El Club Kenyata critica la falta de mantenimiento de los campos de Rodeira

El Club Kenyata ha criticado la falta de mantenimiento de los campos de Rodeira por parte del Concello de Cangas, lo que lo ha obligado en los últimos meses a asumir el acondicionamiento del vestuario, la dotación y arreglo de las redes o la adquisición de un nuevo calentador, entre otras acciones. El colectivo ha mostrado su malestar por la inacción municipal después de, dice, haber solicitado ayuda en diferentes momentos a los responsables políticos.

“Llevamos mucho tiempo advirtiendo de que las cosas se están rompiendo, pidiendo que al menos nos den algo de material para poder hacer nosotros mismos las reparaciones, pero sin éxito”, señala la directiva de la entidad deportiva, Rebeca González, que recuerda que los campos afrontan un importante uso que redunda en su deterioro. “No solo es la competición del Keniata o del fútbol a pie, o los entrenamientos de la Escuela de Fútbol Base Cangas, sino que uno de los campos queda abierto de forma permanente y lo utiliza todo el mundo”, afirma. Es más, asegura que para disfrutar de las instalaciones “viene a propósito gente de Moaña o Bueu porque sabe que están abiertos”.

González afirma que “no queremos pedir como otros clubes, pero al menos reclamamos que no tengamos que soportar nosotros el peso de las reparaciones y el mantenimiento, ya que es una instalación municipal”. En este sentido, recuerda que el club ha pagado la pintura para el pintado de la caseta, ha colocado las redes de las porterías y reparado la de los propios campos, y que incluso últimamente ha tenido que comprar un nuevo calentador de agua por la avería del anterior. “La respuesta que nos dieron es que lo pagásemos nosotros, y que a ver si nos podían dar algo”, denuncia.

Un solo vestuario para hombres y mujeres

Manifiesta que las demandas del club vienen de lejos, pero que han sido infructuosas. “Lo último que nos dieron fue unas papeleras, porque las otras ya estaban rotas, y tardaron dos meses”, dice. Ante esta situación, explica que es el club el que trata de mantener en unas mínimas condiciones los campos. En este sentido, recuerda que el club compró el marcador y que lo reparó en los últimos tiempos, y que también se ha visto obligado a hacer algún apaño para solventar las irregularidades en el terreno de juego.

El otro punto problemático es el único vestuario existente, que dificulta su utilización por parte de hombres y mujeres, ya que no cuenta con separación de ningún tipo. Tampoco la hay en las duchas, y ni siquiera existe una puerta en el baño. “Llevamos dos años pidiendo que se haga alguna modificación, pero nada de nada”, denuncia Rebeca González, que argumenta que “tratamos de animar a más niñas y mujeres para que hagan deporte, pero no contamos con medios para que al menos puedan ducharse después de jugar o entrenar”.