Las incautaciones en los prostíbulos de lujo de Vigo: drogas, fármacos, dinero en efectivo y documentos

La Policía Nacional enmarca la operación en el aumento de la prostitución durante los periodos de confinamiento

Chalet precintado la semana pasada en Tomás Alonso

Chalet precintado la semana pasada en Tomás Alonso / Alba Villar

R. V.

Días después de que un juzgado de Vigo ordenase el precinto de dos prostíbulos de lujo en la ciudad, la Policía Nacional ha dado a conocer algunos detalles sobre lo que se halló dentro durante los registros. Como adelantó FARO, en las viviendas, situadas en la Tomás Alonso y Ricardo Mella, se encontraron drogas, con las que presuntamente se traficaba para los clientes y que, llegado el caso, también debían consumir las mujeres explotadas sexualmente. También se incautaron de "importantes cantidades de dinero", de fármacos y de documentación relacionada con la logística y la actividad económica de la organización desmantelada.

La Policía Nacional enmarca esta operación, que afecta a otros inmuebles y que comenzó el año pasado, en un incremento de la prostitución durante los períodos de confinamiento y restricciones. Las fuerzas policiales también han detectado un desplazamiento de esta actividad desde los clubes de alterne y la vía pública hasta las “casas de citas” y “pisos de citas” que se amparan en la consideración legal de domicilio particular, para dificultar el control y la investigación policial.

De hecho, fueron varias las operaciones de este tipo ejecutadas a lo largo de los últimos meses. A lo largo del año 2021, por parte de UCRIF-Vigo (Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental), de la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Policía Nacional de Vigo-Redondela, se realizaron diversas actuaciones encaminadas al control de la actividad relacionada con la prostitución en las denominadas “casas de citas”, y la investigación de posibles delitos relacionados con la trata de seres humanos y la explotación sexual.

Dichas actuaciones, explica la Policía Nacional, dieron como resultado la desarticulación de diversas organizaciones criminales dedicadas a la explotación sexual de mujeres mediante el ejercicio coactivo de la prostitución.

Sobre estas viviendas situadas en Tomás Alonso y Ricardo Mella pesaba ya desde enero una orden de clausura y cese de actividad acordada por el Juzgado de Instrucción 3 de Vigo y que acaba de ratificar, en una resolución ya firme, la Audiencia Provincial de Pontevedra. ¿Los motivos? Una razón clave es la actividad ilícita que en las mismas se desarrollaba, con mujeres que eran “obligadas” a estar disponibles las 24 horas, a realizar “cualquier tipo de servicio sexual” que requiriesen los clientes y, si se daba el caso, a “consumir sustancias estupefacientes” con ellos. Pero también se busca “evitar” que esas casas continúen funcionando como prostíbulos. “Esta noche hay que volver a trabajar [a ejercer la prostitución] y a ganar dinero”, contó una de las testigos protegidas que les ordenaron el mismo día de la intervención policial que dio inicio a esta causa que está en plena fase de instrucción judicial.