Extrabajadores de Alfageme reclaman 1,6 millones a los administradores concursales

En un escrito al juzgado vigués se oponen a la rendición de cuentas al ver "injustificados" los 3,4 millones percibidos en total como honorarios por los tres profesionales del concurso

La antigua fábrica de Bernardo Alfageme en Bouzas.

La antigua fábrica de Bernardo Alfageme en Bouzas. / Marta G. Brea

Marta Fontán

Marta Fontán

El eterno concurso de acreedores declarado en abril de 2010 de la que fue una de las conserveras más importantes de la historia de Galicia se complica en su fase final. Los 90 extrabajadores de Bernardo Alfageme que este año reactivaron su lucha para reclamar el dinero que aún se les adeuda acaban de presentar un escrito en el Juzgado de lo Mercantil de Vigo en el que se oponen a la conclusión del concurso y, más concretamente, a la rendición de cuentas presentada por la administración concursal. Con lo que muestran su disconformidad, exponen, es con los 3,4 millones de euros que denuncian que han percibido en total en concepto de honorarios los tres administradores concursales –dos economistas y un abogado–, concretando que de dicha cantidad global, que supera a la que se destinó a deudas laborales, han recibido “indebidamente” 1,6 millones que ahora solicitan que reintegren de forma solidaria en la masa activa del concurso en beneficio de los acreedores. “Los grandes beneficiarios serían los extrabajadores y el Fogasa”, afirma Tomás Santodomingo, el abogado que representa a los demandantes y que expone que aún hay pendientes 3,8 millones de euros en deudas laborales que no llegaron a ser satisfechas. “Lo recibido en su día por la mayoría de antiguos empleados de la empresa no alcanza ni siquiera el 20% de lo que tenían reconocido por los juzgados laborales”, glosa este letrado.

Fue este febrero cuando los administradores concursales presentaron su informe en el que solicitan a la jueza la conclusión de este concurso iniciado hace 13 años una vez finalizada la liquidación de todos los bienes y derechos que tenía la conservera. Pero este amplio grupo de extrabajadores que están personados en el procedimiento judicial como acreedores acaban de interponer una demanda incidental contra la rendición de cuentas pidiendo su “desaprobación” y que se declare que los administradores concursales “han percibido o han pagado” entre los tres algo más de 1.663.000 euros (a razón de 554.634 euros cada uno) –o subsidiariamente 1.403.707– de la masa concursal “indebidamente”.

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Fue en 2010 cuando el entonces recién creado Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, declaraba el concurso de acreedores de la conservera <strong>Bernardo Alfageme</strong>, que tenía cuatro centros de producción –Vigo, Ribadumia, O Grove y Vilaxoán–. Y, a día de hoy, este procedimiento sigue vivo: en solo unos días cumplirá 13 años. A la espera de lo que ahora decida la jueza, estos son los hitos de un proceso concursal sin duda eterno.

Declaración del concurso de acreedores.

La declaración del concurso de Alfageme fue el 16 de abril de 2010. Tras la fase común se abrió la del convenio y se convocó junta de acreedores. Pero tanto esa fase del concurso como la junta fueron dejadas pronto sin efecto.

Apertura de la fase de liquidación.

En marzo de 2011 se pasó a la fase de liquidación, que se ha prolongado a lo largo de los años y durante la cual se subastaron numerosos bienes, entre ellos la fábrica de Bouzas, las factorías que había en Arousa o las marcas.

Sentencia firme declarando el concurso culpable.

El juzgado de lo Mercantil vigués primero, la Audiencia Provincial de Pontevedra después y el Tribunal Supremo finalmente, en una sentencia que ya era firme, declararon el concurso de Alfageme como culpable.

Petición de conclusión del concurso.

Los administradores concursales presentaron recientemente un escrito solicitando la conclusión del concurso. Pero los extrabajadores se han opuesto a la rendición de cuentas formulada. La magistrada debe ahora decidir el devenir del procedimiento.

