Arquitectos proponen definir el futuro de la vieja estación con un concurso de ideas

Creen que es una “oportunidad única de transformar la ciudad” y “fomentar la conexión entre barrios”. Se prevé que deje de funcionar el 17 de diciembre para abrir la de Vialia

Qué pasará con la estación de autobuses de la avenida de Madrid cuando se ponga en marcha la intermodal de Vialia, hito previsto para el próximo 17 de diciembre, sigue siendo una incógnita a falta de menos de dos semanas. Después de 33 años, el corazón de este emblemático edificio, un cajón de historias infinito, dejará de latir. La intención de las autoridades es insuflarle vida con propuestas que van desde un aparcamiento disuasorio a una zona verde, pasando por un centro intergeneracional. No está nada definido, por ello, los arquitectos piden paso: quieren que el futuro de la dotación se defina a través de un concurso de ideas.

El presidente de la delegación viguesa del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), Manuel Martínez, indica que la recuperación de la estación de autobuses de la avenida de Madrid una vez le ceda el testigo a la instalación de Vialia es “una oportunidad única de transformar la ciudad a través de la arquitectura”. “Es una zona donde se produce un corte entre los barrios de San Roque y Lavadores y la zona de la Sárdoma y A Salgueira. Un gran concurso de arquitectura, en el que se propongan soluciones para ordenar ese espacio, hacerlo amable y fomentar la conexión entre los barrios sería magnífico. Aportaría nuevas ideas y generaría un debate ciudadano muy positivo sobre cómo diseñar nuestro entorno”, explica a este periódico.

{"pollEmbed":{"title":"\u00bfQu\u00e9 uso le dar\u00edas a la vieja estaci\u00f3n de autobuses de Vigo?","id":"79601172"}}

Martínez defiende que un concurso de ideas en clave arquitectónica daría paso a un cambio de la zona y la vida de sus vecinos y de toda la gente que pasa por allí. Pone como ejemplos de éxito de este mecanismo el concurso de La Panificadora y el de la Ciudad de la Justicia. “Los arquitectos como profesionales y su Colegio llevamos años demostrando la importancia de nuestro trabajo y de un buen diseño para crear espacios de calidad que mejoran el lugar donde vivimos”, anota tras subrayar que la urbe es un “organismo vivo” que se transforma: “Es fundamental tener planes urbanísticos a largo plazo para ordenar decisiones estratégicas, pero, por otro lado, debemos tener mecanismos ágiles y flexibles que nos permitan reaccionar rápidamente ante estos cambios”.

Un espacio de ocio

El concurso de ideas también fue la opción escogida por el Concello para la recuperación de la fachada de la Praza da Igrexa situada frente a la Colegiata. El estudio Liqe Arquitectura ganó el certamen con su proyecto “Mutante”, que se traduce en un edificio transparente y versátil que extiende esta ágora del Casco Vello a través de un espacio con soportales. Propone que el inmueble acoja usos institucionales, pero también comerciales, así como actividades públicas en su pequeño auditorio y patio interior.

El arquitecto y doctor en Ingeniería Industrial Faustino Patiño, cuyo estudio pone su sello en la reforma del Círculo Católico de Obreros, firma el diseño de las heladerías Bico de Xeado y participó en la concepción de la escuela infantil A Veigadaña de Mos, reconocida a nivel internacional, aboga por “mantener la plataforma elevada que soporta la actual estación, de modo que, bajo esta, se resuelva la transición entre la circulación y la conexión supramunicipal y el entorno urbano”.

“Sobre esta parte, se puede recuperar el espacio público manteniendo su cubierta característica, un elemento iconográfico del acceso a la ciudad, y generar un amplio espacio público cubierto de ocio y disfrute con zona verde perimetral que actúe en escala de barrio”, explica antes de dejar claro que, en su opinión, “la demolición no es la mejor alternativa, pero tampoco la rehabilitación”. 

Desperfectos de una muerte anunciada. Pocos días después de cumplir 33 años –se inauguró el 15 de diciembre de 1989–, la estación de autobuses de la avenida de Madrid pasará a la historia. Llega al final del camino llena de heridas: goteras a las que se responde con cubos en el suelo, fallos en el funcionamiento de las escaleras mecánicas, numerosos locales vacíos y un aspecto que invita a pensar en una época pasada. | ALBA VILLAR

Desperfectos de una muerte anunciada. / Alba Villar

[object Object]

Pocos días después de cumplir 33 años –se inauguró el 15 de diciembre de 1989–, la estación de autobuses de la avenida de Madrid pasará a la historia. Llega al final del camino llena de heridas: goteras a las que se responde con cubos en el suelo, fallos en el funcionamiento de las escaleras mecánicas, numerosos locales vacíos y un aspecto que invita a pensar en una época pasada.

[object Object]

Xunta y Concello también chocan en el futuro de la estación de autobuses de la avenida de Madrid. Mientras el gobierno gallego apuesta por un centro intergeneracional –un espacio en el que se integrase una guardería y un centro de día–, el equipo de Abel Caballero apuesta en la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) –que se prevé aprobar de forma definitiva a finales de 2023– como un futuro parking disuasorio para aliviar el tráfico rodado, idea descartada por la Dirección Xeral de Mobilidade, dependiente de la Consellería de Infraestruturas.

Son opciones radicalmente distintas que evidencian, de nuevo, las fricciones entre ambas administraciones, las cuales ya se han enzarzado a causa de su propiedad: el Concello aseguró que los terrenos eran suyos y la Xunta lo desmintió poco después. Tanto el inmueble de la estación como la parcela, según se refleja en el escrito del Registro de la Propiedad n.º 2 de Vigo, pertenecen al ejecutivo de Alfonso Rueda.

La intención del Concello también es generar en la zona un gran espacio verde con parques, jardines y pistas para jugar, por ejemplo, al fútbol, baloncesto o ping pong.

Suscríbete para seguir leyendo