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Veinte años de una obra que transformó (para mal) la Praia de Beluso

La Praia de Beluso, este mismo mes de agosto, con su costado sur convertido en un pedregal. | // ANDUXÍA

En septiembre del año 2001 Portos de Galicia comenzaba las obras del puerto y dique de abrigo de Beluso. Una actuación que supuso un profundo cambio en la zona y que acarreó indiscutibles daños sobre la Praia de Beluso, tal como reconocen los informes internos del ente público. Aprovechando este aniversario, la Asociación Ecoloxista Anduxía ha elaborado un informe en el que recoge los antecedentes del proyecto, su ejecución y posteriores efectos. Un documento que ha trasladado al propio ente Portos de Galicia y a Costas del Estado con el objetivo de que acometan un proyecto para subsanar los perjuicios causados sobre el entorno. “En caso de que no actúen no descartamos acudir a la Fiscalía de Medio Ambiente “porque apreciamos indicios de delito ecológico”, avanza el presidente de Anduxía, Jesús Framil.

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El documento elaborado por la asociación hace referencia a los distintos informes emitidos por los organismos competentes antes y después de la ejecución de las obras. La intervención consistió en la construcción de un dique de 280 metros de longitud, cuyo impacto sobre la Praia de Beluso “fue inmediato”. Tanto que incluso antes de inaugurar la obra fue necesario dragar el interior de la dársena “ante la cantidad de arena procedente del lado sur de la playa”, recuerdan desde Anduxía. El ente público Portos de Galicia tuvo que acometer una “obra de emergencia”, que consistió en la ampliación del dique viejo –con una prolongación de 30 metros– para evitar que las nuevas instalaciones portuarias quedasen inutilizadas por el basculamiento de arena.

El inicio de las obras en 2001, con el estado que presentaba entonces la Praia de Beluso. | // ANDUXÍA

Pese a ello, el desplazamiento de arena desde el sur de la Praia de Beluso hacia el norte (donde está el puerto) ha sido una constante durante estas dos décadas. La prueba más evidente y palpable es el pedregal en el que se ha convertido el extremo sur. Los informes encargados directamente desde Portos así lo corroboran. “[La playa] Está en equilibrio dinámico, afectada por la difracción que forma el polo del dique que provoca un transporte longitudinal de sedimentos de sur a norte, aumentando el ancho de la berma en su parte norte, apoyado en el muelle del puerto a expensas de una pérdida de sedimentos en la parte cercana a Punta Robaleira”, reconocía un estudio del año 2005. Otro documento posterior encargado nuevamente por Portos [en noviembre de 2007] cifraba ese trasvase de arena en más de 2.600 metros cúbicos. Una cantidad que casi quince años después Anduxía estima que se ha triplicado.

Una vista del puerto de Beluso, con el dique y el espigón. Gonzalo Núñez

Otro de los efectos apreciables a simple vista es que la berma o anchura de la playa en su extremo norte, que aumentó en más de 50 metros en estos 20 años, y la altura del propio arenal, que se incrementó en 1,5 metros. La consecuencia es que ese trasvase de arena ocasionó que la zona rocosa del lado norte, conocida como Os Carballiños, quedase completamente “soterrada” y la práctica desaparición del costado sur, convertido en un “pedregal inservible”, como atestiguan las fotografías.

El documento se puede consultar en el Facebook de Anduxía y concluye que la obra “es ilegal porque se incumplió la Ley de Costas”.

Una vista de la Praia de Beluso Santos Álvarez

Estudios contradictorios y un cambio de postura de Costas

La tramitación del proyecto se prolongó durante más de dos años, con un continuo ir y venir de informes entre Portos y Costas del Estado. Con la perspectiva que da el tiempo, algunos de ellos resultan sonrojantes, como aquellos que en 1998 pronosticaban un efecto “compatible-moderado” o incluso “positivo” sobre la Praia de Beluso. No obstante, un nuevo estudio realizado en octubre de 2000 por la consultora Hidtma – a instancias de Portos– ya advertía de un “basculamiento muy intenso [...] que implicaría la pérdida de grandes superficies de playa”.

Desde Anduxía denuncian que ese documento en su día no llegó a trascender ni se incluyó en el proyecto ni en la declaración de efectos ambientales. Un informe de Costas del Estado de agosto 1999 también advierte de que la mejora del puerto de Beluso “no [puede ser] con nuevos diques y espigones, cuyos efectos negativos ya son sobradamente conocidos”. El posicionamiento de Costas del Estado es fundamental porque debía autorizar la adscripción de 51.788 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre a usos portuarios e informa de manera desfavorable.

Las obras de construcción del paseo de la Praia de Beluso. Santos Álvarez

Una "ilegalidad manifiesta"

A pesar de ese informe en contra se procedió a adjudicar el proyecto, lo que desde Anduxía se considera como una “ilegalidad manifiesta” porque la Ley de Costas establece que la “aprobación de los proyectos llevará implícita la adscripción del dominio público”, algo que no ocurría en este caso. Es más, Costas del Estado volvería a ratificar su negativa con otro informe desfavorable en noviembre de ese mismo año 1999. No obstante, en mayo de 2001 Costas del Estado sí dio su visto bueno a la actuación. “Fue sin que se realizase ninguna modificación del plan original y con otro jefe de servicio”, denuncian desde el colectivo ecologista. Por eso, 20 años después del inicio y ejecución de las obras, desde Anduxía exigen a Portos y Costas que reparen el daño causado y valoren actuaciones en el dique de abrigo para disminuir sus efectos sobre la playa. “El puerto de Beluso es claramente un delito ecológico”, concluyen.

La asociación ecologista afirma que desde la administración autonómica se escudaron en las reivindicaciones del sector pesquero, que reclamaba abrigo para sus barcos, para acometer la construcción de un puerto deportivo. “Portos realizó varios intentos de trasladar los barcos pesqueros a Bueu, pero fue incapaz por las protesta del sector”, afirman.

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