De las subastas y ventas de los bienes y derechos de la histórica conservera se obtuvieron 19 millones de euros, de los cuales 13,1 millones se destinaron a créditos con privilegio especial –fundamentalmente las entidades bancarias–, otros 2,4 millones fueron en beneficio de los trabajadores y Fogasa y restaron 3,4 millones que son los que motivan el escrito que se acaba de presentar en el juzgado vigués y que está pendiente de admisión a trámite. “De los pagos efectuados en metálico, que fueron 5,8 millones descontando los pagos de los créditos con privilegio general que se realizaron por medio de la dación en pago de los inmuebles de la concursada, los administradores concursales se embolsaron el 65,197% de los importes líquidos abonados”, se afirma en el escrito, en el que, tras repasar las distintas fases del concurso y lo que legalmente está fijado en cuestión de honorarios, se concluye que a los administradores concursales les hubiese correspondido por persona 592.628 euros (1,7 millones en total) “en lugar de los 1.147.236 efectivamente recibidos” por cada uno de ellos. (3,4 en total).

Empresas "interpuestas"

Junto a esta cuestión, en la demanda se denuncia también que si bien legalmente se establece que los honorarios deben ser percibidos por los administradores concursales de forma directa –cuando la designación se realiza a personas físicas–, en este caso parte de dichos pagos se percibieron “por medio de empresas interpuestas”, en lo que supone “un claro fraude desde el punto de vista fiscal y un incumplimiento palmario de la normativa concursal [...]”.

A la espera de lo que decida la jueza, los litigantes interesan que este asunto se aborde en una vista en la que, como medios de prueba, junto al interrogatorio a los administradores concursales, se interesa que se recaben los movimientos bancarios de las cuentas de Alfageme intervenidas en el concurso.

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La demanda de los extrabajadores de Bernardo Alfageme se presenta contra una concreta cuestión que se incluye en el informe sobre la conclusión de concurso por insuficiencia de masa activa que tiene fecha de este pasado 10 de febrero y que suscriben los tres administradores concursales. Un escrito dirigido al juzgado y pendiente de la valoración de la magistrada que repasa los hitos de este procedimiento concursal abierto en 2010 que obtuvo la <strong>calificación de culpable</strong> y en el que, pese a las operaciones de liquidación efectuadas, no se pudieron cubrir todas las deudas existentes.

El escrito cita esas principales operaciones de liquidación, arrancando con la subasta notarial de abril de 2012 de la maquinaria de las fábricas de Vigo y de O Grove, por la que se obtuvieron 885.000 euros (incluido el IVA). Las <strong>marcas “Eureka” y “Peña”</strong> se adjudicaron ese mismo año por 355.000 euros, mientras que de bienes existentes en Cambados y Vilaxoán, así como de la marca “Miau”, resultó adjudicatario el Igape, que se reservó la facultad de ceder el remate a un tercero. Por más maquinaria de factorías de Arousa se obtuvo algo más de 981.000 euros en 2013, año en el que se vendieron también participaciones sociales y más marcas de la antigua conservera. Hubo asimismo una subasta judicial de una concesión administrativa en Beiramar y, en 2015, fue <strong>la puja de la histórica fábrica de Bouzas</strong>: salió con una valoración de 35 millones pero finalmente se la quedaron los bancos titulares de la hipoteca que tenía por 11,2 millones. Otra venta destacada fue la de las instalaciones de Porto Meloxo, en O Grove.

En cuanto a la ejecución de la sentencia que declaró el concurso culpable, en el informe se indica que si bien se solicitaron en “sucesivas ocasiones” averiguaciones patrimoniales de los condenados, la misma “resultó infructuosa”. El fallo judicial había impuesto a Gustavo Lago, familia expropietaria de la conservera, la devolución de un total de 11,8 millones a la empresa.

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