De las 20 personas que había ayer, catorce eran mujeres y solo había seis hombres. “No sé el por qué. Parece que ellas se sienten más capaces de seguir aprendiendo, mientras que ellos lo abandonan antes y dicen ‘yo esto no lo necesito’. Es algo que ocurre casi de forma generalizada”, cuenta la profesora. Y otro detalle. “La mayoría de los hombres que acuden lo hacen acompañados de sus esposas, si no ellos no vendrían”, añade Ainoha Echavarren. De hecho en Bueu se cuentan hasta tres parejas que acuden a este curso sobre las nuevas tecnologías y el teléfono móvil.

Uno de esos hombres que le quiere perder el miedo a su “smartphone” es Seso Portela. “Quiero aprender algo más de lo que sé porque lo que sé es muy básico”, contaba al finalizar la clase de ayer. En su caso reconoce que usa el móvil para hacer y recibir llamadas, tiene cierto manejo de Whatsapp y del envío de fotos. “Pero hay muchas más cosas, de las que nosotros estamos lejos y de lo que se trata es de sacarle más partido”, explica. Y añade que, como la mayoría están jubilados, “tenemos tiempo” para dedicarle a este menester.

La profesora explica una duda 
a una de las participantes.  | //S.Á.

La profesora explica una duda a una de las participantes. / Santos Álvarez

Trucos y utilidades

Whatsapp es sin duda la aplicación más utilizada por todos, aunque en estas clases también aprenden nuevas funciones, trucos y algunas utilidades que no contemplaban. Una de las más interesantes es la posibilidad de mandar la ubicación en la que se encuentra una persona, algo que resulta muy útil en caso de sufrir un accidente o algún tipo de percance. “El teléfono y Whatsapp nos permiten estar localizados gracias a un solo clic y eso es algo que valoran mucho”, destaca la monitora.

Para las clases de la próxima semana quedan dos de los temas que más interés suscitan: las citas médicas y el control de las cuentas bancarias. A través del uso de la aplicación del Sergas se pueden evitar desplazamientos innecesarios para solicitar vez para una consulta o las largas esperas telefónicas. “El último día hablaremos de los cajeros automáticos, para que sepan realizar gestiones y movimientos sin depender de otras personas. Es un tema que les preocupa porque algunos bancos les cobran comisiones por hacer determinados trámites en ventanilla”, cuenta Echavarren.

Uno de los participantes practica ayer con su teléfono durante la clase.

Uno de los participantes practica ayer con su teléfono durante la clase. / Santos Álvarez

Las plazas volaron en un "clic"

El interés y las ganas de aprender quedaron patentes en la velocidad a la que se agotaron las plazas disponibles para este curso, que se imparte con la colaboración de la Fundación Amigos de Galicia y la Consellería de Política Social. La concejala de Benestar Social, Laura Ogando, apunta que ante esa demanda se decidió organizar un segundo seminario, que esta vez estará impartido por monitores de la Fundación Esplai.

Ya no es posible anotarse porque con las personas que quedaron en lista de espera en el curso actual ya se completaron todas las vacantes. Y todavía se quedó más gente fuera.

Esta nueva acción formativa será todos los lunes del mes de febrero y el 4 de marzo (son cinco sesiones de una hora y media). “La actividad está dirigida a la independencia digital de las personas mayores para que puedan desarrollar sus tareas diarias de manera autónoma, desde solicitar una cita médica hasta trámites en los cajeros automáticos”, explica Laura Ogando.

Lo único que se necesita es un teléfono móvil inteligente o “smartphone” y, sobre todo, ganas de aprender.

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