La llegada del todocamino a la planta de Stellantis Vigo fue todo un éxito que consagró el saber hacer de la factoría y apuntaló su futuro. Sobre todo, cuando el llamado proyecto P24 se convirtió en todo un superventas en su segmento. Ya entonces se barajaba la implantación de un motor híbrido para este SUV que acompañase a las versiones térmicas y eléctricas. Sin embargo, la irrupción de la pandemia (el coche se empezó a fabricar en serie en 2019) y los continuos problemas de suministro que provocaron paradas en todo el sector de automoción produjeron un importante retraso en su desarrollo. Como informó FARO, la planta trabaja de forma paralela en el restyling del Peugeot 2008 y en el lanzamiento de esta nueva motorización, que además supondrá un salto tecnológico para Balaídos al estrenarse en los coches semihíbridos, una solución que permite reducir emisiones de forma más barata y que supone un paso intermedio entre los vehículos eléctricos y los puramente híbridos.
Las marcas deben respetar unos límites de emisiones de CO2 si no se quieren enfrentar a multas y la movilidad verde es el gran aliado. Los coches eléctricos son la solución, aunque su expansión todavía está en camino a marchas forzadas (en especial por la escasez de cargadores) tras la imposición de las administraciones, que en Europa adoptaron el veto a la venta de vehículos con motores térmicos para 2035.
Todos los fabricantes aceleran por la electrificación de toda su gama, aunque por el camino apuestan también por soluciones intermedias. Y este es el caso de la tecnología MHEV, siglas en inglés para mild hybrid electric vehicle, conocido en castellano como semihíbrido o microhíbrido. Como elementos principales, este tipo de motorizaciones cuentan con un motor térmico, otro eléctrico auxiliar y una batería de almacenaje no enchufable. Combinados generan un ahorro de combustible, reducen las emisiones y son merecedores la etiqueta ECO que otorga la DGT, clave para acceder a ciudades con restricciones para vehículos verdes.
Antes de la fusión con FCA que dio como resultado Stellantis, PSA llegó a un acuerdo con la firma Punch Powertrain para desarrollar soluciones para este tipo de vehículos y desde el comienzo se rumoreó que serían Peugeot y DS las marcas que estrenarían los motores semihíbridos. Aunque con retraso, el todocamino vigués entrará en esta dimensión, convirtiéndose en el primer modelo con tecnología MHEV producido en la factoría de Balaídos.
Por el momento, y como pudo saber este medio en fuentes del sector, la factoría fabricó ya las primeras preseries de la nueva versión del Peugeot 2008 para incluir las modificaciones en el exterior e interior (el llamado restyling). No está claro aún si cuentan ya con el motor MHVE o si todavía está en proceso.
Una vuelta al trabajo con las pilas cargadas
Los trabajadores de Stellantis Vigo volvieron ayer al trabajo tras las vacaciones estivales. Y según los sindicatos, lo hicieron con total “normalidad” y sin novedades desde la dirección en cuanto a posibles problemas de suministros que alteren la producción marcada para lo que reste de año. De esta forma, los cerca de 7.000 trabajadores vuelven a producir 2.400 vehículos al día entre ambos sistemas de la planta.
Tras los problemas que dejó la ruptura en el suministro de microchips durante la primera mitad del año, la dirección prevé altos volúmenes de producción, con jornadas de trabajo todos los sábados y domingos y con la vista siempre puesta en una eventual escasez de los semiconductores.
Aunque no se descartó que se produzcan nuevos paros de aquí a final de año, toda vez que los expertos no auguran una solución para antes de 2023, el director de la planta, Ignacio Bueno, vaticinó un final de año más favorable que en los meses previos a la parada estival, cuando se alcanzaron unos 40 días de parada en cada uno de los sistemas de Balaídos.
Con la vuelta al trabajo, Stellantis vuelve a poner toda su atención en intentar llegar a un acuerdo con el Gobierno para conseguir fondos Next Generation con los que lograr una de las nuevas plataformas industriales del grupo, las denominadas STLA. La inversión necesaria es de unos 600 millones de euros.
