Los viejos oficios: Lupe Soto, miniaturista
Menudas obras
Las piezas de Lupe Soto lucen en belenes de todo el mundo. Además de figuras para nacimientos, esta artesana de Nigrán lleva el arte de la miniatura a máximas cotas en forma de libros o recetarios tan reales como minúsculos
Son piezas que llaman la atención no solo por su pequeño tamaño, también por su realismo. Minúsculos objetos que Guadalupe Soto aviva con la destreza de sus manos para elevarlos a la categoría de arte. De eso se encarga esta miniaturista residente en Nigrán miembro de la Federación Española de Belenistas y una de las escasas artesanas de Galicia dedicadas a la representación de los tradicionales nacimientos. Sus figuras lucen en belenes monumentales y particulares repartidos por países de todo el mundo.
La afición le viene desde niña y el tiempo no ha hecho sino mejorar su técnica, que incluye escultura, dibujo y pintura. Además de participar en exposiciones –en las que tiene varios primeros premios–, su obra se fue conociendo y forma parte, entre otros, del nacimiento de Morovis, el más famoso del Caribe, para el que le encargan unas quinientas piezas. Se trata de una localidad de Puerto Rico donde vive el médico español Francisco del Río Ferrer quien desde que llegó al país en 1967, exportó la tradición. Son belenes de más de dos mil figuras encargadas a distintos artesanos, entre ellos, Lupe. El portal de Belén del doctor marca el comienzo de la Navidad en la ciudad puertorriqueña, a la que acuden miles de turistas para verlo.
Guadalupe Soto es la artífice de las figuras de cientos de nacimientos. Puede hacer más de mil piezas diferentes al año, todas únicas porque están hechas a mano. Elabora animales de todo tipo como palomas –de 1,5 a 3 cms., dependiendo de la proporción del belén–, perros, gallinas, pavos reales, ovejas, bueyes, patos… También frutas en sus cestos, alimentos u oficios como herreros, pastores o panaderos. Y todas sus representaciones se suelen ir fuera de Galicia.
Empezó trabajando el barro pero después se pasó a las arcillas poliméricas, más rápidas de secar y de gran dureza. Soto es una artista de las microesculturas que da vida a los belenes que empieza a preparar un año antes. De hecho, es en diciembre cuando comienzan los encargos. No solo de figuras de nacimientos, también de libros en miniatura, casi siempre personalizados para aniversarios, comuniones o bodas. Lo mismo que los recetarios de cocina, perfectamente legibles con sus ingredientes y proporciones. O la colección completa de Harry Potter, o lo que le encargue cada particular. Un mundo en diminuto que no suele superar los tres centímetros pero real al detalle. Madrid es una de las ciudades desde donde recibe más encargos esta vecina miñorana que tiene otra especialidad, las aves exóticas, especialmente los pavos reales, coloristas y minuciosos, como las abubillas u otros ejemplares.
No importa la época del año que sea. Los belenistas lo son los doce meses y siempre están pensando en cómo mejorar y hacer más artísticos sus nacimientos. Lupe encarna una artesanía que escasea en Galicia aunque ella intenta difundirla y que siga viva.
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