El ansia de saber también se hereda

La mayoría de universitarios gallegos son hijos de al menos un titulado superior

Solo uno de cada cinco estudiantes procede de familias de perfil laboral bajo o sin ocupación

Acto de graduación de la promoción 2018-2024 de Medicina, en Santiago.

Acto de graduación de la promoción 2018-2024 de Medicina, en Santiago. / Antonio Hernández Ríos

Carmen Villar

Carmen Villar

Los padres aspiran a que sus hijos puedan vivir mejor que ellos y muchos depositan esa confianza en el rol de la educación como ascensor social, incluso quienes ya están en la parte de “arriba”, y estudios como el Informe de diagnóstico de la universidad española de la Fundación CYD de 2023 avalan esa fe al proclamar que “cuanto mayor es el nivel de estudios, mejores son las tasas de actividad y de empleo, y menor la tasa de paro”.

Aunque quedó atrás el tiempo en que los estudios superiores eran patrimonio de unos pocos y hoy en día quienes acceden a una educación universitaria proceden de familias en las que educarse supone seguir el ejemplo de sus padres, el estatus familiar aún cuenta y los universitarios que acceden a los campus desde hogares con trabajos no cualificados o sin empleo suponen uno de cada cinco.

En lo que a estudios de los padres se refiere, las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Universidades, referidas a la promoción que inició su periplo en la facultad en 2019, muestran que una mayoría (casi el 57%) de los jóvenes matriculados en las universidades públicas gallegas proceden de hogares donde tienen estudios superiores ambos padres (30,8%) o al menos uno de ellos (un 26,6%). Por superiores, el Gobierno entiende grados, másteres y doctorados y las enseñanzas de formación profesional, artes plásticas y diseño y deportivas superiores.

En el resto de los casos, los jóvenes de esa promoción serán, de culminar con éxito su paso por los campus, los primeros en colgar en la casa familiar un título de estas características. Por colectivos, el contingente más numeroso en Galicia es el de aquellos cuyos dos progenitores culminaron estudios medios –como la ESO, FP básica y de grado medio o Bachillerato–: constituyen el 34,5% del alumnado. Serían minoría, en cambio, quienes vienen de familias donde solo el padre o solo la madre tienen estudios medios y no llegan a dos de cada cien aquellos cuyos ascendientes se quedaron con Primaria.

La ocupación de los padres influye

Universidades completa su análisis del estatus familiar de origen con el examen de las ocupaciones paternas y maternas, que divide, siguiendo al INE, en altas, medias y bajas, en función del nivel de trabajo y de la especialización de las competencias del empleo que desarrollan y que parte, en la base inferior, de trabajos poco cualificados. La diferencia va más allá de las habilidades: las ocupaciones altas ganan casi el doble que las bajas.

perfil hogar W

perfil hogar W / Hugo Barreiro

El grueso de estudiantes que llenan las aulas gallegas en títulos de grado, casi uno de cada cuatro, procede de hogares donde uno de los progenitores tiene una ocupación que encaja en la definición de alta. Además, casi un 16 por ciento de inscritos procede de casas donde ambos tutores trabajan en empleos de estatus alto. Quienes viven en hogares de ocupaciones “medias”, sea el caso de los dos ascendientes o de uno, sumarían un 36% y los criados en familias con progenitores en la parte más baja de la tabla o desocupados constituyen uno de cada cinco inscritos.

"Predisposición" a carreras según la familia

En “El perfil socioeconómico del estudiante universitario en España, el Ministerio de Universidades apunta una “clara” conexión entre ocupación y estudios de los padres. Entre sus conclusiones figuran, por ejemplo, que los alumnos con familias con perfiles altos muestran una “mayor predisposición” a matricularse en los ámbitos de Ciencias, Ingeniería, industria y construcción y Ciencias de la salud, en especial, Medicina, carrera que dura más años que la media e implica muchas veces, como ocurre en Galicia, donde solo hay una facultad, el desplazarse fuera del hogar y, por tanto, más gasto. Asimismo, ese alumnado tiene “un mejor rendimiento académico” en general. Al contrario, los perfiles medios o bajos tienen “más probabilidades” de orientarse a Artes y Humanidades y Educación y los bajos presentan tasas superiores de abandono y de dedicación parcial al estudio por tener que conciliarlo con trabajo o cargas familiares. En Galicia, el alumnado de Ciencias de la Salud concentra el mayor porcentaje de ambos padres con titulaciones superiores (un 36%) –seguido del de Ciencias y el de Ingeniería– y de los dos progenitores con ocupaciones altas (20,3%).

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