El Concello sigue adelante con uno de los dos elevadores de Ramón Cabanillas para comunicar la zona baja y alta del centro

El concejal de Mobilidade de Moaña, Rodrigo Currás, concluirá el mandato con los deberes hechos en cuanto al proyecto de mejora de la accesibilidad entre la Baja Moaña y la Alta Moaña, que está gestionando y para el cual incluso había obtenido impresiones del prestigioso arquitecto portugués Álvaro Siza. No lo verá ejecutado, pero sí que llegará a tiempo -el concejal no vuelve a repetir en la lista del PSOE a las municipales de mayo- para adjudicar su redacción a través de una subvención que recibió el Concello, por importe de 50.000 euros, a través del Plan Ágora.

El proyecto lo diseñará el arquitecto coruñés Carlos Seoane (CSA Arquitectura), que fue quien elaboró en 2021 el anteproyecto presentado a los vecinos de las zonas afectadas de Ramón Cabanillas para incluir, por aquel entonces, dos ascensores que contribuyeran a la accesibilidad entre los barrios altos y bajos del centro urbano, entre la zona interior y matriz de la localidad, en Quintela y San Martiño, y el entorno de la plaza de abastos, junto al mar.

El proyecto definitivo descarta uno de los dos ascensores previstos, junto a la joyería Boucelas, ya que finalmente no se pudo llegar a un acuerdo de cesión de la franja de terreno necesaria. Pero sí que se contempla la otra propuesta que comunica la parte baja por la Travesía de A Martinga y ubica un ascensor junto al lavadero de A Martinga, en la travesía Ramón Cabanillas, pero en otra ubicación respecto a la original, que no quita visibilidad a los edificios ni produce impacto en la calle.

El ascensor estará en una zona no visible, asegura el concejal, a la espera de que el arquitecto elabore el proyecto que implica una actuación, de urbanización y ensanche, en la travesía de A Martinga. Currás asegura que en el tramo delante del centro médico en la intersección con Ramón Cabanillas, como tiene mucha pendiente y para favorecer la accesibilidad, lo que se plantea es dejarlo con una rampa peatonal, por lo que se va a prohibir el paso de los vehículos en este sentido, que accederán a los garajes desde la calle Concepción Arenal, en lo que es la Baja Moaña.

El proyecto también contempla la humanización prevista por Carlos Seoane en un tramo de unos 200 metros de la travesía de Ramón Cabanillas, que devolvería a la vida, con plataforma única y vegetación central. El tramo, asegura el concejal, estaría entre la travesía de A Martinga y la plazoleta que acondicionó el Concello que alberga una exposición permanente sobre el galleguista que da nombre a la calle.

El proyecto es muy ambicioso, pero no irrealizable, a la espera de concretar su coste y estudiar las posibilidades de financiación. Sería una humanización más junto a la de San Martiño, cuyo proyecto Rodrigo Currás ya presentó a los vecinos.

Vida a la travesía

Lo cierto es que la travesía Ramón Cabanillas espera por una solución desde hace varios mandatos municipales. En la época del alcalde Xosé Manuel Millán, ya fallecido, se hablaba incluso de intentar hacerla de sentido único para mejorar sus condiciones de vida, ganar zonas verdes y de aparcamiento. Con el traslado del Concello a la nueva zona urbanizada de O Rosal, la calle fue perdiendo actividad como también vida comercial al trasladarse el centro comercial a la calle del frente marítimo, en Concepción Arenal. Ahora, la rehabilitación del antiguo Concello, que se está ejecutando para destinarlo a centro social, puede devolver esa vida perdida a la calle. La travesía Ramón Cabanillas es la prolongación de la carretera comarcal PO-551 a su paso por el casco urbano, de ahí que cualquier actuación requiera de mucho estudio debido al volumen de vehículos.

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