Dos de las marcas con las que operaba la fallida Bernardo Alfageme, Peña y Eureka, se subastaron ayer ante notario al margen del concurso público que busca reflotar la actividad de la histórica conservera. La primera de ellas, Peña, se quedó en manos de Conservas South West International Galicia (Coswinga) Sociedad Limitada, compañía cuyo administrador único es Julio Mengual, exdirector de Márketing de Alfageme cuando el promotor Juan Lago era todavía su propietario. Tanto los sindicatos CIG y CGT como empresas del sector presentes en la puja se refieren a Coswinga como una "empresa pantalla de los Lago", que han batallado hasta el último instante por mantener la propiedad sobre la conservera.

Según pudo saber FARO, esta empresa -creada en abril con un capital social de 3.000 euros- pagó 50.000 euros por la marca Peña. Este era su precio de salida, y "nadie más pujó por ella". Así lo confirmaron personas presentes en la notaría de Víctor Manuel Vidal Pereiro, en Nigrán, donde tuvo lugar la subasta. "Esa marca no vale nada, no entendemos para qué la quiere esa empresa", exclamaron directivos del sector conservero. Peña está libre de cargas y, al igual que en Alfageme, tiene proyección exportadora. La oferta de Coswinga hacía hincapié, precisamente, en la "vocación exportadora" de su proyecto. Asimismo, Mengual niega tajantemente que los Lago tengan "algo que ver" con esta compañía creada en Vigo.

A día de hoy Coswinga no posee plantas de procesado, de ahí que en el sector haya recelos sobre su interés en la marca y en los diseños adheridos a Peña. Esta firma, no obstante, sí puja por hacerse con las plantas de Vilaxoán y Ribadumia, que se adjudicarán próximamente.

La marca Eureka tuvo dos interesados. Pescamar optaba a hacerse con ella por su antigua proyección en Islas Canarias -lleva dos años fuera de lineales-, donde la conservera afincada en Poio es líder de mercado. Partía con un precio de salida de 180.000 euros, pero Conservas Calvo disparó su oferta hasta los 300.000 euros. Este fue el precio final, según fuentes consultadas por este diario.

Por otro lado, ayer el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) volvió a abrir la puerta a la subasta de tres bienes de Alfageme: las plantas de Vilaxoán y Ribadumia y la marca Miau. La Xunta es acreedora de la conservera por un importe de 32,3 millones de euros, de ahí que haya sido necesario que el Gobierno gallego ejecutase los avales. El Igape decidió rechazar el último recurso presentado por los Lago contra el concurso, que amenazaba con paralizarlo.

La decisión tomada ayer en consejo extraordinario permite a la Xunta analizar las tres propuestas presentadas para comprar los bienes. Los cántabros Grupo Consorcio, Pescamar y la propia Coswinga optan a hacerse con ellos. Aunque el Ejecutivo gallego emita un informe de opinión sobre lo que considera la mejor oferta, la decisión final es de la administración concursal.

La adjudicataria debe mantener 150 puestos de trabajo durante 5 años para hacerse con los activos en venta.