Vigo recupera el músculo inversor privado en la construcción con casi 170 millones en 2021

La explicación: el 20 de septiembre de 2019 entró en vigor oficialmente el Instrumento de Ordenación Provisional tras su publicación en el Boletín Oficial de Pontevedra, que permitió desatascar el bloqueo urbanístico en el que estaba sumida una gran parte de la ciudad tras la suspensión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de 2008 a raíz de una sentencia del Tribunal Supremo. Este mecanismo es clave para afrontar obras de gran calado, como la reforma de la grada de Marcador del estadio de Balaídos o el nuevo edificio residencial sobre los terrenos de la antigua nave de Cordelerías Mar.

En 2020, año en el que el país vivió un confinamiento domiciliario tras la explosión de la pandemia del COVID-19, se ralentizó la inversión con la paralización de las actividades y el escenario de dudas generado por el panorama que se vivía en el campo sanitario. Ya en 2021, se recuperó el ritmo inversor a pesar de mantenerse las restricciones derivadas de la pandemia y la incertidumbre generada en el mercado laboral y en la situación económica. Entre las razones: la actividad embalsamada por el frenazo que supuso la irrupción del coronavirus, a la que se le dio salida una vez se superó la peor fase de la pandemia.

En este impulso a la inversión, jugaron un papel destacado las licencias de obras nuevas de edificios, naves y viviendas unifamiliares, así como las de actuaciones de reforma interior de los locales del Centro Comercial Vialia Estación de Vigo, que abrió sus puertas a finales del pasado mes de septiembre. Según los datos facilitados por la entidad de la Praza do Rei, se emitieron a lo largo de 2021 un total de 738 expedientes con licencias concedidas: 20 para la ejecución de edificios, 197 para chalés, 55 para demoliciones, 8 para naves industriales, 127 para reformas o ampliaciones, 22 para reformas comerciales, 89 para obras menores y 32 para parcelaciones. Además, se dio el visto bueno a 100 licencias de primera ocupación.

A estas cifras, hay que sumar los 3.596 expedientes de comunicaciones previas para actuaciones menores exentas de licencia aprobados por el Concello vigués. El documento permite poner en conocimiento de la administración pública los datos identificativos y demás requisitos exigibles para el ejercicio de un derecho o inicio de actividades como limpieza y pintado de fachadas, relevo puntual de material de cubiertas o terrazas, reformas en cocinas o baños que no modifiquen las divisiones interiores, mantenimiento del ascensor, etc. De este total, 312 comunicaciones se corresponden con reformas comerciales; 644, con el resto de reformas; y 2.640, con obras menores.

Una tendencia positiva

Queda claro que la tendencia del sector de la construcción es positiva. Lo destaca el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra (Aproin), Javier Garrido, que cree que es “muy relevante” no solo que las cifras vayan mejorando, sino también la previsión de que lo seguirán haciendo en los próximos años de la mano de grandes obras, como las que darán vida al nuevo Barrio do Cura, pero también gracias a intervenciones de menos peso, como la ejecución de edificios “de entre 30 y 40 viviendas”. “La aprobación del nuevo Plan Xeral –que se espera, aproximadamente, en 2023– reforzará esta tendencia y traerá mayor tranquilidad jurídica, un elemento importantísimo para que Vigo sea más atractiva para los inversores”, apunta.

El sector prevé un 2022 más potente: “Se crearán entre 3.000 y 5.000 empleos”

Mismo vaticinio traza el presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, que espera un “despegue mucho mayor” en 2022. “El número de licencias que se expedirán será brutal; este año y el próximo serán muy potentes para el sector, de máximo apogeo si no sucede una hecatombe. Si contamos los dos primeros polígonos de Navia, ya son unas 1.200 viviendas y más de 200 millones de euros de volumen de negocio”, apunta antes de destacar que, en el gremio, solo en 2022, se prevé una facturación en Vigo “por encima de 1.000 millones de euros y la creación de entre 3.000 y 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos”.

Benito Iglesias también cita las ayudas a la rehabilitación que llegan desde la Unión Europea, que son “muy importantes”: “Incentivan la compra de edificios para reformar; es clave que se canalicen de forma ordenada. Este año tiene todos los ingredientes para que sea el mejor del sector desde 2006 o 2007”.