El cerco de Bueu aliviado por mantener el cupo del jurel: “Es el 80% de nuestras capturas”

Los recortes en las cuotas se limitan al Cantábrico y no afectan a la zona que abarca de Fisterra al golfo de Cádiz | ”Una restricción así sería una condena, la muerte la flota”, dicen

La tripulación del barco "Marín de Bueu", ayer en el puerto de Bueu, antes de salir a pescar.

La tripulación del barco "Marín de Bueu", ayer en el puerto de Bueu, antes de salir a pescar. / GONZALO NUÑEZ

“Una condena”. “Sería el fin de nuestros barcos”. “Ya no compensaría salir al mar”. Son algunas de las opiniones de los armadores del cerco de Bueu, que ven con alivio como han esquivado por poco el recorte de cuotas aprobado por la Unión Europea (UE) para la pesquería del jurel. El acuerdo del consejo de ministros del sector de la pesca, celebrado entre el lunes y el martes en Bruselas, incluye que la pesca de esta popular especie en la zona VIIIc, que abarca desde el Cantábrico hasta las cercanías del Fisterra, ya no podrá ser dirigida, sino únicamente accidental. Los barcos de la zona IXa, desde Fisterra hasta el golfo de Cádiz no solo se salvan de esta limitación, sino que incluso ven aumentado su cupo en un 15%, hasta casi las 41.000 toneladas. “Si nos llegan a quitar el xurelo sería la muerte de nuestra flota”, afirma de manera tajante el armador del “Manolito III”, Manuel Blanco, de Bueu. No es una afirmación baladí porque el jurel puede llegar a representar hasta el 80% de las capturas anuales de la flota.

El puerto bueués es la base de seis embarcaciones del cerco: “Marín de Bueu”, “Xouba”, “Nuevo Cristo da Laxe”, “Dos Mil”, “Dos Meros” y el propio “Manolito III”. La mayoría aprovechan esta época del año para varar sus barcos y tomarse un descanso antes de volver al mar después de las fiestas navideñas. El único que sigue de momento es el “Marín de Bueu”, que ya cesó su actividad durante el mes de octubre. Su armador y patrón, David Simes, observa la decisión de la UE con una mezcla de alivio y pesimismo. “Si nos quitan el xurelo sería una condena a muerte, date cuenta de que se trata del 80% de nuestras capturas del año”, explicaba ayer antes de salir al mar.

El armador bueués, no obstante, teme los efectos que pueda tener la decisión de la UE sobre el Cantábrico y la parte norte de la costa gallega. Las zonas de pesca no son compartimentos estancos y los barcos, especialmente los de mayor tamaño, pueden moverse de unas a otras. “Aquí en Bueu somos una flota de barcos pequeños, pero en el Cantábrico hay embarcaciones grandes. Lo que va a pasar es que seguramente vendrán a la zona IXa y puede haber una sobreexplotación del recurso”, teme. Eso puede conllevar a que, pese al aumento en las cuotas, el cupo se pueda agotar antes de lo previsto. “Debería haber un reparto de cuotas abierto e igualitario entre las zonas pesqueras”, defiende el armador del “Marín de Bueu”.

El barco "Manolito III" saliendo del puerto de Bueu para iniciar una jornada de pesca.

El barco "Manolito III" saliendo del puerto de Bueu para iniciar una jornada de pesca. / SANTOS ALVAREZ

El hecho de que en el Cantábrico se permita únicamente la pesca accidental del jurel pondrá en graves aprietos a la flota de esos puertos. “Puedes volver a tierra con 70 cajas de boga o de cualquier otro pescado y con 30 de xurelo. Pero como no se permite la pesca dirigida lo que no puedes hacer es volver con 70 cajas de xurelo y 30 de boga”, ejemplifican.

Tensión, dudas e incertidumbre

Los últimos días han estado llenos de tensión, dudas e incertidumbre. El propio sector no tenía muy claro hasta donde llegaban las limitaciones aprobadas por la UE esta semana. “Nosotros vivimos fundamentalmente del xurelo”, insisten desde Bueu. Explican que hay momentos excepcionales, como el presente año, en el que la especie predominante es la sardina. “Entró muchísima cantidad, eran bancos enormes. Hubo un día que salimos del puerto y hasta llegar a fuera de Ons solo había sardina”, explica Manuel Blanco.

Ante esa avalancha de sardina el jurel permaneció más escondido y apenas sin moverse. “Solo hace unas semanas, cuando la sardina se metió en el interior de la ría para enterrarse y desovar volvió a salir el xurelo”, explican los marineros.

Esa abundancia de sardina en todo caso no compensaría un tremendo golpe al jurel como el aprobado por la UE para el Cantábrico. Los cerqueros de Bueu explican que el precio de la sardina es más inestable y cuando hay mucha cantidad baja de manera considerable, en una clara consecuencia de la ley de la oferta y la demanda. “Sin embargo, el xurelo se mantiene mejor y es muy raro que una caja baje de los 40 o 50 euros”, explican desde el “Marín de Bueu”.

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