A Estrada busca su aldea modelo para probar un “coliving” ligado al sector de la sidra

El Concello procura la implicación de la Consellería de Medio Rural y la empresa estradense Martínez Otero | La firma se encargará del diseño, haciendo un guiño especial a la capitalidad estradense del sector del mueble

Recogida de manzana en las plantaciones de un lagar de A Estrada. |  // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Recogida de manzana en las plantaciones de un lagar de A Estrada. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / ANA Cela

Ana Cela

Ana Cela

A Estrada no piensa ceder la categoría municipal. Al menos, no lo hará sin luchar. Atraer población es ahora toda una prioridad para un municipio que no puede permitirse bajar de los 20.000 habitantes. Ese es el objetivo de diversas políticas puestas en marcha desde el Concello y de varios proyectos que el ejecutivo que encabeza José López Campos tiene en cartera. Una de estas iniciativas pretende hacer del carácter eminentemente rural de estas tierras su principal baza a la hora de atraer residentes. ¿Cómo? Pues por la vía de favorecer la ampliación de la bolsa de vivienda existente en un ayuntamiento que ofrece servicios y oferta cultural a la altura de una ciudad, pero con la ventaja de residir en un ámbito rural, con alto valor medioambiental y con la comodidad de tener una estación de AVE o un aeropuerto internacional a solo diez minutos en coche cuando se haya completado la autovía A Estrada-Santiago. Para ello, desde el gobierno se apuesta –como avanzó recientemente FARO DE VIGO– por modelos residenciales como el coliving.

Se trata de un concepto basado en compartir espacios y zonas comunes en el ámbito del hogar, permitiendo el acceso a una vivienda en condiciones diferentes a la habitual. Es más, en este tipo de fórmulas se apuesta no solo por compartir zonas comunes, sino también experiencias sociales. Y es aquí donde encuentra encaje el hecho de que se apueste por vincular esta experiencia al ámbito productivo en el rural, en este caso de la mano del sector de la manzana y la sidra.

Primeras reuniones

En esta aspiración el Concello de A Estrada ha buscado ya la implicación de la Consellería de Medio Rural y también de la empresa estradense Martínez Otero, un buque insignia del sector de la madera que hace años bautizó al municipio estradense como la capital gallega del mueble. El alcalde confirmó que ya se mantuvieron reuniones para avanzar en un proyecto que –señaló– tuvo muy buena acogida en el departamento autonómico de Medio Rural.

Indicó el munícipe que la apuesta pasa por ligar la fórmula del coliving con la experiencia de las aldeas modelos por las que está apostando la Xunta de Galicia. Subrayó López que A Estrada es el municipio español con mayor número de núcleos rurales, con un total de 473. Sin embargo, la sangría demográfica hace que alguno de ellos estén en marcada regresión, con riesgo convertirse en aldeas abandonadas. El objetivo del proyecto es invertir esta tendencia a través de la creación de una aldea modelo en la que se combinen nuevas alternativas residenciales y productivas enraizadas en el ámbito rural.

Cerca, pero vacía

La pretensión es dar con una aldea que cumpla varios requisitos. Por un lado, se trata de apostar por un núcleo en clara regresión demográfica, con una bolsa de vivienda abandonada que la consellería podría adquirir y rehabilitar para destinarla a alquiler social. Más concretamente, López expuso que Medio Rural exigiría para dar este paso que menos del 30% de las viviendas de la zona estén habitadas. El modelo ha de entenderse como un concepto global, de tal manera que se pondría en marcha una línea de subvenciones para facilitar la rehabilitación de las viviendas existentes.

Asimismo, de la reunión con Medio Rural salió la intención de convertir un lugar estradense que cumpla estos requisitos en aldea modelo con la vinculación de una actividad económica ligada al sector primario, como puede ser el caso de la fruticultura asociada a la explotación de pomares y a la transformación de la manzana en sidra.

“A Estrada tiene un factor diferencial potente”, consideró López Campos. Fue entonces cuando recordó que el municipio está considerado como la capital del mueble de Galicia, una distinción que brinda la posibilidad de “cerrar el círculo” del proyecto residencial y productivo.

