EiDF defiende que el dictamen jurídico sobre el “forensic” descarta un fraude contable

La compañía asegura que el avance del estudio encargado a KPMG no encuentra simulación alguna de negocios y delitos

Instalación fotovoltaica desarrollada por EiFD.

Instalación fotovoltaica desarrollada por EiFD. / Cedida

Julio Pérez

Julio Pérez

La cotización de EiDF cambia de color después de los números rojísimos que le atravesaron en su retorno al parqué la pasada semana, una vez levantado el veto por incumplir el calendario legal en la formulación de las cuentas de 2022. Sus acciones cerraron la sesión de ayer con una revalorización del 66,4%, hasta situarse en los 6,7 euros, otra vez por encima del precio de 4,2 euros con el que se estrenaron en el BME Growth en julio de 2021. Se negociaron 653.300 títulos por un importe de 3,55 millones de euros. Lejos quedan los 29,76 euros y una capitalización superior a los 1.700 millones que tenía el pasado 14 de abril, cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le bloqueó, desencadenando una crisis con consecuencias todavía por ver.

EiDF regresó a Bolsa tras la presentación de las cuentas a mediados de agosto. En ellas venía una facturación de 369,9 millones de euros y, entre otras cosas más, una veintena de correcciones a raíz del informe forensic encargado a Deloitte para analizar las discrepancias en la realidad del negocio que la cúpula de la compañía tenía con su auditora, PwC, que finalmente firmó las cuentas, aunque con salvedades y la llamada de atención sobre un fondo de maniobra negativo que EiDF asegura haber corregido ya.

Los indicios

A la CNMV no le llegaron las explicaciones. Remitió una comunicación al grupo gallego de autoconsumo fotovoltaico donde ponía sobre la mesa la acusación de ocultar información relevante y sacó a la luz los supuestos indicios detectados por Deloitte de falsedad de contratos y facturas.

Además de negarse a divulgar el resumen técnico al completo, EiDF contraatacó con su decisión de poner “las conclusiones jurídicas” que hace Deloitte en el forensic en manos de un despacho de abogados “de reconocido prestigio”. Ayer le puso nombre. El dictamen está en manos de KPMG, a la que también había fichado como asesor legal. “Con el objetivo de seguir actuando de manera transparente frente a los accionistas y el mercado”, EiDF anunció ayer que “el primer avance” del análisis de KPMG “no detecta negocios jurídicos simulados, anómalos ni encaje de tipo penal en las conductas descritas” en el forensic.

No hay, exactamente, “elementos suficientes” para abrir causas penales, “bien sea por la falta de elemento objetivo del tipo” de delito, “bien sea por la ausencia total de simulación, o bien por inexistencia de vulneración del bien jurídico protegido”, señala la propia EiDF en una nota al BME Growth. No existen tampoco “negocios jurídicos simulados ni de forma anómala desde el punto de vista contractual y mercantil” y destaca que la estructura corporativa “está en constante evolución y adaptación a la norma vigente”, como muestra el recién nombramiento de cuatro nuevos consejeros. La compañía asegura que el estudio jurídico sigue adelante y la actividad mantiene “el curso ordinario, ajustando su actuación al marco normativo vigente, como siempre ha venido haciendo”.

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