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El mar vuelve a "comerse" el relleno del paseo de Bueu y provoca un socavón

El Concello valló ayer la zona del paseo en la que se localizó el socavón. | // GONZALO NÚÑEZ

El paseo marítimo de Bueu amaneció ayer con un nuevo socavón producido por la acción del mar. El boquete obligó a vallar la zona por motivos de seguridad y desde el consistorio tienen previsto remitir mañana mismo un informe a Portos de Galicia para advertir de la situación, al tiempo que se le solicita la adopción de las medidas necesarias para comprobar el estado del resto del frente entre la antigua Casa do Mar y la zona de Pescadoira.

El boquete se localiza a la altura de un tramo de escaleras de acceso a la playa y en las proximidades del antiguo muelle de Attilio, en un punto en el que el firme ya presentaba signos de hundimiento. La primera inspección revela que el agujero tiene sobre medio metro de profundidad. Toda esta zona es un espacio ganado al mar, que llega hasta el mismo muro del paseo. La primera fila de la base del muro de piedra hace tiempo que quedó a la vista y todo indica que el mar está “vaciando” el material de relleno que sostiene esta zona del frente marítimo. Una situación que no es nueva y que en el pasado ya obligó a reforzar el talud en el extremo más cercano a la nave de deportes náuticos.

La decisión de vallar el lugar afectado es una primera medida de urgencia adoptada por el Concello para garantizar la seguridad, pero desde la administración local pedirán a Portos de Galicia una verificación del estado general del paseo. Esa comprobación debería incluir una serie de catas a lo largo de todo este tramo del frente marítimo de Bueu para identificar si hay otros puntos con riesgo de hundimiento.

Desde el gobierno local sostienen que este nuevo socavón debe servir como un toque de atención para acelerar la segunda fase del proyecto de regeneración de la playa de Pescadoira, sobre el que existe consenso entre Concello y Portos. La intervención necesita la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Dirección General de la Costa y el Mar, que ya emitió su informe. Las conclusiones ofrecían una de cal y otra de arena. Por un lado, se considera que la obra propuesta es de “compatibilidad favorable”. Pero una compatibilidad sujeta a una serie de condiciones y recomendaciones. Una de ellas es la posibilidad de “desmontar mínimamente parte del morro” del dique de abrigo del puerto de Bueu con la intención de corregir el efecto de las corrientes marinas sobre el arenal.

Participantes en el último baño reivindicativo organizado por Anduxía, en enero de 2020, para reclamar la regeneración de los arenales de Bueu. SANTOS ALVAREZ

El espigón oblicuo de 60 metros, en el aire

La alternativa consensuada entre Portos de Galicia y el Concello de Bueu para afianzar con una segunda fase la recuperación de la playa de Pescadoira pasaba por la construcción de un espigón oblicuo semisumergido de 60 metros de longitud. La estructura arrancaría desde el antiguo muelle de Attilio en dirección hacia la Casa do Mar. Esta escollera tendría unos dos metros de altura y con la marea alta quedaría prácticamente sumergida.

El proyecto necesita forzosamente del permiso de Costas porque se trata de una modificación interior sustancial del puerto y requiere un informe de adscripción del dominio público marítimo-terrestre. El ministerio expresó sus dudas sobre la solución propuesta porque entiende que “no va a corregir el basculamiento actual de la playa en el contradique del puerto de Bueu, ya que reducirá la acumulación en el [lado del] puerto, pero no solucionará el problema”.

Desde la Dirección General de la Costa y el Mar atribuyen directamente a la ampliación del dique de abrigo el cambio en la dinámica litoral. El lugar donde se localiza el socavón detectado ayer se sitúa justo en la zona donde en la primera fase de la regeneración de Pescadoira se colocó una empalizada de madera. Una construcción que la propia acción del mar se encargó de engullir durante los últimos años.

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