Moaña eleva a 12,9 millones los presupuestos que pondrán fin a la histórica deuda municipal

El gobierno local de Moaña aprobará sus presupuestos municipales de 2023 en un pleno extraordinario en marzo, para incluir también el remanente de tesorería del año 2022, que se espera supere los 500.000 euros. Este saldo positivo se dedicará casi de forma íntegra al primer pago de la sentencia que el Concello debe abonar a la empresa concesionaria del ciclo del agua, Aqualia, por evitar la subida de la factura del abastecimiento. Más allá de este remanente, las cuentas públicas de este año electoral serán las más altas de la historia del Concello, rozando los 12,9 millones de euros. Esto supone un incremento de más de tres millones con respecto a las primeras elaboradas por el bipartito –BNG y PSOE– cuando llegó al poder en 2016. Entonces los presupuestos se situaron en 9,8 millones.

Pero, sin duda, lo que convertirá en históricas las cuentas de 2023 es que serán las que pongan fin al lastre de la deuda municipal, que se arrastra desde hace décadas y que desde el plan de ajuste de 2012 empezó a rebajarse con pagos periódicos que comenzaron dos años más tarde.

El concejal de Facenda, Aldán Santamarina, explica que cuando asumió esta responsabilidad en 2015 el Concello debía un total de 13,2 millones de euros, sumando los créditos bancarios, las facturas de proveedores que estaban sin pagar, la deuda con la Seguridad Social y con entidades como Sogama por el tratamiento de la basura. En estos momentos la deuda bajó ya del millón de euros y en diciembre concluirán los últimos pagos, dejándola a cero. El único lastre que quedará para los próximos dos ejercicios es precisamente la sentencia en favor de Aqualia, que implica casi 472.000 euros cada año hasta 2025.

El gasto social se duplicó en los últimos años y llegará a 2,3 millones

Desde el bipartito ponen en valor que se lograse acabar con la deuda sin un incremento de impuestos y elevando el gasto social de los 1,1 millones del año 2016 a los 2,3 millones que tendrá la partida de este ejercicio. Solo en el Servizo de Axuda no Fogar (SAF) se emplearán 1,2 millones de euros en este año.

Las explicaciones para el incremento de los presupuestos en estos dos mandatos hasta rozar los 13 millones están, en buena medida, en la decisión adoptada de ceder al organismo provincial ORAL la recaudación de impuestos, tasas y precios públicos. “Esto permitió ordenar los cobros y asegurarnos que todos ellos se ejecutan”, apuntan desde el bipartito.

Los ingresos por la participación en los tributos del Estado también crecieron en este periodo en mas de un millón de euros, de tal forma que en 2023 supondrán hasta 4,5 millones de ingresos.

La cesión al ORAL de la recaudación de impuestos mejoró los ingresos

Santamarina explica además que en los últimos años se ha incrementado mucho la recaudación por el impuesto de construcciones (ICIO), al reactivarse el sector de la construcción y edificarse varios edificios nuevos y viviendas particulares a lo largo del municipio, una actividad que había quedado prácticamente paralizada a lo largo de la anterior crisis económica.

Consellos vecinales

Además del gasto social, Santamarina pone en valor que la deuda se liquide este año a pesar de haber reactivado muchos departamentos del Concello con numerosos eventos nuevos y de lograr un alto número de inversiones “priorizadas por la participación de los colectivos en los Consellos vecinales, como ocurrirá también este año”.

En 2023 el principal gasto previsto será la sustitución del césped artificial del campo de fútbol Iago Aspas Juncal-O Casal, que pasa por ser la primera gran reforma de esta instalación desde su construcción en el año 2009.

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