Sergas y Concello sellan el acuerdo para poner fin a las goteras del consultorio de Domaio

Firman un protocolo para distribuir el gasto | Moaña empezará con la separación de pluviales, la Xunta acometerá la reforma estructural y la administración local arreglará después el interior

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) dependiente de la Consellería de Sanidade y el Concello de Moaña dejaron a un lado sus diferencias, agudizadas en las últimas semanas alrededor del servicio de urgencias, y lograron sellar un acuerdo histórico para acometer la reforma integral del consultorio médico de Domaio. Esto permitirá atajar los problemas estructurales que este inmueble sufre desde su construcción en el año 2001 y que ocasionan continuas filtraciones de agua o inundaciones del garaje ubicado en su parte baja.

La alcaldesa, Leticia Santos, explica que firman el protocolo después de que este recogiese la aportación realizada por el Concello de que la Xunta se comprometa a ejecutar en primer lugar la reforma estructural para después acometer, con fondos municipales, la reparación interior de los techos, paredes y carpintería dañados.

En lo que sí se adelantará el Concello es en la obra para separar las aguas pluviales de las fecales, cuya autorización ya se está tramitando ante Portos de Galicia y el importe de la separación está incluido en los presupuestos de 2023. Esta parte, que paliará los problemas en el sótano, “comenzará de forma inmediata”, adelanta la regidora.

En el convenio la Consellería de Sanidade reconoce ser “consciente” de la necesidad de realizar actuaciones para el acondicionamiento y mejora de las instalaciones del consultorio de Domaio. Las dificultades para acometer la obra radican en que, pese a su gestión desde Sanidade, esta infraestructura es de titularidad municipal. Fue necesaria una reunión entre el gobierno local, el gerente del área sanitaria de Vigo, Javier Puente, y colectivos de Domaio como la asociación vecinal “Monte Faro” para desbloquear finalmente la situación.

Los técnicos municipales acometieron, en octubre del año pasado, una inspección para detectar el origen de las filtraciones y los problemas de la cubierta. Con ese informe comenzó la solicitud de la obra a la consellería.

Hace más de una década el Concello, gobernado por el PP, trató de paliar esta situación impermeabilizando el tejado, pero poco después volvieron las goteras. El pasado mes de abril se conoció que este inmueble, pese a sus problemas estructurales, es candidato a los Premios de Arquitectura.

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