La economía gallega se enfrenta a la nueva “globalización digital”

Las cámaras de comercio defienden el papel de las empresas en la recuperación | Junceda: “La banca va en la dirección correcta”

Clausura de la jornada en la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía. |   // ALBA VILLAR

Clausura de la jornada en la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía. | // ALBA VILLAR / julio pérez

Julio Pérez

Julio Pérez

Sin tiempo para llenar de nuevo los pulmones después de cada shock, el mundo atravesó en solo tres años una pandemia mortífera, la vuelta al poder del régimen talibán en Afganistán y la guerra a las puertas de Europa tras la invasión de Rusia a Ucrania con consecuencias de “alcance sistémico”, como recuerda Rafael Calduch, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Todos estos fenómenos ayudan a comprender qué es eso de la geopolítica que tantas horas llena en las tertulias. Lo que pasa en la otra punta del mundo afecta de lleno al bolsillo de cualquier ciudadano de una región periférica como Galicia, consecuencia de lo que Calduch llama “la mundialización de los últimos siglos”, en contraposición con la “emergente globalización, como un proceso claramente distinto, desarrollado a partir de la conectividad comunicativa y social que ya tiene más de la mitad de la humanidad” gracias a las telecomunicaciones y la popularización de los teléfonos móviles.

Es otro mundo con otros riesgos. Particularmente, las consecuencias de “la consolidación de la sociedad virtual”, el impacto de la digitalización en la economía tradicional, la falta de regulación universal del ciberespacio y los cambios en la organización y gestión del poder, entre otras cosas por el auge de las redes sociales, según detalló el experto de referencia en el análisis de riesgos políticos internacionales, que ayer participó en el encuentro Geopolítica y economía en el contexto de la nueva globalización, organizado por la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía, en colaboración con la Cámara de España. Sus presidentes reivindicaron la capacidad de estas entidades para “abanderar el desarrollo empresarial”. “Estamos inmersos en una profunda transformación energética, digital y también financiera, y también culminando una revolución social por la igualdad de hecho en el mundo empresarial”, apuntó José García Costas. “Del ánimo de los empresarios va a depender que seamos capaces de afianzar la recuperación de la economía española”, apostilló José Luis Bonet.

Las fortalezas

Frente “al mar de incertidumbre” por el que navega la economía, Pablo Junceda, director general de Sabadell Gallego, apostó por el optimismo, seguro de que “Galicia y España tienen muchas certezas” para hacer esa travesía. “Y las tienen gracias al esfuerzo, la capacidad, la fortaleza y la visión de sus empresas y sus empresarios, unas virtudes que, no tengan ustedes ninguna duda, también tiene la banca española”, defendió, en medio “de ciertos y lejanos descalabros de estos últimos días. “Aprovecho para reiterarles un mensaje en el que creemos firmemente –añadió–: la banca española va en la dirección correcta”.

Durante la clausura de la jornada, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, se unió al mensaje de optimismo: “Somos una ciudad que ha demostrado que sale fortalecida de las crisis, lo que quiere decir fortalecer a su gente y su calidad de vida”. Francisco Conde, vicepresidente de la Xunta, reiteró su vocación de “trabajar desde la estabilidad económica para ofrecer a las empresas el acompañamiento necesario para su actividad”, especialmente “agilidad administrativa” y “clima favorable para la inversión”.

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