Los últimos “supervivientes” del rural: en un millar de núcleos ya solo queda un vecino

Esta cifra se duplicó desde principios de siglo | Los residentes que quedan acostumbran a ser hombres y de avanzada edad

Aldea prácticamente deshabitada en A Estrada.   | // FDV

Aldea prácticamente deshabitada en A Estrada. | // FDV / belén teiga

Belén Teiga

La población mengua en las zonas rurales de la comunidad y para muchos el simple hecho de tener vecinos con los que cruzarse a charlar un rato o pasear ya no es una realidad. Más de un millar de núcleos de población en Galicia cuentan con tan solo un habitante, lo que en muchos casos va aparejado, también, a una desaparición de servicios como el transporte público. Son datos extraídos del Padrón Continuo por unidad poblacional realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las cifras que proporciona el organismo público se refieren, de manera concreta, a cualquier área habitable del término municipal claramente diferenciada dentro del mismo. La provincia de Lugo se sitúa a la cabeza a nivel estatal con el mayor número de lugares en los que vive una sola persona pues llega a los 560. La sigue A Coruña con un total de 353. Pontevedra se lleva la mejor cifra dentro de la comunidad y es que el INE registraba a principios de este año menos de 50 núcleos en esta situación, mientras que en Ourense son unos 110.

Estos datos contrastan de manera notable con los de otras comunidades como el País Vasco que, en su conjunto, solo cuenta con cinco núcleos con un solo habitante. La baja natalidad, la despoblación y el éxodo hacia las urbes son algunas de las causas que tienen como consecuencia la desaparición de aldeas, que se ve abocadas a desaparecer.

Sin relevo

“Generalmente son personas de avanzada edad. Nos preocupa porque no tienen a nadie de quien echar una mano si tienen un problema”, apunta el alcalde de Val do Dubra (A Coruña) sobre los habitantes de estos núcleos. Situación similar es la de Rodeiro (Pontevedra) donde su alcalde, José Luís Camiñas, explica que muchos núcleos, como Villarabid, siempre fueron pequeños, “con tres o cuatro viviendas”, y que es la ausencia de relevo generacional la que hace que en ellos solo viva una persona o, incluso, estén deshabitados. “La gente joven se marcha a otros puntos de Galicia, de España o fuera. Aquí, en un sitio con mucha ganadería, casi no hay relevo”, indica.

En esto coincide, el regidor del ayuntamiento ourensano de Manzaneda, Amable Fernández, que señala que “la mayoría son jubilados”, al tiempo que remarca que “es difícil mantener a la gente”. “Aunque lo intentemos, aquí hay pocas oportunidades de trabajo y el que hay es de baja cualificación. Si hubiese empleo cerca, se iría menos gente, porque en la aldea siempre se está mejor”, reflexiona Amable. Manzaneda cuenta actualmente con menos de mil habitantes, con una tendencia a la baja en los últimos años.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística muestran que en la mayoría de estos núcleos el único residente que continúa viviendo allí es un hombre. Son entorno al 60%.

Mejoras

Los ayuntamientos trabajan día a día para tratar de paliar los efectos de la despoblación y llevar a todos los rincones de su territorio la mayor cantidad de servicios posibles. ”Mantenemos los servicios lo máximo posible y las carreteras están limpias. Hay que ayudar a estos núcleos, no discriminarlos”, asevera el alcalde de Manzaneda.

“Intentamos llevar a cabo mejoras. De hecho, tenemos varios proyectos en marcha, aunque sin lugar a dudas lo más importante son los servicios básicos como la traída del agua, los alcantarillados o también la fibra óptica”, subraya Diego Luís Díaz. Así, apunta que otro de los problemas de estos núcleos es la falta de transporte, “pero se escapa de las competencias municipales”.

Por su parte, Camiñas hace hincapié en la falta de vivienda. “En Rodeiro no hay casa en venta”, afirma. En este sentido, asegura que desde el Consistorio propondrán a la Xunta la construcción de inmuebles públicos. “No tenemos los servicios que tiene una gran urbe, pero aquí hay otras cosas”, insiste el alcalde que apunta que, en su caso, hay municipios más grandes cerca como Chantada o Lalín a los que se puede llegar rápido para acceder a otros servicios, como puede ser una piscina cubierta.

El número de núcleos con un único habitante ha ido creciendo en los últimos años. En el año 2000 no alcanzaban las 500, lo que supone que la cifra se ha duplicado desde el inicio de siglo.