Arquitectos técnicos alertan del retraso de licencias por la “inseguridad jurídica”

Es “muy complicado” obtener permisos antes de un año

Vaticinan que la dificultad de acceso a créditos ralentizará la construcción de obra nueva con el nuevo Plan Xeral

De izq. a dcha., Iglesias, Arias, Rañó y Freiría.

De izq. a dcha., Iglesias, Arias, Rañó y Freiría. / Borja Melchor

Es “muy complicado” obtener una licencia de obra en Vigo antes de un año desde su petición. Aporta este dato el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra (Coatpo), que alerta de la “inseguridad jurídica” en materia de urbanismo en la ciudad derivada de la existencia de diferentes normativas: el Instrumento de Ordenación Provisional (IOP) y el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de 1993, en vigor mientras se tramita la revisión de este último documento. Destaca que este escenario provoca retrasos en los permisos dependientes del Concello, sobre los cuales, en ocasiones, también deben pronunciarse otras administraciones.

Esta coyuntura es todavía más delicada tras la finalización de la suspensión de licencias el pasado 16 de octubre, un mecanismo que se activó dos años antes para evitar dar el visto bueno a proyectos incompatibles con el Plan Xeral en plena tramitación. Son, según aproximó a este periódico en septiembre la delegación viguesa del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), más de un centenar vinculadas al IOP y paralizadas por el secretario del Concello desde el pasado diciembre. Por ahora, el departamento municipal de Urbanismo, preguntado por FARO al respecto, no ha revelado más detalles. El BNG denunció “ocultismo”.

“Existe inseguridad jurídica por parte de los técnicos de Urbanismo y eso ralentiza la emisión de licencias”, destacaron desde el Coatpo en un desayuno informativo celebrado en su sede olívica, en la Praza de Portugal. Participaron el presidente de la entidad, Manuel Rañó, el delegado de Vigo, Antonio Arias, y los vocales José Iglesias y Pablo Freiría. Reseñaron la necesidad de la entrada en vigor de la revisión del Plan Xeral de la ciudad olívica para, precisamente, mitigar la inseguridad urbanística actual, también motivada por el incremento “brutal” de las normativas, y aumentar la cantidad de solares disponibles para edificar viviendas, “prácticamente agotados”.

Avanzan que la llegada del nuevo PXOM incrementará las inversiones en obra nueva de pisos y casas, pero no provocará un bum en esta dirección debido a la dificultad de acceder a créditos. A la espera, subrayan la importancia que cobran las rehabilitaciones en el sector, favorecidas en gran medida por las ayudas procedentes de la Unión Europea vinculadas con la mejora de las condiciones energéticas de los edificios. “Una comunidad puede llegar a recibir un millón de euros y tener que abonar solo 200.000 euros para acometer la reforma”, señaló el presidente del Coatpo, que hizo hincapié en la falta de mano de obra, principalmente, en albañilería: “Los sueldos son muy buenos, hay jornada continua y se trabaja de lunes a viernes”.

Otra materia que aborda el Coatpo es la inspección de inmuebles. Los representantes de la entidad comentaron que “muchos edificios” de la urbe y el área no superan el examen y, en el plano energético, sacan mala nota. Esto viene motivado por la falta de mantenimiento y la edad del parque inmobiliario: según los datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), más de la mitad de las viviendas tienen entre 20 y 49 años y más del 30% superan el medio siglo de vida. Muchas de estas están vacías –en torno a 20.000 pisos y casas– y los arquitectos técnicos reclaman la necesidad de rehabilitarlas para que puedan entrar inquilinos.

Equivalente a 1.200 árboles

El edificio situado en el antiguo enclave del cenobio franciscano de Areal, obra del renombrado arquitecto vigués Jenaro de la Fuente Álvarez, ejerce la misma acción purificadora que 1.200 árboles y es capaz de mitigar la contaminación equivalente a la generada por 264 coches gracias a la tecnología fotocatalítica. Lo consigue a través de un nanorrecubrimiento desarrollado por la empresa viguesa Galpi aplicado en 400 metros cuadrados de fachada.

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