Entrevista | Enrique Fontán Presidente de la Confederación Española de Talleres

Presidente de los empresarios de talleres: “Un taller de hoy es como una oficina y queremos atraer a los jóvenes, también chicas”

“Ahora mismo podríamos dar empleo a 6.000 personas más”

“Este año hemos formado a 400 asociados en electrificación”

Enrique Fontán, presidente de ATRA y Cetraa, ayer en Vigo.

Enrique Fontán, presidente de ATRA y Cetraa, ayer en Vigo. / José Lores

El vigués Enrique Fontán goza de amplia experiencia en el sector de la reparación y el mantenimiento de vehículos, entre otras cosas como su representante a nivel provincial y nacional. Presidente desde hace años de la Asociación Autónoma de Empresarios de Talleres de Reparación de Vehículos de Pontevedra (ATRA) y de la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (Cetraa), charla en esta entrevista con FARO sobre los retos y las oportunidades de este mundo que gira en la misma órbita que el universo de la automoción. Negocios que nada tienen que ver con su pasado, bastante más físico que tecnológico, y que ahora más que nunca necesitan jóvenes para abordar su futuro. Inevitablemente eléctrico.

–A noviembre de 2023, ¿cuál es la situación de los talleres en España?

– El sector está en plena transformación: vehículos híbridos, eléctricos, la digitalización, alta tecnología, seguridad, innovación técnica… Pero dejando a un lado todo esto, ahora mismo tenemos un gran problema de falta de piezas. En todas las marcas hay muchas piezas que, por el motivo que sea, no llegan. Algo parecido a lo que está pasando con los coches nuevos y los microchips, pues a nosotros nos está pasando con las piezas de recambio. Esto hace que sea muy difícil coordinar el trabajo dentro del taller. ¿Por qué? Porque hay que seguir un protocolo, y para ser rentable dentro del taller hay que tener mucha agilidad y mucha rotación. Si a eso le añadimos el cambio generacional y la falta de profesionales, ya tenemos el cóctel preparado. No da para más. Tenemos un gran problema con la falta de personal, y es algo que venimos denunciando desde hace muchísimo tiempo.

–¿Cuántos mecánicos estiman que hacen falta ahora en España?

–A nivel nacional, en estos momentos podríamos dar empleo a 6.000 personas más. Aun así tenemos un paro muy elevado, más del 27%, y dentro de éste hay mucha gente con menos de 25 años.

–¿Qué es lo que pasa para que los jóvenes no quieran trabajar? ¿Cuál es el perfil de los que llegan?

–Hay gente que viene muy mal preparada. Algunos cursos son muy antiguos, ya no están a la altura de lo que hoy en día es un vehículo. Están muy desactualizados. Eso es un problema, porque en el centro donde se van a formar ya se forman con ciertas limitaciones. Después lo que pasa es que tenemos muy pocos alumnos, y nos encontramos con una falta de actitud muy grande, sobre todo porque muchos ni siquiera vienen a trabajar. Antes la gente que venía era gente que había elegido esto porque te gustaba, ahora mismo mucha gente lo elige porque no tiene otra cosa que hacer o porque la nota no le dio para hacer otra cosa.

–¿Hay un problema de comunicación a la hora de trasladar la realidad del sector?

–Sí. Nosotros, por ejemplo, hemos preparado un vídeo que enseñamos en escuelas e institutos para que los jóvenes vean, cuando están intentando decidir su futuro, que un taller de hoy en día no tiene nada que ver con un taller de hace años. Es como trabajar en una oficina. Cuando hablamos con ellos, les gusta, les agrada y ven que no se parece en nada a lo que ellos pensaban. Hoy en día se trabaja cómodo, con mucha tecnología… Los talleres están muy digitalizados. Nuestra labor es darlos a conocer para que la gente joven se pueda implicar cada vez más. También las mujeres. Casi no hay chicas pero las que tenemos, que son pocas en mecánica y en carrocería, suelen ser muy válidas. Es algo que deberíamos aprovechar.

–¿Deben también mejorar los salarios en el sector para conseguir atraer a más especialistas?

–No creemos que sea un problema de salarios. Es más, creemos que la mayor parte de los trabajadores están bien pagados. Además, la gente que es buena, que es válida y cumple objetivos, tiene incentivos. No solo es el sueldo.

Enrique Fontán, presidente de Cetraa y ATRA, ayer durante la asamble celebrada para su sector en la sede de la Confederación Empresarial de Pontevedra (CEP).

Enrique Fontán, presidente de Cetraa y ATRA, ayer durante una asamblea celebrada para su sector en la sede de la Confederación Empresarial de Pontevedra (CEP). / José Lores

–Por ahora ese relevo no llega y los tiempos de espera entre arreglo y arreglo siguen aumentando. ¿Mantendrán esta tendencia?

–Se ha controlado un poco, lo que pasa es que los fabricantes tienen todo cada vez más centralizado. Esto hace que cualquier cosa que no tienen, y hay muchas que no hay, tarden unos días. Cosas que antes llegaban casi inmediatamente. También hay piezas que sufren roturas de stock porque las centrales se están suministrando a toda Europa. Nos vamos adaptando. El problema es cuando son piezas normales y de rotación, como nos ha pasado con alguna puerta o algún faro. Piezas que debería haber y que pueden tardar entre una semana y dos meses.

–Uno de los retos del automóvil es la electrificación. El futuro tiende hacia los modelos híbridos y eléctricos, como pauta Bruselas, y hay temor porque este cambio conlleve el cierre de numerosos negocios al no estar adaptados. ¿Es el sentir general del sector?

–No, y además siempre lo decimos. Cuando hablamos de esto parece algo fuera de lo normal, algo excepcional, pero hace muchos años, cuando hablábamos de pasar de vehículos de carburación a inyección, era exactamente lo mismo... Nos parecía algo estratosférico. Si algo bueno tiene este sector, que tiene muchas cosas buenas, es que siempre tuvimos la capacidad para adaptarnos a todo tipo de situaciones y circunstancias.

–¿Y cómo se están adaptando en lo tocante a la electrificación?

–Este año, por ejemplo, hemos formado a más de 400 talleres en electrificación. Más los que se forman a través de las propias marcas o por otras vías.

–¿Qué desafíos plantea la llegada del coche eléctrico?

Va a ser un cambio importante. Va a haber muchas menos intervenciones en este tipo de vehículos, pero las intervenciones que habrá serán más caras. Paulatinamente, en los próximos años, habrá una serie de trabajos que irán desapareciendo. Pero vendrán otros, y tenemos que estar cualificados para ello.

–¿Estudian pedir algún tipo de apoyo a las administraciones para facilitar esta transición?

–Sí, lo hemos pedido, pero bueno, de momento ahí no estamos obteniendo grandes resultados. Esta es una asignatura pendiente y que ahora, según vaya cogiendo cada vez más fuerza el vehículo eléctrico, intentaremos sacar adelante.

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