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Malabares al 'rescate' de Barreras

La aseguradora del proyecto Havila recurre a la arriesgada estrategia de la disolución, hacia la que se encaminó el astillero hace un año, para evitar el pago de 36,8 millones

Estado de construcción del crucero "Evrima", en Hijos de J. Barreras // Ricardo Grobas

La naviera noruega Havila Kystruten ha armado su demanda contra la aseguradora del proyecto encargado a Barreras sobre dos pilares: que el astillero inició un proceso de disolución y que los buques no iban a estar rematados en plazo. La estrategia emprendida hace casi un año por la atarazana viguesa, con una especie de petición de liquidación en stand by, puede librarla ahora del pago de 36,8 millones de euros. El pleito se desarrolla en un alto tribunal de Londres.

El 2 de octubre de 2019 el astillero privado más grande de España, Hijos de J. Barreras, solicitaba el preconcurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil. La semana anterior había tratado, a propuesta de José García Costas -y sin éxito-, de realizar una ampliación de capital que no contó con el respaldo de Petróleos Mexicanos (Pemex) y Albacora. En ese momento la dirección financiera de la compañía había aflorado ya un agujero patrimonial que la gigante azteca, tiempo después, cifraría en "cerca de 50 millones de euros". Así que, aunque la ley Concursal otorga cuatro meses de plazo para alcanzar un acuerdo con los acreedores, el hecho de que en Barreras se hubiese producido una despatrimonialización reducía los plazos a la mínima expresión. El astillero tenía que elevar su patrimonio por encima de los cinco millones de euros -no puede ser inferior a la mitad del capital social- u optar por la disolución. Con un consejo convertido en escenario de escaramuzas, parecía inviable cualquier acuerdo entre accionistas para poner más dinero encima de la mesa y eludir la quiebra. Y así fue, en cierta medida. Optó por una solución intermedia, temporal y casi estratosférica con la que puede ganar ahora un litigio en Londres por 36,8 millones de euros.

Cuando Barreras se acogió al artículo 5 bis de la Ley Concursal tenía cinco buques en cartera: cuatro en vigor (el crucero ultrapremium para The Ritz-Carlton Yacht Collection, el ferri de Armas y dos cruceros más para Havila Kystruten) y tres en ejecución (el Evrima y los buques noruegos). Los dos últimos quedaron habían quedado empantanados en julio, tanto por los impagos de la armadora -que Barreras ha cuantificado en 8,2 millones- como por un error de diseño que obligaba a modificar su estructura para aliviar su peso y rebajar el calado. En paralelo a este cisma con Havila, el astillero vigués acabaría presentando en el juzgado una solicitud de disolución suspendida, una especie de petición de liquidación en stand by a la que ahora se agarra la aseguradora del proyecto Havila, la lusa Abarca, para no pagar lo que los noruegos reclaman. Según el contrato, la entrada en liquidación del Barreras le daba vía libre para rescindir unilateralmente el contrato, como acabaría haciendo a mediados del pasado febrero. Pero, ¿una disolución suspendida le aportaba la misma justificación para decir adiós a Vigo y reclamar los 36,8 millones que ya había desembolsado para construir los barcos Pollux y Polaris?

¿Justificada o no?

En un escrito remitido el pasado mes en un tribunal londinense (High Court of Justice of England and Wales), Havila Kystruten ha defendido que sí.Lo cierto es que Hijos de J. Barreras ni entró en liquidación ni en concurso, pero para la armadora cualquier trámite judicial motivado por una suspensión de pagos sería causa justificada para cancelar su pedido, independientemente de si se consumara o no una liquidación. Abarca, que deberá iniciar un proceso de recuperación contra el astillero si pierde el juicio contra Havila, ha empapelado el procedimiento con abundante documentación para cerrar la puerta a las aspiraciones de la naviera que dirige Arild Myrvoll, y a la que pertenece por cierto la misma oficina técnica (Havyard) que erró en el diseño de los cruceros. "Havila se acogió también a la cláusula en base a la cual el contrato podía cancelarse si los barcos tuviesen un retraso en la entrega de más de 180 días. Pero eso no podía saberlo en febrero". Dos gemelos de los buques asignados a Vigo, Castor y Capella, iniciados al mismo tiempo que en Barreras, fueron botados en Turquía a finales de agosto. Este astillero, Tersan, asumió el proyecto de los que quedaron a medio hacer en Beiramar.

Mientras Abarca pleitea contra Havila en Londres -la naviera del Ritz, ya como dueña de Barreras, también ha iniciado una demanda contra la armadora nórdica-, la nueva dirección del astillero negocia con las auxiliares atrapadas en este malogrado proyecto para saldar facturas pendientes. El acuerdo de refinanciación de la compañía se centró en abonar las deudas de la construcción 1705 ( Evrima), no en las de los Havila. El equipo que dirige Douglas Prothero ha solicitado a las subcontratas que aporten toda la documentación de los saldos pendientes a fin de ofrecerles una solución de pago el 15 de octubre.

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