Ganomagoga achaca su crisis a la “drástica” caída de pedidos de GRI Towers Galicia y Wärtsilä

El grupo alega que esa “dependencia”, junto a los problemas del sector eólico, le llevó a acumular deudas por más de 20 millones

Trabajadores de Ganomagoga en una protesta frente al Concello de O Porriño, celebrada ayer.

Trabajadores de Ganomagoga en una protesta frente al Concello de O Porriño, celebrada ayer. / Faro

La “drástica” caída de pedidos por parte de GRI Towers Galicia y Wärtsilä, unida a la crisis del sector y la construcción eólica, llevó al Grupo Ganomagoga a un crac sin precedentes que le ha hecho acumular más de 20 millones de euros en deuda vencida. Así lo justifica ante la justicia el conglomerado industrial impulsado por Cándido González, cuyas empresas (Talleres Ganomagoga, Aplicaciones Metálicas de Galicia, Ganomagoga Logistics y Cedval Marine Solutions) fueron declaradas ayer en concurso voluntario de acreedores por parte del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra.

En el auto, contra el que cabe presentar recurso, la magistrada ha decretado la apertura de la fase de liquidación y ha acordado la disolución de las mercantiles y el cese de sus históricos administradores. Como ya había avanzado FARO, el objetivo pasa por deshacerse de todos los activos de las cuatro compañías para afrontar su vasto pasivo.

Del mismo, la práctica totalidad pertenece a la principal empresa del grupo. Talleres debe más de 18 millones; a los que se suman obligaciones por más de 1,33 millones en Aplimega; por más de un millón de euros en Cedval; y por más de 360.000 euros en Logistics.

El conglomerado industrial alega que ha llegado a esta situación por diferentes circunstancias, pero la que más llama la atención está relacionada con GRI Towers Galicia, que en diciembre comunicó a la firma con base en Ponteareas “una carga de trabajo casi nula para el ejercicio 2023”.

Lo hizo, según Talleres Ganomagoga, notificándolo de manera repentina: tres semanas antes de que comenzara el nuevo año. El “drástico” descenso de la demanda por parte de su mayor cliente, con quien mantiene un acuerdo de no competencia y exclusividad que le vincula hasta el 31 de marzo de 2027, descuadró las previsiones de la compañía, impidiéndole “estar preparada y buscar otros proyectos”.

Además de esta reducción de los pedidos, que se saldaron con solo 58 tramos eólicos para fabricar de enero a marzo, “sin más asignación” para el resto de meses, el grupo hace hincapié en “la insuficiencia de la cifra de negocio” de los demás sectores y actividades para hacer frente a los costes.

Durante los últimos ejercicios, el volumen de ingresos “ha sido decreciente”, mientras los gastos han representado un porcentaje mayor “debido a los fuertes incrementos de precios de las materias primas, energía, así como al aumento de la plantilla debido a las estimaciones remitidas por GRI Towers Galicia que posteriormente no se cumplieron”, apuntan desde Talleres Ganomagoga.

Pero la empresa ponteareana no solo responsabiliza de su caída a la compañía de O Carballiño (Ourense), a la que precisamente vendió en 2008 las instalaciones que actualmente usa y que –como avanzó este periódico– ha presentado un ERTE para sus más de 300 trabajadores por una disminución de los encargos de Vestas–. La firma de Cándido González también recuerda que la UTE Biomasa Curtis no cumplió con las obligaciones vinculadas a los trabajos que realizó para la construcción del parque de biomasa de Greenalia en la provincia de A Coruña. Un importe que todavía no ha cobrado y fija en casi dos millones de euros. 

La firma asegura que la UTE Biomasa Curtis no cumplió con sus obligaciones

Respecto a Cedval, el Grupo Ganomagoga vuelve a plasmar su “dependencia”, aunque en este caso hacia Wärtsilä, y nuevamente acusa una “drástica disminución de los encargos realizados” por el que era el principal cliente de su filial naval, dedicada a la construcción de componentes para barcos.

El “importante” descenso en el número de proyectos lo achaca a dos motivos. Por un lado, “la derivación y desviación de proyectos a proveedores de China”; por el otro, “las no conformidades” por unos trabajos de construcción de cuatro túneles para un buque, que derivaron en una “pérdida de confianza” en la relación entre ambas compañías.

De cualquier forma, más allá de la falta de demanda, es evidente que la actividad de Talleres y Cedval quedó durante los últimos años supeditada a GRI Towers Galicia y Wärtsilä. Esa vinculación impactó a su vez en Logistics y Aplimega, que cayeron ante un efecto dominó que comenzó con la crisis de las empresas directamente afectadas.

Para Aplimega, la dirección del conglomerado industrial pone de manifiesto una “total dependencia” con Talleres Ganomagoga, al ser la encargada de pintar las torres eólicas que se producían en las instalaciones de Ponteareas. Para Logistics, esa dependencia era con todas las sociedades del grupo, al ser la encargada del transporte.

Por estos motivos y su extenso pasivo, que supera los 20 millones de euros, el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra declaró ayer conjuntamente el concurso de acreedores voluntario de las cuatro compañías, nombrando como administrador concursal único a la bufete coruñés FCH Social y Mercantil SLP.

[object Object]

La Jefatura Territorial de la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade en Pontevedra advirtió ayer a Talleres Ganomagoga de “la necesidad objetiva de garantizar la buena fe en las negociaciones” del ERE extintivo que la empresa presentó hace unas semanas a sus 130 trabajadores.

Conforme indica en un escrito que ha trasladado a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), la documentación que permite a la representación legal de los trabajadores obtener información sobre las causas de los despidos “no se facilitó”, por lo que la posibilidad de llegar a un acuerdo “se dificulta”.

“No se mostraron los documentos que podrían demostrar la eventual causa económica de despido alegada”, afirman desde el departamento de la Xunta, que recuerda que “todo esto podría ser considerado como mala fe negocial”.

Como indican, se inició “un expediente huérfano de documentación necesaria y por lo tanto se impidió por el momento la conformación del consentimiento previo al acuerdo del mismo”.

Suscríbete para seguir leyendo