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Barreras eleva a 49 millones el nuevo sobrecoste del “Evrima”

Reclama daños y perjuicios a Havila por 12,4 millones | El astillero inicia los trabajos de pintura en la obra muerta y la superestructura del buque

Los trabajos de pintura ya son visibles en el crucero, que luce el blanco en su superestructura RICARDO GROBAS

La aprobación de las cuentas anuales de 2019 era un hito imprescindible para Hijos de J. Barreras. La normativa impulsada específicamente para enfrentar las consecuencias del COVID aportó a las empresas un plazo extraordinario de rendición de cuentas con accionistas o el propio Registro Mercantil. El astillero acaba de remitir a este último sus cifras absolutas de un ejercicio en el que vivió de casi todo: se paralizaron dos contratos, se retrasó la ejecución de su mayor pedido histórico, relegó a su presidente (José García Costas) y encomendó el puesto a un accionista, Pemex, que solo quería entregar sus títulos y volver a México con el parte de daños menos doloso posible. Lo consiguió. Y Barreras, ya controlada por la naviera Cruise Yacht Upper Holdco, también logró su parte. La compañía que preside Douglas Prothero cerró 2019 con números rojos por más de 16 millones de euros, pero logró cubrir un agujero patrimonial y sacar de paso un billete para acceder con garantías al fondo de solvencia de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI). Ha solicitado apoyos públicos por importe superior a los 30 millones de euros, como avanzó FARO; la propia Cruise Yacht ha aportado 22,7 millones en préstamos participativos para equilibrar el balance. Terminar la construcción 1705, el crucero de ultralujo Evrima, es el nuevo hito a cumplir para que la atarazana tenga garantía de continuidad.

De momento, las cuentas validadas por KPMG recogen una nueva desviación en el importe del buque por 49 millones de euros, “consecuencia de disponer de más información y más experiencia en la construcción de este tipo de embarcaciones”, así como “del impacto del COVID-19”. El Evrima fue presupuestado de inicio en 240 millones de dólares, como consta en la documentación de la entidad semiprivada Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE). El pasado ejercicio, cuando Barreras salvó in extremis una amenaza real de liquidación, el contrato se vio incrementado en 80 millones de euros, lo que situó el pedido (y el importe correspondiente al tax lease) en 321,5 millones de euros. Esta nueva desviación sitúa al Evrima por encima de los 370 millones. A día de hoy, The Ritz Carlton Yacth Collection (es la marca comercial que utiliza la naviera Cruise Yacht) todavía patrocina en su web oficial el viaje inaugural del 22 de abril, fecha inalcanzable. Es la misma, por cierto, que la del estreno del crucero a vela Sea Cloud Spirit, encargado por la armadora alemana Sea Cloud al astillero Metalships & Docks. Está a punto de realizar las pruebas de mar y navegación.

El coste total del buque se eleva ahora por encima de los 370 millones

Subcontratas y proveedoras de Barreras han procedido ya a realizar tareas de imprimación y pintura de parte del casco, como constataron fuentes próximas a la empresa a FARO. Tanto la obra muerta como la superestructura han recibido manos de imprimación y pintura blanca “definitiva”, tarea que ha de ser completada –para el conjunto del casco y la obra viva- en un dique seco. Entre las opciones barajadas por la compañía, como avanzó este periódico, están las instalaciones de Navantia en Ferrol. Sería la primera vez que Barreras recurriese a las instalaciones del astillero de la SEPI, acostumbrada con anterioridad a encomendar las tareas de pintura a Estaleiros Navais Lisnave (Setúbal), Estaleiros Navais de Viana do Castelo (ahora West Sea) o Astander. Fuentes próximas a la empresa sitúan ahora tanto las pruebas de mar como la singladura a dique para el mes de febrero. Al momento del hito final, el de la entrega, Barreras abonará el 50% pendiente de las facturas no abonadas a la industria auxiliar, tal y como acordó y quedó plasmado en el plan de refinanciación que salvó al astillero de la quiebra.

Al margen del Evrima, “crítico” para el futuro de la atarazana, las cuentas recogen múltiples aspectos que dibujan un escenario de problemas heterogéneos para el equipo de José Rosado, CEO de la empresa. Por ejemplo, Hijos de J. Barreras ha interpuesto una demanda en Londres contra la naviera Havila Kystruten, que causó perjuicios en la firma viguesa por importe de 12,4 millones de euros. Fue el 5 de julio de 2019 cuando la dirección del astillero decidió paralizar los trabajos de construcción en los cruceros Pollux y Polaris, con los que la naviera noruega realizaría parte de la ruta entre Bergen y Kirkenes. A esa fecha, la compañía de la familia Sævik adeudaba más de 8 millones a Barreras y proveedores. Havila reclama en una corte londinense cerca de 37 millones de euros a la mercantil viguesa; ésta, esos más de 12 millones, por reiterados incumplimientos de contrato. En febrero del año pasado el doble pedido quedó formalmente cancelado.

La memoria anual refleja asimismo el impacto del COVID, que obligó al astillero a paralizar los trabajos durante semanas, incluso –como otras atarazanas- a poner en marcha un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Barreras cuantifica el impacto de la pandemia, por “complicaciones y retrasos”, en 9,7 millones. En suma, como avanzó FARO, la compañía ha estimado unas necesidades de apoyo superiores a los 60 millones de euros, de los cuales la mitad serían aportados por la propia naviera. Pero ahí, en el importe restante, es donde radica el rol de las administraciones. La empresa se encomienda al respaldo de SEPI, ICO, Xunta o Zona Franca, principalmente a través de un fondo de solvencia que ha evitado también las quiebras de astilleros como MV Werften (en Alemania, gracias a los Wirtschaftsstabilisierungsfonds, o fondos de estabilización) o a sociedades como Globalia o Lufthansa. Solo entre Países Bajos y Alemania, como avanzó este periódico, las administraciones públicas han dispuesto partidas antiCOVID para el naval por más de 700 millones de euros. Royal IHC, German Naval Yards Kiel, Damen o Royal Huisman son algunos de los astilleros que han ingresado subsidios finalistas para encarar el golpe de la pandemia.

Nauteka continúa la reparación del buque de la armada de Brasil

La empresa buenense Nauteka comienza la segunda fase de las reparaciones en la embarcación Cisne Branco para la armada brasileña, su buque escuela en el que se forman todos sus cadetes. El pasado año, la misma firma ya realizó el cambio de la cubierta principal de la embarcación y el forrado de uno de los lucernarios. Tras su victoria en el concurso público realizado por las autoridades brasileñas de forma internacional, la empresa con sede en Bueu realizará pronto el cambio de otras dos cubiertas, así como la renovación de todo el forrado de las casetas. El mes de diciembre comenzaba con un equipo de técnicos desplazados en el país sudamericano para la realización de mediciones a bordo. De esta forma pueden iniciar el proceso de diseño y creación de planos, y empezar el próximo año con la fabricación de estos materiales. El calendario del proyecto continúa en marzo, donde se embarcarán las piezas rumbo a Río de Janeiro, para su instalación a bordo entre abril y agosto de 2021. Actualmente, además de este trabajo, Nauteka ultima sus labores en el velero Sea Cloud Spirit en el astillero Metalships y continúa con los trabajos en el Evrima para Ritz Carlton en Hijos de J. Barreras.

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