Con la mirada puesta en el cielo

La ciclogénesis condiciona la visita a los cementerios y desde Protección Civil se recomienda acudir en horario de mañana

Reflejo de una mujer limpiando un nicho en el cementerio de Cangas..   | // GONZALO NÚÑEZ

Reflejo de una mujer limpiando un nicho en el cementerio de Cangas.. | // GONZALO NÚÑEZ / Gonzalo Núñez.

C.González/Fran G. Sas/David G.

Desde hace varios días, los cementerios son un ir y venir de personas, de familiares que acuden a limpiar y poner flores frescas y centros de floristería, las menos de plástico, a sus seres queridos para llegar al gran día festivo de hoy, de Todos los Santos, con los nichos luciendo limpios y floridos en honor a los difuntos que allí descansan. Pero el cielo que tanto está ligado a los cementerios, jugará hoy una mala pasada en este día de honra a los difuntos, con una ciclogénesis en camino que dejará notar sus efectos ya esta misma tarde y que condicionará este día de visita obligada a los camposantos.

Dos vecinas se ayudan con una escalera en Bueu.   | // GONZALO NÚÑEZ

Dos vecinas se ayudan con una escalera en Bueu. / GONZALO NÚÑEZ

La muerte está hoy muy presente en el alma de todos pero también en las frías cifras de las estadísticas que hablan de que los fallecimientos en la comarca van en aumento en los últimos años. En Cangas murieron en el año 2022 un total de 280 personas, de las cuales 143 fueron hombres y 137 mujeres. Fue una cifra mucho más alta que la de 2020, el año azotado por la pandemia del COVID, con 247 fallecimientos (139 hombres y 108 mujeres). Hace casi 50 años, los fallecimientos en Cangas eran de 154 personas. En 1975 murieron más mujeres que hombres 89 frente a 65. Hubo picos de 176 fallecidos en 1979 y de 180 en 1984. En 1995 ya se pasó de los 200, en concreto 229 con más hombres (121) que mujeres (108) y desde 2010 ya no se ha bajado de los 200 fallecidos, con 206 ese año, 219 en 2011, 246 en 2012, 214 en 2013, 216 en 2014, 202 en 2015, 219 en 2016, 255 en 2017, 207 en 2018 o 250 en 2019.

Reflejo de una mujer limpiando un nicho en el cementerio de Cangas.   | // GONZALO NÚÑEZ

La brigada de Moaña limpiando el cementerio de Abelendo. / |GONZALO NÚÑEZ

En Moaña murieron en 2022, 204 vecinos (106 hombres y 98 mujeres). Se empezó a superar los 200 fallecimientos en 2021 cuando murieron 207 personas. La sucesión histórica desde 1975 arranca ese año con 119 fallecidos (63 hombres y 56 mujeres), con cifras más altas y más bajas según los años, incluso por debajo del centenar en 1987 (97 fallecisos) y picos de 159 en 1990 y 172 en 2010. En Bueu,murieron 135 personas en 2022 (75 hombres y 60 mujeres). Es la cifra más alta desde 1975, cuando en el municipio murieron 114 vecinos. 1999, con 133 muertes, fue el año que más se aproximó a esta máxima.

Mal estado del cementerio de Tirán que linda con el mar.   | // G.N.

Mal estado del cementerio de Tirán que linda con el mar. | // G.N. / C.González/Fran G. Sas/David G.

En Cangas, uno de los cementerios que sigue pendiente de solución es el de Coiro, con nichos que quedaron a medio construir situados en una finca privada. La concejala de Obras, Iria Malvido, asegura que el gobierno trabaja en la solución que pasa por adquirir una finca mediante un pliego de condiciones a la que pueda optar dicho terreno. De esta manera, el Concello podrái autorizar la conclusión de esta ampliación y solucionar los problemas de accesibilidad porque en estos momentos hay que bajar muchas escaleras.

Todos los Santos es también el “agosto” en el mercado de las flores. Los centros en las floristerías se pagan desde los 25 euros para arriba y los ramos de margaritas a 10 euros. Hay otro mercado de las flores, el tradicional de las autóctonas, que este año no subió precios y se podían adquirir ramos de crisantemos a partir de 3 euros. Diferente es la flor de fuera que por costes sí vio incrementado su precio. Pero hubo flores para atender este gran mercado de los Difuntos, aunque castigado en parte por la sequía de atrás que hizo florecer antes de tiempo y en parte por las lluvias de estas últimas semanas, que a muchas estropeó.

La reforma del cementerio de Tirán, pendiente de la financiación

Desde hace más de un año la Iglesia cuenta con un proyecto para reformar el cementerio de Tirán, del siglo XVIII. La obra es muy necesaria toda vez que, desde hace años, una parte de su estructura amenaza con derrumbarse hacia el pasillo interior o sobre el mar. Y es que se trata de la fila de columbarios que cierra el camposanto por el borde litoral, ubicada por lo tanto ante el barranco sobre la ría de Vigo. Durante estos meses la Iglesia logró reunir los permisos necesarios y está pendiente de que la empresa que ejecutará la reforma presente un presupuesto para intentar lograr la financiación. De momento la sucesión de temporales no derrumbó los columbarios, pero su desviación es evidente. Con el presupuesto en la mano la intención será buscar los fondos necesarios tanto con la aportación de feligreses como, si es posible, con la ayuda de alguna administración, ante la riqueza patrimonial de todo el entorno. Se trata de un cementerio vinculado a la iglesia románica de San Xoán de Tirán, inmortalizada en el libro ‘O Último Barco’, de Domingo Villar, que convirtió la zona en todo un atractivo turístico.

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