La "ciudad" de Peinador echa el cierre hasta junio

Más de medio millar de trabajadores están afectados por la clausura de Peinador desde mañana

Los servicios básicos permanecerán al ralentí hasta el viernes 31 de mayo

El aeropuerto de Vigo baja la persiana. / Pedro Fernández

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Uno de los centros neurálgicos de Vigo baja las pulsaciones antes de pasar a hibernar en una situación anómala e histórica que llegará hasta el 31 de mayo. El aeropuerto de Peinador cerrará mañana sus puertas a los vuelos comerciales por las obras de repavimentación de la pista de aterrizaje.

Este “cerrojazo” no solo afectará a más de 80.000 pasajeros entre turistas, empresarios y vigueses, que verán desviados a Santiago más de 700 vuelos. También cientos de trabajadores se han visto obligados a coger vacaciones, días de permiso o incluso ERTEs para una situación que, pese a anunciarse el 31 de julio, no se ha concretado al 100%.

Solamente en el personal de Aena hay más de 80 empleados adscritos a la terminal, a la que tienen acceso –según datos tras la pandemia– otros 750 trabajadores de empresas externas en labores de mantenimiento o servicios. Cada sector de esta enorme “ciudad” situada en Puxeiros cuenta con su propia casuística y soluciones; y es que el cierre no será total. El personal del gestor aeroportuario seguirá realizando labores en el bloque técnico, incluyendo los controladores.

A ellos se suma el personal de seguridad –Guardia Civil– o el de Gardacostas de Galicia, cuyo helicóptero Pesca 1 seguirá operando desde su base. Para dar servicio a todos ellos el resto de servicios ofrecerán un servicio reducido que abarcará desde el personal de limpieza al de restauración de Enrique Tomás. La concesionaria cerrará dos de sus tres cafeterías y mantendrá un horario más reducido que las 18 horas actuales en la que sirve también comidas; provocando cambios en la veintena de trabajadores que tiene.

La ciudad aeroportuaria echa el cierre

Sabela Rodríguez, responsable de área de Enterprise: "Va a ser un mes complicado porque muchos clientes vienen en los vuelos, pero hay más del área y norte de Portugal" / Alba Villar

Esta no es la empresa más numerosa. Iberia, responsable de los servicios de handling de la terminal, cuenta con alrededor de 70 empleados, de los cuales casi el 95% se acogerá a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo ligeramente diferente al de la pandemia.

En otras aerolíneas la casuística es más diversa. En Air Europa –que regresará al aeropuerto de Lavacolla por primera vez en años– habrá personal trabajando allí y en Peinador de forma telemática. En otras aerolíneas como Ryanair no se ha permitido la movilidad entre terminales, que sí que se aplicará en algunas compañías de alquiler de coches con traslados provisionales a Santiago, Andalucía o Baleares,, y se repartirá este descanso entre vacaciones y excedencias.

La ciudad aeroportuaria echa el cierre

Roberto y Manuel, taxistas de Redondela: "Es una pérdida de ingresos importantes, esos 8 días al mes puedes venir aquí pero total para qué" / Alba Villar

Quienes sí que mantendrán abiertas sus oficinas son algunas compañías como Enterprise y National, ya que Peinador sirve como sede para todo el sur de Galicia. Su responsable de área, Sabela Rodríguez, detalla que será un “mes complicado porque muchos clientes corporativos vienen en los vuelos”; aunque confía en que su local en la estación de tren de Ourense se vea beneficiada por el trasvase al AVE. La oficina y coches del aeropuerto seguirán abiertas para dar servicio a los polígonos del área metropolitana y Portugal.

También cerrarán por completo la tiendas comerciales de la planta baja con revistas, comida y otros accesorios además de las ubicadas en la planta superior; donde al cerrarse la aviación comercial no habrá ningún tipo de actividad. Entre todos los corrillos de trabajadores se extiende el temor de que el cierre de 25 días se extienda más allá en el tiempo si la climatología no acompaña. Ante ello, la directora Ana Molés reiteró que van “con holgura” para que se finalicen los trabajos que tienen un presupuesto de 23,6 millones de euros.

Mientras tanto, los viajeros han aprovechado el último fin de semana con el aeródromo en funcionamiento hasta el mes de junio. El tráfico ya se ha reducido y aerolíneas como Iberia han limitado los vuelos a apenas tres frecuencias al día. Mientras, turistas, empresarios y vecinos hacen cálculos de cuánto les costará desplazarse a Santiago u Oporto durante estas semanas en las que la llegada de los trenes Avril será recibida como agua de mayo.

Conectividad limitada

Incluso el reparto del servicio del medio centenar de taxis entre los ayuntamientos de Vigo (50% del total), Redondela (30%) y Mos (20%) requerirá de ajustes. Los dos primeros municipios han optado por eliminar las “guardias” que les toca hacer de forma periódica ante la terminal. Mientras que en el caso olívico servirá para reforzar la oferta en la ciudad, en la villa de los viaductos asumen una situación más complicada.

“Esos días 8 días que nos toca no se subirá pero se tomó la decisión de que tampoco se puede trabajar abajo”, cuenta Manuel ante su vehículo y resume: “puedes venir aquí pero para qué”, por lo que mayoritariamente descansarán. Su compañero Roberto advierte de que habrá una “pérdida de ingresos muy importantes” ya que no tienen mercado suficiente en su municipio para bajar y pide esfuerzos para aumentar el número de destinos y frecuencias, especialmente las internacionales, de un aeropuerto que da trabajo y sustento a cientos de familias.

Quien sí que continuará como si nada es el transporte urbano, ya que Vitrasa mantendrá las frecuencias y operativa habitual de la línea A que conecta la Universidad, Plaza América, la Estación Marítima y Vialia con Peinador en un itinerario que alcanza los 25 kilómetros de punta a punta.

Con una treintena de frecuencias en cada día laborable, la concesionaria municipal confirma que “se seguirá haciendo parada en la terminal para dar servicio al personal que tenga que desplazarse hasta allí”, además de los vecinos del núcleo de población anexo o los desplazamientos al recinto ferial del Ifevi.

Esta situación contrastará con la conectividad al aeropuerto de Santiago, a donde se trasladarán los casi 700 vuelos comerciales cancelados en Vigo. Aunque se comprometió a ello el pasado verano, los plazos necesarios para licitar el contrato han hecho que el Concello descarte finalmente fletar lanzaderas hacia Lavacolla. Esta situación generó un notable malestar en el sector hotelero, quien estima una caída de al menos el 10% en la facturación y cree que esta solución “no está a la altura” de la ciudad.

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