Más de la mitad de los coches de Vigo tendrán vetada su entrada en las urbes el próximo año
La Ley de Cambio Climático restringirá el acceso de automóviles con más de tres lustros de antigüedad a zonas de bajas emisiones | Un 65% de los ciclomotores y motocicletas del parque móvil local sufrirán esta limitación

Imagen de fondo: atasco en la calle Urzaiz de Vigo / Marta G. Brea / FDV
Un 54,7% de los turismos que conforman el padrón de vehículos del Concello de Vigo se quedarán en fuera de juego el año que viene. Son, en total, según las cifras que emanan del padrón municipal de vehículos, 82.814, más de la mitad del total: 152.058. Y es que, en 2023, se empezará a aplicar una parte de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada el pasado 20 de mayo en el Congreso de los Diputados: los municipios de más de 50.000 habitantes deberán adoptar planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas para reducir las emisiones derivadas de la movilidad, entre ellas, las zonas de bajas emisiones, en las que no podrán entrar los automóviles con más de 15 años de antigüedad, independientemente de que su estado de salud diga lo contrario. Misma norma regirá en los territorios insulares y localidades de más de 20.000 habitantes que superen los valores límite de contaminantes regulados.
La situación pinta todavía peor para los usuarios de ciclomotores y motocicletas. En este apartado, los vehículos que tendrán más de tres lustros de vida en 2023 suponen más del 65% de los que están en circulación –26.490 de 40.574–. El documento municipal también muestra la edad de los autobuses censados en la urbe olívica –casi el 45% sumarán el próximo ejercicio 15 años o más de antigüedad, un total de 98–, de los camiones –más del 84%, es decir, 5.016– y de los tractores y remolques –77,63%, 3.338 unidades–. Si consideramos todos los vehículos que componen el parque móvil del Concello vigués, 117.764 acumularán más de 15 años de vida, cifra que supone algo más de un 42% del total.
¿Y qué área comprenderá la zona de bajas emisiones de Vigo? Por ahora, no se conoce. Sí se sabe que, sobre el papel, debería entrar una de las alas de la Gran Vía, la de las rampas mecánicas, porque esta solución de movilidad concebida en el marco del Vigo Vertical se prevé financiar con fondos europeos destinados a actuaciones que persiguen reducir las emisiones contaminantes. El Concello olívico ya ha puesto en marcha la consulta pública de la ordenanza de zonas de bajas emisiones con el objetivo de que ciudadanos, organizaciones y asociaciones hagan llegar sus propuestas u opiniones sobre el nuevo mapa de tráfico de la ciudad. El periodo de exposición finaliza el próximo 1 de marzo.
“Las zonas de bajas emisiones se implantarán en determinadas áreas del municipio, pero sus beneficios se extenderán a toda la ciudad”, destacan desde la entidad de la Praza do Rei. Los propósitos son mejorar la calidad del aire y la salud de la ciudadanía, reduciendo las emisiones y el ruido, contribuir a la mitigación del cambio climático reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, generar modelos de transporte más sostenible y conseguir una mejor eficiencia energética. Estas áreas deben estar alineadas con el objetivo del Plan Integrado de Energía y Clima (2021-2030) de una reducción de los desplazamientos urbanos en vehículo privado motorizado del 35% de pasajeros por kilómetro.
Estas áreas se traducen en instrumentos de gestión de la movilidad que buscan ayudar a promover un trasvase nodal en las ciudades hacia modos de transporte más sostenibles, así como a promocionar vehículos alternativos de bajas emisiones, como los eléctricos. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico las considera “clave” en el camino hacia un modelo de movilidad más sostenible que “facilitará que España cumpla con sus compromisos en mitigación del cambio climático y con la normativa europea en materia de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que aplica al sector del transporte”.
Aumento de las ventas
Darío Arias, director comercial del grupo Nipocar Galicia, que se centra en la comercialización de automóviles Toyota, el mayor fabricante del mundo, da por hecho que la entrada en vigor de estas restricciones provocará un aumento en las ventas de automóviles. “Tendrá que comprar la gente que, aunque evite usarlos en la ciudad, los utilice para hacer viajes; también los repartidores. Entendemos que habrá ayudas desde el Gobierno y la Xunta, el sector las necesita”, apunta antes de señalar que le parece bien la medida: “Un coche de más de 15 años contamina muchísimo”. En su opinión, esto provocará que los híbridos sigan ganando peso en el parque móvil. Una petición final: que se revisen los tipos de gravamen del impuesto de matriculación para que el precio de las unidades nuevas sea más reducido.
Idéntica opinión muestra Óscar Rey, asesor de ventas en Vepersa, concesionario de Audi y Volkswagen. Anota que el mejor modelo, si se hace un uso diario del vehículo para ir a trabajar y se completan más de 15.000 o 20.000 kilómetros al año, es el diésel por ser “el más económico en base al precio de los combustibles”. “Si se hacen menos, gasolina o microhíbrido”, apostilla, a la vez que propone la revisión de los tipos de gravamen del impuesto de matriculación, ayudas de las administraciones para la compra y la supresión del IVA en los eléctricos para fomentar su presencia.
Según los datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), circulan por el asfalto vigués 321 turismos eléctricos. La cifra refleja una escalada paulatina: en 2011, eran tan solo 28; y, a finales del 2020, 258. En 2019, 164. En el parque olívico, cada vez hay más, sí, pero todavía tienen un papel secundario a pesar de estar llamados a abanderar la movilidad sobre las cuatro ruedas en las ciudades. 84.670 coches del parque olívico son diésel; 66.038, gasolina; 373, de gas licuado de petróleo (GLP); y 14, de gas natural comprimido.
Resulta una paradoja que se dé este escenario en Vigo, un lugar pionero en la fabricación de este modelo de automóviles, que no convencen en masa a los ciudadanos, al menos, por ahora: a comienzos de los años 90, la actual Stellantis se convirtió en la cuna de estos vehículos con el montaje de las furgonetas Citroën C15 y, más adelante, insuflando vida a las Citroën Berlingo y Peugeot Partner. Actualmente, se da forma en la planta de Balaídos a cuatro modelos de furgonetas eléctricas y al Peugeot 2008, también 100% electrificado.
Antonio García, gerente de Copervi, concesionario de Seat y Cupra, apunta varios motivos clave por los que la ciudadanía no se acaba de enganchar a la compra de los modelos 100% eléctricos: el precio, la autonomía y la falta de puntos de recarga. Considera que la puesta en marcha de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética derivará en un aumento del protagonismo de los híbridos, que ya han cogido la misma velocidad que los diésel en Europa: en 2021, por primera vez, se vendieron tantas unidades de un modelo como del otro. “El veto a los coches de más de 15 años provocará un aumento de ventas en los concesionarios. En Vigo, como en otras tantas ciudades, se depende mucho del coche”, avanza.
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