La cena de Nochebuena / Precios de los productos más demandados

El mal tiempo vacía de marisco las plazas y tira de los precios en vísperas navideñas

Los temporales impiden faenar a la flota y el producto escasea | Las placeras auguran un fuerte alza en la cesta de la compra a medida que se acercan los festivos | Merluza y bacalao, pescados “refugio” para muchas cenas familiares

Una placera de Cangas muestra las cigalas y bueyes a la venta.   | GONZALO NÚÑEZ

Una placera de Cangas muestra las cigalas y bueyes a la venta. | GONZALO NÚÑEZ / D.García/ G.Martínez/ F.G.Sas

Quedan apenas cuatro días para la tradicional cena de Nochebuena y son muchas las familias que estos días buscan en los mercados, especialmente en las plazas de abastos, parte del menú que se pondrá sobre las mesas. Estas navidades vienen marcadas por dos variables. La primera es el mal tiempo de los últimos días, que está provocando que gran parte de la flota permanezca amarrada y sin traer producto a los mercados. Y la segunda es que muchas familias tienen menos dinero para gastar, como consecuencia de la inflación y del aumento de costes en numerosos servicios.

La actividad en las lonjas estos días está bajo mínimos y desde las plazas de abastos auguran una fuerte subida de precios en el tramo final de esta semana. “Eso sí los barcos pueden trabajar y traer algo a tierra. Hay gente que esperó a última hora para comprar y se pueden encontrar con que no encuentren producto a ningún precio, ni barato ni caro”, afirman algunos puestos del mercado de Bueu.

La lonja de Cangas pudo celebrar ayer la subasta de la navaja y de la centolla, que es uno de los mariscos estrella en muchas mesas durante estas fiestas. En el caso del crustáceo fueron solo unas pocas cajas, que se cotizaron entre los 35,60 y los 30 euros. En el caso de la navaja fueron en total 300 kilos, que oscilaron entre los 24,50 y los 29,10 euros. También hubo venta de erizo, que llegó a los 23 euros el kilo. Los percebeiros, que el fin de semana consiguieron trabajar en el preciado islote de Agoeiro y colocar su producto a un precio máximo de 250 euros el kilo, estuvieron ayer hasta el último momento a la espera de si el mar les dejaba trabajar en la Costa da Vela. Se desplazaron hasta la zona, pero tuvieron que dar la vuelta ante la imposibilidad de saltar a las rocas.

Los problemas en la mar se trasladan a tierra, y la escasez de producto era ayer evidente en la plaza de abastos canguesa, disuadiendo con ello a los clientes, por lo que el ambiente fue más propio de un martes cualquiera de otoño e invierno que de las vísperas navideñas. En los puestos de pescado y marisco se ofrecía más palometa, rapante o merluza que lenguado rodaballo o besugo, este último casi desaparecido y a “precios en lonja prohibitivos”, como aseguraba Mucha, que ni siquiera le pone cifra porque “varía cada día, y depende de la escasez del producto”. Una realidad que comparten otras vendedoras, que ni siquiera de aventuran a coger pedidos de algunas especies porque no garantizan que la habrá. “El mal tiempo complica el mercado”, apunta otra comerciante.

Centollas en uno de los puestos de Bueu.   | // GONZALO NÚÑEZ

Centollas en uno de los puestos de Bueu. | GONZALO NÚÑEZ / D.García/ G.Martínez/ F.G.Sas

En el recorrido por la plaza de abastos de Cangas, la centolla brillaba por su ausencia, al igual que el camarón, “muy escaso y entre 50 euros y ciento y pico, según el tamaño”. También se ofrecía cigala, berberechos o almejas, “dos o tres euros por encima de las últimas semanas”, aunque la vendedora garantiza la calidad, pero no que vaya a mantener el precio en los próximos días aunque el producto ya esté encargado. La merluza se presenta como alternativa para cenas con menor dispendio, pues está a la venta entre ocho y 13 euros el kilo, algo superior a los últimos días pero “más barata que hace veinte años”, apunta Laura, una veterana compradora que para luego en el puesto de bacalao, donde “lomos y medias hojas” han subido un par de euros, pero es un producto que cunde”, razona. En un puesto próximo, Mucha vende el coruxo más atractivo del día, un ejemplar de casi cinco kilos que para el cliente vale los 140 euros que cuesta.

La lonja de Bueu también ofrecía esta semana una insólita imagen de falta de actividad por culpa del mal tiempo. “Llevamos casi dos semanas sin subasta de centolla. A ver si esta tarde podemos tener algo y si la hay va a estar por encima de los 30 euros el kilo”, apuntaban desde la cofradía. Algunos barcos salieron ayer al mar a largar los aparejos para intentar pescar algo antes del fin de semana, aunque no está claro que tengan la oportunidad de levantarlos antes de Nochebuena.

