Sanidade detecta irregularidades en una de cada tres inspecciones en materia de salud pública

El pasado año se realizaron 32.000 controles en establecimientos alimentarios, abastecimientos de agua, piscinas o zonas de baño

Inspectores de Sanidade en una visita a una lonja.

Inspectores de Sanidade en una visita a una lonja. / Alba Villar

Paula Pérez

Paula Pérez

Cuatrocientos veterinarios y farmacéuticos, dependientes de la Consellería de Sanidade, velan por la salud pública de los gallegos con inspecciones a establecimientos alimentarios, infraestructuras de abastecimiento de agua para consumo, almacenes de productos químicos, piscinas, zonas de baño o instalaciones con riesgo para propagar la legionella, por ejemplo. El pasado año se realizaron más de 32.000 controles. De esas actuaciones, el 66 por ciento fueron favorables o se encontraron deficiencias leves. Pero en un 34 por ciento de los casos se hallaron irregularidades que subsanar.

Es decir, los técnicos dependientes de la Dirección Xeral de Saúde Pública detectaron 10.800 deficiencias en estos controles. En estos casos, se acostumbra a dar un plazo para que se subsanen estas anomalías. Y en caso de que no se corrijan se inician requerimientos o se abren expedientes sancionadores.

Auditorías

Pero además Sanidade también realiza auditorías sobre el funcionamiento de estos programas de inspección. “No todas las comunidades autónomas tienen este sistema de calidad y realizan auditorías internas de su sistema de inspección alimentaria: solo nueve autonomías lo hacen”, explica la Consellería de Sanidade.

Pero además también se someten al proceso auditor los programas de sanidade ambiental, ámbito en el que Galicia es pionera.

Este sistema de auditorías se lleva a cabo por parte de un grupo de inspectores veterinarios y farmacéuticos que auditan demarcaciones territoriales distintas a aquellas en las que trabajan habitualmente. Su trabajo es identificar áreas de mejora en la realización de estos controles en materia de salud pública.

En el quinquenio 2021-2025 se realizaron 46 auditorías internas a estos sistemas de inspección. Seis de cada diez controles terminaron en conformidad y el 40 por ciento en “no conformidad”, lo que significa que hubo que impulsar un plan de medidas para corregirlo.

Entre los incumplimientos detectados, según explican desde Sanidade, hay varios de tipo documental, por ejemplo, protocolos no actualizados o para los que faltan directrices concretas, documentos que no se subieron a la plataforma informática porque se archivaron en formato papel o duplicidad de registros, entre otros.

Medidas correctoras

En estos casos se proponen medidas correctoras que pueden consistir en la formación del personal en alguna técnica o requisito específico para mejorar la labor de inspección, en la revisión de censos, la eliminación de registros o el desarrollo de aplicaciones para la obtención de indicadores y evaluación posterior de esos indicadores.

Estos controles sobre las inspecciones en materia de salud pública garantizan que todas las actuaciones se realizan conforme a la normativa vigente y cumpliendo “rigurosos estándares de calidad, lo que proporciona a la ciudadanía una mayor confianza en la calidad del sistema”.

Un paso más en la búsqueda de esta calidad en el servicio de inspección es conseguir la acreditación ENAC según la norma ISO 17020: 2012. Si Galicia consigue esta certificación sería la primera comunidad con un reconocimiento a la calidad del servicio de inspección de salud pública.

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