Amarga despedida de año en O Gatañal

El encuentro entre el Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro y el Rebi Cuenca comenzó con aires festivos y casi cinematográficos, con el pabellón a oscuras y un foco apuntando a los jugadores del Cangas a medida que saltaban a la pista durante su presentación. Una fiesta que luego los cangueses no pudieron trasladar a la cancha, donde perdieron 31-39. Un partido en el que volvieron a hipotecar buena parte de sus opciones en el primer tiempo, que concluyó con un 11-19.

La de ayer era la última cita de la primera vuelta en O Gatañal y comenzó con sendos homenajes. El primero para Dani Fernández, que viajó desde Alemania a Cangas para recoger por segundo año consecutivo su premio como mejor extremo izquierdo de Asobal durante la temporada anterior. El ahora jugador del Stuttgart recibió el reconocimiento de manos del presidente del Cangas, Alberto González, y saltó a la pista con la camiseta de su antiguo club, con el dorsal 44 y el nombre de Santi López. Un homenaje a su excompañero, que se perderá lo que resta de temporada por una rotura de ligamentos. Para el madrileño fue el segundo homenaje, con una cerrada ovación de ánimo por parte de O Gatañal al grito de “¡MVP, MVP!”.

Hasta ahí la fiesta. El Rebi Cuenca llegaba O Gatañal en tercera posición y acumulando cuatro jornadas sin perder. Ayer estiró esa racha a costa del Frigoríficos del Morrazo, que no fue capaz de parar el caudal ofensivo del conjunto entrenado por Lidio Jiménez. El partido arrancó con un gol de Pozzer, un preludio de lo que se le venía encima a los cangueses. Los locales no fueron capaces de frenar el juego con el pivote brasileño, que concluyó el encuentro de ayer con nueve goles, sin ningún fallo en el lanzamiento.

Pasado el primer cuarto de hora el técnico del Cangas, Nacho Moyano, tenía que pedir su primer tiempo muerto. El Cuenca acababa de abrir el primer hueco serio en el marcador (6-10) y el técnico intentaba reordenar a los suyos. No sirvió de mucho porque los conquenses estiraron su parcial hasta un 0-5 para poner un 6-13 en electrónico antes del minuto 20.

El Cangas incurría en numerosos fallos en ataque, en algunos casos con opciones de lanzamiento claras ante Grvabac, y en defensa se veía impotente para frenar a Pozzer o el lanzamiento exterior del portugués Nazaré. Moyano incluso sentó a Javi Díaz y dio entrada a Gerard Forns, que pese a sus buenas paradas no pudo evitar la sangría a la que contribuyeron Moya o Simonet.

Al descanso el electrónico reflejaba un 11-19 que dejaba las cosas francamente muy difíciles para el Frigoríficos en el segundo tiempo. La desventaja llegó hasta los nueve goles (11-20), pero los cangueses intentaron de todas las maneras posibles voltear ese marcador. A veces hace falta que el equipo se vea con el agua al cuello para ofrecer su mejor versión. Eso le ocurrió ayer en el segundo tiempo, con un inmenso Martín Gayo que anotó seis tantos para sumar al que había conseguido en el primer tiempo.

El Frigoríficos apostó por una defensa abierta, en algunos momentos casi con un 3-3, para intentar provocar el error de Cuenca. Poco a poco fue limando diferencias, en medio de protestas a los árbitros por algunas de sus decisiones, y llegó a ponerse a cinco goles a un cuarto de hora para el final después del tercer cañonazo de Juan del Arco (21-26). Pero la remontada, pese a los gritos de “¡Sí se puede!” era poco menos que imposible.

Los de Nacho Moyano fueron capaces de ponerse a cuatro (29-33, min.53) después de que Mario Dorado anotase su noveno gol. El extremo estuvo infalible desde los siete metros, con una inmaculada serie de ocho de ocho. El Rebi Cuenca ahogó cualquier nuevo intento de acercarse en el electrónico con goles de Mach, Nazaré y el propio Pozzer, que redondeó sus estadísticas con los tres últimos tantos de su equipo.

Este resultado deja al Cangas en la decimotercera posición, fuera del descenso y con 9 puntos. El Frigoríficos cerrará la primera vuelta el próximo fin de semana con una visita al Bada Huesca, que ahora mismo solo tiene un punto más que los cangueses. Será la última oportunidad de llegar al ecuador de la competición con al menos diez puntos en su casillero.

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