Las cifras de la compraventa de vivienda en Vigo: más de 339 millones de euros

Se firmaron en 2023 más de 2.260 transacciones de viviendas, un 10% menos que en 2022

Por primera vez, más de la mitad se realizaron sin préstamo hipotecario

El sector espera que el nuevo PXOM funcione como revulsivo

Vista de edificios de Vigo, con la ría al fondo y el Halo en el centro.

Vista de edificios de Vigo, con la ría al fondo y el Halo en el centro. / Marta G. Brea

A la espera de la entrada en vigor del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que se prevé que llegue, por fin, el próximo año, y en un escenario de subida de tipos e inflación y encarecimiento de la financiación, la actividad inmobiliaria en la ciudad pierde músculo con respecto al año anterior. Según las cifras de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de Vigo (Asemi) y la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Vigo cierra 2023 con 2.262 operaciones de compraventa de vivienda libre, 264 menos que en 2022, por un importe aproximado de 339,3 millones de euros, lo que supone un tercio de la provincia. La mayoría las protagonizan los pisos y casas usados a falta de un instrumento urbanístico marco actualizado.

En trimestre de más actividad fue el segundo, con 750 transacciones de viviendas nuevas y usadas, seguido del último, con 600. En el primero y el tercero, se registraron cifras muy parejas: 589 y 587, respectivamente. Son un 10,5% menos en comparación con el año pasado. Entre los datos curiosos, destaca especialmente uno. Por primera vez, más de la mitad de las operaciones de compraventa de vivienda en la ciudad olívica, un 52%, se realizaron sin la ayuda de un préstamo hipotecario. “Esto refleja la apuesta de pequeños y medianos inversores por el mercado de la vivienda en Vigo para destinarla al alquiler vacacional, principalmente, por la seguridad jurídica y la rentabilidad”, apunta el presidente de Fegein y Asemi, Benito Iglesias.

Vigo es el municipio gallego en el que se vendieron más viviendas nuevas y usadas en 2023 y, a su vez, el que reúne la cifra más elevada de transacciones de este tipo de propiedades. Le sigue A Coruña, donde se registraron 2.115 operaciones, casi un 20% menos que en 2022, por un importe aproximado que alcanza 317.250.000 euros. La suma de estos acuerdos a nivel gallego asciende a más de 2.746 millones de euros, cantidad menor que la de 2022, de más de 3.225 millones. Por provincias, lidera la clasificación A Coruña, con casi 1.216 millones de euros. Por detrás, Pontevedra, con cerca de 1.011 millones; Lugo, con casi 294 millones; y Ourense, con más de 225 millones de euros.

transacciones viviendas W

transacciones viviendas W / Hugo Barreiro

“El comportamiento del mercado de la vivienda en Vigo sigue siendo positivo incluso en un contexto de debilidad económica, encarecimiento de los precios y subidas de los costes de financiación hipotecaria. La ciudad resiste y presenta el mejor comportamiento de todos los municipios de Galicia tanto en la compraventa de viviendas como en el arrendamiento debido a una demanda latente que no deja de presionar la oferta”, argumenta Benito Iglesias antes de indicar que el próximo año “debería ser el de la vivienda de protección oficial”, con el comienzo de la construcción en San Paio de Navia de las 1.600 viviendas a precio tasado, tanto en propiedad como alquiler.

El sector del ladrillo pronostica un cambio de tendencia en Vigo el próximo año a pesar de los contratiempos impuestos por el marco general, como el encarecimiento de la financiación o la subida de tipos, a raíz de la aprobación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal. El documento revisado llega hoy a la Xerencia Municipal de Urbanismo y se prevé aprobar provisionalmente en las próximas semanas, hito que imposibilitaría la caducidad del Instrumento de Ordenación Provisional (IOP), el cual permite al urbanismo de la ciudad olívica seguir latiendo y no depender exclusivamente del PXOM de 1993 y sus modificaciones.

Benito Iglesias asegura que “todas las miradas, tanto de inversores foráneos como locales, van a estar puestas en Vigo el próximo año, sobre todo, en el segundo semestre”, si se produce finalmente la aprobación definitiva del nuevo PXOM, que dispondrá suelo para levantar más de 51.000 hogares. “Debería ser un importante revulsivo para el sector de la vivienda”, abunda. Considera que las “grandes líneas” que marcarán el mercado inmobiliario de Vigo en 2024 serán las promociones de obra nueva y edificios rehabilitados, “que se tendrán que ajustar a las necesidades reales económicas de las familias gallegas”, y la vivienda de segunda mano, que “seguirá siendo la más vendida, principalmente, para su derivación al mercado de la vivienda en alquiler tradicional y vacacional”.

Más seguridad jurídica

El mes pasado, miembros del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra (Coatpo) destacaron la necesidad de la entrada en vigor de la revisión del Plan Xeral de la ciudad para mitigar la “inseguridad urbanística” actual, también motivada por el incremento “brutal” de las normativas, y aumentar la cantidad de solares disponibles para edificar viviendas, “prácticamente agotados”.

Avanzaron que la llegada del nuevo documento incrementará las inversiones en obra nueva de pisos y casas, pero no provocará un bum en esta dirección como los de antaño debido a la dificultad de acceder a créditos.

El acceso de los jóvenes, la “gran preocupación”

El acceso a la vivienda por parte de los menores de 35 años, tanto en compraventa como en alquiler, “sigue siendo el centro de la preocupación de todos los agentes económicos”, según alerta Benito Iglesias. Señala que se trata de un “reto conjunto” que merece una “firme apuesta por un mercado inmobiliario eficiente”.

Su receta: el aprovechamiento de los fondos europeos Next Generation, “asignatura pendiente de las administraciones”, para la rehabilitación del parque residencial y el consiguiente aumento de la oferta.

Benito Iglesias cree urgente “reducir el tiempo de espera por una licencia municipal, que, en el conjunto de Galicia, supera los 14 meses” –en Vigo, más de un año de media–. “Es inasumible para muchas empresas por el alto coste repercutido”, manifiesta.

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