Ayer era sábado, pero para los percebeiros de Cangas no era fin de semana. Por lo menos no un fin de semana de descanso. Los profesionales salieron al mar a mediodía para poner rumbo al preciado islote de Agoeiro, al sur de las islas Cíes, en busca de un percebe exclusivo. El trabajo valió la pena. El marisco alcanzó por segundo año consecutivo su tope histórico, con una cotización máxima de 250 euros el kilo. No fue una parada testimonial, sino que el cliente se llevó cuatro cajas de diez kilos cada una. En otras palabras: 10.000 euros. Y eso sin contar los impuestos.
Este techo se alcanza cuando aún queda una semana para Nochebuena y Navidad, quizás un poco pronto. Pero en este caso los ritmos no los marcan los percebeiros ni el mercado, sino el mar. “Para los próximos días viene la combinación completa: mar, lluvia y viento”, explicaba ayer en la lonja de Cangas el presidente de la agrupación de percebeiros, Fernando Mariño.
Con estas previsiones meteorológicas los percebeiros de Cangas y de otras zonas de Galicia aprovecharon que muchos planes de explotación contemplan, de manera excepcional, la posibilidad de trabajar los sábados para ir al mar. “Va a ser imposible coger un percebe mejor antes de Nochebuena”, afirma de manera contundente Mariño. La agrupación de Bueu también salió al mar para trabajar en el archipiélago de Ons, pero subastará el producto mañana lunes.
Los percebeiros de Cangas salieron a mediodía con rumbo al islote de Agoeiro. Lo hicieron con tiempo suficiente para comprobar las condiciones del mar y desplazarse a una zona alternativa en caso de que no pudiesen desembarcar. Pero esta vez, a diferencia del viernes en As Osas, tuvieron suerte. Este islote está rodeado por una especie de cinturón de rocas o “cons” y los barcos pudieron acceder por la entrada norte, que era la que ayer ofrecía más abrigo. En total desembarcaron 50 personas, que fueron trasladadas en grupos de cuatro por dos lanchas.
La última vez que trabajaron en este lugar fue hace justamente un año. Desde entonces solo volvieron dos veces –en la primavera y en el verano– para comprobar el estado del recurso, que era excelente. Ayer los percebeiros pudieron coger sin problemas la cuota que tenían asignada (7 kilos por persona) y regresaron a tierra con 350 kilos de percebe.
Una vez escogido se dividió en dos categorías: grande, con un total de 180 kilos, y mediano. La subasta comenzó pasadas las 20.00 horas y había bastante expectación en la lonja canguesa.
La “cuenta atrás” para el marisco de mejor calidad arrancó en 350 euros y se paró al llegar a los 250 euros. Fue la agrupación de percebeiros de Cangas quien detuvo la subasta por encargo de la potente distribuidora internacional Makro, que así se llevó las primeras cuatro cajas a 250 euros el kilo. Las siguientes paradas fueron a 217,50 euros (dos cajas), 212 euros (dos cajas), 204 euros (una caja), 193 euros (tres cajas), 185 euros (tres cajas) y 183,50 euros (tres cajas).
Los precios dejaron un evidente poso de satisfacción entre los percebeiros, que no pudieron trabajar durante todo el mes de noviembre debido al mal tiempo. Y en lo que va de diciembre no llegan siquiera a una semana de trabajo.