El avión vence al tren dos años después de la llegada de la Alta Velocidad a Galicia

La línea de Vigo a Madrid pierde en la comparativa en precios, plazas y tiempos por el rodeo de Santiago

Renfe fía a los Avril mejorar los 1,8 millones de pasajeros del 2023

Pasajeros ante un Alvia en la estación de Vigo-Guixar este verano.

Pasajeros ante un Alvia en la estación de Vigo-Guixar este verano. / Alba Villar

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Aunque el primer tren AVE partió de la estación de Ourense, fue la estación de Vigo-Urzáiz el lugar de origen del primer servicio comercial de la línea de Alta Velocidad a Galicia inaugurada el 21 de diciembre de 2021 con todos los focos en la primera ciudad e indiferencia en la segunda. Dos años después, la situación persiste con el avión venciendo al ferrocarril en una ruta clave para la conectividad nacional e internacional de la ciudad en lo que a número de pasajeros, precios, ofertas y tiempos de viaje se refiere. Y es que los vigueses siguen pagando la decisión de Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento en 2003, de adjudicar por la vía rápida las obras de una nueva línea de Alta Velocidad a 350 kilómetros por hora entre Ourense y Santiago mientras el trazado hacia Vigo iniciaba una bucle de estudios –con la variante de Cerdedo como paradigma– del que todavía no ha salido. El sur de Galicia se quedaba sin red en “L” al priorizar la “T” actual, generando un inconveniente hace dos décadas que no podrá ser aliviado, como mínimo, hasta dentro de otra.

El rodeo de 50 kilómetros a través de la comunidad gallega provoca que los Alvia actuales (mejor tiempo de 4 horas y 16 minutos) no puedan competir con el avión (alrededor de la barrera de las tres horas sumando todos los trámites). Pero el órdago lanzado por Air Europa a comienzos de año –y que le ha llevado a batir su récord en Vigo– también hace que pierda en el número de plazas y los precios. Mientras que es habitual encontrar billetes de avión por debajo de los 40 euros, la tarifa media en tren ronda los 60 euros. Y es que las 69.000 plazas mensuales de media de los cuatro servicios directos con Madrid por sentido se quedan cortos frente al avión (80.000 entre Iberia, Air Europa y Air Nostrum) al tener que abarcar todo el corredor.

Al mismo tiempo, no son pocos los vigueses que se desplazan en su coche particular hasta Ourense para “recortar” la duración del viaje y disponer de más frecuencias, mermando así las estadísticas desde Vigo. Esto ha provocado que desde las altas instancias de Renfe se haya visto con preocupación este destino, lanzando ofertas para él que no son habituales en el resto de Galicia para atraer pasajeros.

Con 664.522 pasajeros registrados entre los aeropuertos de Peinador y Barajas hasta el 30 de noviembre, esta ruta continúa con fuerza como pulmón de la terminal olívica al sumar el 60% de su pasaje. Al final del año logrará acercarse a los 700.000 pasajeros, cifra inaudita desde 2009 en un momento en el que la relación por ferrocarril empleaba 7 horas y media y contaba con la mitad de frecuencias directas. Situación similar se da en el aeropuerto de Alvedro (694.657) pese a que A Coruña cuenta con más destinos en avión y mejores tiempos de viaje pese a estar más lejos de Madrid, siendo la mejor combinación en tren de 3 horas y media.

Y es que si hay una ciudad en la que el “Efecto AVE” se ha dejado notar es en Santiago, la gran beneficiada de la decisión política vivida hace 20 años. El aeropuerto de Lavacolla es uno de los dos con vuelos regulares –junto al de La Palma– donde caen los pasajeros (-9,5%) respecto a un 2022 en el que la aviación todavía no remontaba tras el COVID-19. Esta situación, ya vivida en ciudades como Valladolid, Sevilla o Valencia ha provocado que Iberia y Ryanair reduzcan el número de frecuencias semanales en esta ruta.

La salvación, en los Avril

Coincidiendo con este segundo aniversario de los servicios Renfe apunta a que se han transportado cerca de 3,6 millones de viajeros a lo largo del corredor entre Madrid y Galicia, lo que representa un ahorro medioambiental de 265.000 toneladas de CO2 y el consumo de más de 113 millones de litros de combustible al ser unidades eléctricas o híbridas.

Sin embargo, y pese a registrar aumentos del 9,2% en septiembre y 17,4% en octubre, la Alta Velocidad a Galicia se ha estancado al repetir los 1,8 millones de pasajeros de su primer año. Desde la operadora pública señalan que se trata de “un servicio muy demandado desde que se puso en marcha y esta demanda se ajusta desde entonces a la oferta disponible”. Y es que la ocupación ha sido alta durante ambos ejercicios debido a los constantes llenos los fines de semana.

Para poder aumentar estas cifras fían todo a los nuevos trenes Avril, ya que permitirán reducir en al menos 20 minutos el viaje, duplicar el número de plazas y ofrecer los servicios low cost de Avlo. Su llegada está prevista para el primer trimestre de 2024, pero está condicionada a la entrega por parte de Talgo. A su vez, está provocando que no se hayan sacado a la venta billetes más allá del 9 de enero en esta ruta.

Los lastres del ferrocarril

  • Rodeo de 50 km y una hora sin solución

    El desvío de los Alvia por Conxo estrenado en 2021 provoca que el tren siga sin ser plenamente competitivo con el avión.

  • Air Europa arriesga y gana este año

    La oferta récord de medio millón de plazas ha permitido a la aerolínea bajar los precios y atraer viajeros de punto a punto frente al tren, más caro.

  • Los Avril, necesarios para Renfe y la gente

    Para poder exprimir la línea y ampliar su mercado, Renfe aguarda desde hace dos años por los Avril, más rápidos y con más plazas que los Alvia.

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