Venta de bacalao en el mercado moañés.   | // GONZALO NÚÑEZ

Venta de bacalao en el mercado moañés. | GONZALO NÚÑEZ / D.García/ G.Martínez/ F.G.Sas

La imagen desangelada de la lonja se traslada a la cercana plaza de abastos, donde a mediodía era evidente la falta de movimiento con respecto a otros años. “Creo que la gente va a venir sobre todo el jueves y el viernes; el problema va a ser si esos días habrá algo”, apuntan desde el puesto de Peixes e Mariscos Campos. La centolla que se podía ver ayer en la plaza eran los conocidos como “cáncamos”, que son machos de gran tamaño. “Están a 18 euros el kilo y a lo mejor hace un par de semanas estaban a 12 euros, pero es que no hay más”, cuentan desde Peixes e Mariscos Sabela. Su responsable asegura que “en diez años que llevo aquí nunca había visto una situación así y nunca me había imaginado una complicación como esta”, explica. Una opinión que comparten desde otros puestos, como Mariscos y Bacalao Rosana.

El bacalao es precisamente uno de los productos más habituales, para preparar con coliflor en la cena de Nochebuena. Y este año no se ha librado del incremento de precios. “Ya nos lo han subido hasta cinco veces”, indican desde el puesto de Rosana. Otro de los puntos de la plaza en los que se vende este pescado es Salazones Paca. “Tuvo una subida media de unos 3 euros. Este año los lomos están a 18 euros y las hojas a 17. Además se nota que los clientes se miden mucho más a la hora de gastar”, explica su responsable.

Una situación que explica muy bien una de las pescantinas, Ana Simes. “Otros años la gente te hacía pedidos, pero este año nada. ¿Por qué? Pues porque no hay dinero que llegue con el aumento de costes en todos los lados. ¡Vaya sí se nota la crisis! ¿Quién dijo que no?”, explica de forma tajante. En su puesto vende especialmente pescado, pero siempre con una premisa: “Yo si el pescado está caro ya no lo compro para traer a mi puesto. Solo lo traigo cuando llega a un precio que considero que yo misma podría pagar”, afirma.

Subasta de la centolla, ayer en Cangas.   | // GONZALO NÚÑEZ

Subasta de la centolla, ayer en Cangas. | GONZALO NÚÑEZ / D.García/ G.Martínez/ F.G.Sas

En Moaña, por su parte, el principal problema ayer era la falta de marisco en la plaza de abastos: La flota había quedado amarrada el lunes por culpa del temporal de viento y lluvia y los pocos puestos que contaban con marisco lo despacharon “a primera hora de la mañana. Y eso que viene mucha gente a preguntar, pero suelen hacer encargos. El problema es que no nos podemos comprometer con mucho producto porque no sabemos con cuánto vamos a contar estos días”, explica Victoria Martínez, del puesto “Mariscos e peixes da ría-Victoria”.

Indica que sobre todo lo que más se demanda son “camarones, centollas y nécoras. El camarón subió un poco. Hoy hubo algunos lotes a 110, otros a 80 y otros a 60 euros el kilo en función del tamaño. La semana pasada llegó incluso a 130 euros porque se cogió camarón de más calidad. Hace un mes el mismo iba a 80 o 90 euros”.

En cuanto a la centolla, explica que “la buena se vendió entre 30 y 32 euros. Pero hace unas semanas ya estaba a 22 o 25 euros. No fue mucha subida”. En la nécora el incremento fue mayor. “Tuvimos alguna que se vendió a 70 o 80 euros el kilo. Lleva un mes a estos precios ya. Antes estaba a unos 45 euros. Pero el problema este año es que no hay mucho marisco. A ver si nos acompaña el tiempo para tener más producto”.

“Yo estos días vendo sobre todo rapante y palometa pero no hay mucha demanda. La merluza sí que subió, porque está a 10. La semana pasada vendí la del Gran Sol a 6 euros, aunque la de hoy es de pincho, no del Gran Sol”, apunta la responsable del puesto “Productos do Mar-Toñi”. También sobre la demanda del pescado, Victoria Martínez explica que “lo que mejor se paga es el besugo, pero está tan caro que solo lo compro por encargo. No me arriesgo a exponerlo y no venderlo, porque está inalcanzable”.

El puesto de venta de bacalao por excelencia, en el mercado moañés, es el de Isabel. “Este año vendemos a una media de 16 euros el kilo, aunque depende del tamaño. Estaba a 14,90 euros hace un par de semanas. La subida no es muy grande, pero sí que está algo más alto que hace un año”, concluye la placera, reconociendo que la demanda de bacalao estos días “es muy alta”.

Suscríbete para seguir leyendo