Galicia suma 6.000 vecinos más en un año, el mayor aumento del padrón desde 2010

Los residentes extranjeros marcan un máximo al superar los 147.000 y evitan que la comunidad pierda población tras experimentar el mayor impulso en dos décadas

Gente paseando en la calle Príncipe, en Vigo

Gente paseando en la calle Príncipe, en Vigo / José Lores

Carmen Villar

Carmen Villar

Galicia sumó en el último año seis mil vecinos, la cifra más elevada de crecimiento desde 2010, gracias al empuje de la población extranjera. Sin una inyección extra de más de 18.600 ciudadanos foráneos, habría tenido que restar a su padrón más de 12.500 habitantes, que es lo que cayeron los residentes con nacionalidad española. Con todo, si bien los datos provisionales de población relativos al 1 de julio de 2023 avanzados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) son más optimistas para las cuentas demográficas gallegas que los que reflejaban un primer trimestre de estancamiento, en el ranking autonómico el impulso poblacional en la comunidad se queda en las posiciones de cola y el crecimiento es al ralentí, con solo un 0,22 por ciento más de población que en julio de 2022.

A 1 de julio, según avanza el INE, la población gallega sobrepasaba la barrera de los 2,7 millones de habitantes –en concreto llega a los 2.701.631–, después de sumar en un año, desde el mismo mes de 2022, un total de 6.116 personas. No obstante, en población total la Galicia de 2023 se mantiene en los puestos de retaguardia si se la compara consigo misma en la evolución experimentada desde 1971: el dato más reciente es el undécimo más bajo. Sería negativo si la comunidad no registrase en el último año, entre julio de 2022 y julio de 2023, un crecimiento de 18.691 ciudadanos extranjeros más.

De hecho, Galicia marca un máximo de residentes de nacionalidad extranjera al menos dos décadas al contar con un total de 147.628 pasaportes foráneos en su padrón, gracias también al mayor crecimiento experimentado por ese colectivo desde al menos el año 2003. No obstante, aunque el peso del colectivo foráneo representa ya el 5,4 por ciento de la población –el doble si se tienen en cuenta a los nacidos en el extranjero, al margen de su nacionalidad–, la comunidad no es su destino preferido. En proporción, Galicia es la segunda autonomía que menos recibe, tras Extremadura, donde suponen menos de un 4 por ciento. En Baleares sucede justo lo contrario: son uno de cada cinco habitantes.

Aun así, el censo gallego crece al ralentí: de quinto por la cola de España

En los grupos de edades de entre 25 y 29 años y de entre 30 y 34 años, el peso de los extranjeros sube de esa media en Galicia, al representar un 12 por ciento de la población en esos tramos. Por provincias, es Ourense en donde los ciudadanos sin nacionalidad española pesan más sobre el total, con el 6,8 por ciento, mientras en Pontevedra sucede lo opuesto: no llegan al 5 por ciento, aunque en números absolutos rocen los 46.800.

Galicia no es la única que debe el crecimiento del último año a los extranjeros. En general, y solo teniendo en cuenta los datos del último trimestre, la población de España aumentó en más de 135.000 personas entre abril y junio de este año, marcando un valor máximo en la serie histórica, mientras que en términos interanuales ese crecimiento estimado sería de más de 537.000. El INE señala que “casi en su totalidad” el incremento trimestral obedece al aumento de residentes nacidos en el extranjero.

En el segundo trimestre de este año, la estimación de crecimiento afecta a todas las comunidades autónomas y a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, si bien hay diferencias entre el casi 0,6 por ciento que aumenta la población balear y el 0,09 en el caso de la gallega. Solo Castilla y León, Ceuta, Asturias y Extremadura registran subidas más limitadas. El dato en números absolutos de crecimiento interanual, con 6.116 vecinos más, sería la cifra más alta en 14 años, diez de ellos con cifra negativas.tivas.

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