Casi la mitad de los pensionistas de Galicia vive bajo el umbral de la pobreza

La comunidad gallega se sitúa a la cabeza de España con más jubilados en riesgo de penuria económica

Y es, junto a Cataluña, la única autonomía donde esta tasa empeora

Una persona pide limosna en una calle de Pontevedra

Una persona pide limosna en una calle de Pontevedra / GUSTAVO SANTOS

Paula Pérez

Paula Pérez

Pese a que la tasa de pobreza se redujo con carácter general en Galicia el pasado año, los pensionistas gallegos sufren, sin embargo, cada vez más penurias económicas. El 47,2 por ciento de los perceptores de estas prestaciones en la comunidad vive bajo el umbral de la pobreza, una cifra que además se ha incrementado en 0,9 puntos respecto a 2021. De hecho, la autonomía gallega está a la cabeza de España con un mayor porcentaje de mayores en esta situación y además ha sido la única, junto a Cataluña, donde la situación ha empeorado en el último año.

Así lo revela el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, que llama la atención sobre el crecimiento de la tasa de pobreza entre los pensionistas gallegos. Se considera que las personas son pobres si viven en un hogar cuyos ingresos son inferiores a 10.088 euros por unidad de consumo (840,6 euros al mes).

Con datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, están por debajo de este umbral casi la mitad de los pensionistas gallegos: alrededor de 380.000 perceptores tanto de pensiones contributivas como no contributivas. Esto se explica por las bajas prestaciones que se cobran en Galicia.

De hecho, la comunidad sigue siendo la segunda con las pensiones más bajas de España. La razón está en los inferiores salarios que se perciben en relación al resto del país, consecuencia en buena medida de una estructura productiva en la que pesa más el sector primario –agricultura, ganadería, pesca–, donde la remuneración es, en general, inferior a la de industria o servicios.

Así, mientras en España la tasa de pobreza entre los pensionistas se situó en el 34,6 por ciento –frente al 35,5 por ciento del año anterior– en Galicia está 13 puntos por encima. En el extremo contrario, están comunidades como Navarra o País Vasco con solo el 26,1 y el 23,8 por ciento de población mayor bajo el umbral de la pobreza, respectivamente.

Pero Galicia, además de tener el mayor porcentaje de pensionistas, en riesgo de sufrir penuria económica, es la única región donde su población no ha mejorado la renta media real de la que disponía en 2008, según los cálculos de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.

El ingreso medio por persona en la comunidad gallega se situó en 2022 en 12.352 euros. Esto supone un crecimiento del 7,8 por ciento respecto al año anterior. Y si se compara con el año 2008 el incremento en la renta media de cada gallego asciende a 2.870 euros.

Sin embargo, estos ingresos no se pueden comparar sin tener en cuenta el aumento del coste de la vida. La inflación empezó a dispararse el pasado año llegando a alcanzar máximos históricos en el mes de julio. Así pues, aunque los gallegos ingresen más dinero realmente han perdido poder adquisitivo.

El IPC nacional entre enero de 2008 y enero de 2023 se incrementó un 29,6 por ciento. Si se adapta la renta per cápita de Galicia de 2008 a la inflación, esta pasaría de 9.482 euros a 12.289. Y ahora los ingresos medios por persona se sitúan en 12.352 euros, es decir, se necesitarían 63 euros extra para alcanzar la capacidad de consumo medio de la renta que obtenía cada gallego hace 14 años.

Pero estos valores están calculados con el IPC nacional. Sin embargo, en Galicia la inflación fue mayor: creció un 31,4 por ciento. Si se aplica este incremento la pérdida de capacidad adquisitiva de cada gallego en relación a 2008 ha sido de 107 euros.

Esto contrasta con otras comunidades donde el incremento de la renta media, incluso tras adaptarlo al IPC, supone mejoras de hasta 2.102 euros anuales, como ocurre en el caso de Baleares.

Los gallegos perdieron al año 107 euros de poder adquisitivo

Galicia es además la séptima autonomía con menor renta media per cápita, solo por delante de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Canarias, Andalucía, Murcia y Extremadura. De hecho, un gallego ingresa al año 656 euros menos que la media nacional.

El dato positivo es que, además de reducirse la pobreza con carácter general en Galicia, también baja el número de gallegos que se encuentran en el estrato más bajo de ingresos –rentas inferiores a 7.206 euros anuales–. Son solo el 7,6 por ciento de la población, una cifra que supone un descenso de más del 16 por ciento respecto a 2009. Y, mientras, aumentan un 20,6 por ciento los que ganan más de 31.521 euros anuales.

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