Implicación del sector privado

En este punto en el que la administración local apostó por la implicación del sector privado, en este caso de la mano de la industria del mueble y, concretamente, de una de las industrias más destacadas del sector, con una larga tradición e innovación en el mundo del contract, con trabajo a escala internacional y una potente cartera de clientes. Tras aludir a Martínez Otero, al que consideró un “socio de primer nivel”, el alcalde subrayó que se buscará ahora “diseñar entre todos” una propuesta de aldea modelo. El dirigente hizo hincapié en que el diseño correría a cuenta de esta empresa, aprovechando su know how y su dilatada experiencia en el mundo del contract. Subrayó que a esta firma le correspondería la parte del diseño y la creatividad, corriendo la gestión por parte del Concello, incorporando a todo ello la experiencia del sector sidrero local.

El sello de A Estrada como capital del mueble vendría de la importancia que la propia madera tendría como materia prima, combinada con las estructuras de piedra que se conservarían como viviendas tradicionales que son la mayoría de las múltiples casas en ruinas dispersas por el rural estradense.

En todo caso, López precisó que todo el conjunto de viviendas de la aldea que se escoja como modelo tienen que rehabilitarse, sin que exista una disonancia entre aquellos inmuebles sobre los que se actúe para testar la fórmula del coliving y las viviendas que ya se encuentren habitadas, de ahí que se pretenda poner a disposición de estos propietarios importantes líneas de ayuda para la rehabilitación de sus hogares.

Uno de los escollos que se busca salvar con la creación de una aldea modelo y la implicación de varias administraciones es agilizar los trámites que sería preciso resolver para gestionar la adquisición y mejora de inmuebles cuyos propietarios se desconocen o que se incluyen en herencias sin resolver o con numerosas comunidades de herederos.

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El alcalde de A Estrada, José López, reconoció ya el pasado mes de noviembre a FARO que el Concello se reservaba la propuesta de iniciar, de manera más o menos inmediata, la experiencia de la vivienda colaborativa. Reconoció entonces que se trata de una puerta que puede abrirse con la colaboración de esfuerzo público y privado para generar un parque de vivienda pública en el ámbito rural. El proyecto desvelado ayer encaja como un guante con esta filosofía, sumando a ello el potencial que tiene el sector de la sidra para favorecer la creación de un polo de atracción turística o aprovechar las ayudas El concepto coliving emana de una extensión del coworking al ámbito de la vivienda. Se trataría de ofrecer viviendas particulares con zonas comunes para compartir cuestiones como un salón de actos, espacio deportivo o servicios como el de lavandería. Galicia aprobó en octubre la primera normativa gallega de las también llamadas viviendas colaborativas. Este modelo de convivencia denominado cohousing tiene ya soporte en unas directrices autonómicas que regulan y definen las condiciones materiales, arquitectónicas y de personal de un recurso que permitiría a un grupo de personas mayores vivir en un mismo lugar de manera autónoma, pero compartiendo servicios.

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En A Estrada existen varias aldeas que podrían ajustarse a las condiciones exigidas por la Xunta para apostar por la propuesta estradense para la creación de una nueva aldea singular. El alcalde aseguró ayer que la decisión todavía no está tomada y que no se está trabajando ya con una aldea en mente, si bien no dejó de reconocer que la elección de la misma tiene gran importancia, en la medida en que ha de combinar la obligatoriedad de ser próxima al casco urbano – para favorecer la proximidad de los servicios que este oferta– con el hecho de que se busque que no más allá del 30% de los inmuebles existentes estén ocupados.

Los últimos datos estadísticos revelan que a las aldeas de A Estrada en riesgo de despoblamiento, por no llegar a la decena de residentes, se incorporaron en el último año A Devesa (Codeseda), A Silva (Nigoi), Vilademeus (Parada), Albeiriñas y Bargo (Somoza) y Piñoi (Tabeirós). Se mantienen las mismas diez aldeas abandonadas: O Souto (Agar), O Preguecido (Aguións), A Calzada (Arnois), O Coto (Codeseda), O Ouzamerxe (Guimarei), Xestás (Liripio), O Pinal (Oca), Os Muros (Parada), Vilanova (Remesar) y Cruxeira (Santeles).

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