fútbol sala

Pola vuelve donde todo comenzó

Doce años después de abandonar Galicia para convertirse en una estrella, el vigués ficha por el Noia | Reencontrarse con Tomás de Dios, su entrenador en el Lobelle, gran aliciente

Pola, arriba, segundo por la izquierda, con sus nuevos compañeros. // Noia

Pola, arriba, segundo por la izquierda, con sus nuevos compañeros. // Noia / juan carlos álvarez

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Hace doce años un Pola sin barba pero con una mochila cargada de ambición abandonó Galicia para convertirse en una leyenda del fútbol sala español. En el Autos Lobelle de Santiago, de la mano de Tomás de Dios con quien conquistó el primer título de su prolífica carrera, explotó uno de los grandes talentos jóvenes del país y que de inmediato fue reclutado por el Inter Movistar. En Madrid inició Pola un ciclo de doce años lejos de casa. A los diez años en el conjunto de Torrejón (donde conquistó casi una veintena de títulos y una Eurocopa con la selección española) siguieron las estancias más breves en el Braga, en el Sandro Abate italiano y una segunda etapa, de apenas seis meses, en Inter Movistar.

Pola, segundo por la izquierda de la fila de arriba,con sus nuevos compañeros en el Noia. // Noia

Pola, en una imagen con el Movistar. // Movistar / juan carlos álvarez

El pasado mes de junio, tras despedirse de nuevo del club madrileño, Pola tenía casi decidido ponerle una etiqueta nueva a la maleta y continuar su carrera lejos de España. Nuevos retos y ambiciones renovadas se abrían paso ante él. Pero entonces un viejo amigo vino a verle. Sonó su teléfono. Era Tomás de Dios que acababa de hacerse cargo del banquillo del Noia, el representante gallego en la Liga Nacional de Fútbol Sala. El salmantino, decidido a darle una vuelta al proyecto, buscaba subir un punto la intensidad en el juego y pensó de inmediato en Pola. Para el jugador vigués la llamada le obligó a replantearse casi todos sus planes. Se mezclaban de golpe muchas cosas: volver a casa, reencontrarse con su primera gran entrenador y también jugar al lado de gente como David Palmas y David Pazos que estuvieron al lado de Pola en el Lobelle de Santiago: “Se hizo todo un poco raro. Unos meses antes tenía tomada la decisión de marcharme fuera pero la llegada de Tomás a Noia lo cambió todo. Un día hablamos y surgió la oportunidad de volver a estar jutnos. Hablamos durante un par de semanas y no era sencillo porque el Noia tenía la plantilla casi cerrada, pero al final encontramos la fórmula. Fue muy importante su insistencia en todo el proceso y al final la verdad es que me di cuenta de que quería estar con Tomás de nuevo y competir para él”. Una vez solucionada la parte sentimental, llegó la contractual y hace un par de días el Noia Portus Apostoli anunció el fichaje de Pola. Una noticia que, ahora vista parece completamente lógica, pero en el primer momento generó una importante sorpresa y no poca conmoción.

Pola admite que a sus 35 años le hace una enorme ilusión volver a jugar en Galicia para un equipo de su tierra: “El reto es bonito, importante, y estoy encantado de jugar de nuevo en casa donde hacía tantos años que no lo hacía”.

El vigués cuenta con quitarse pronto el sabor algo amargo que le dejó su segunda etapa en Madrid en el Inter Movistar donde no tuvo el papel que imaginaba cuando le llamaron precipitadamente para cubrir la urgencia que le habían dejado un par de lesiones: “No me arrepiento de haber ido porque mi idea era cerrar de la mejor manera un ciclo que no se había cerrado bien en la anterior salida. Pero me encontré un equipo diferente y no tuve el rol que me esperaba. Fueron meses difíciles y ahí sí que tenía claro que no podía seguir sin ser feliz en la que consideraba mi casa. La mejor decisión era marcharme de allí”.

En Noia se va a encontrar una situación diferente. El equipo gallego subió hace dos temporadas y en su primera experiencia en la máxima categoría consiguió salvarse con solvencia y clasificarse para los play-off: “Es un proyecto ambicioso y estoy ilusionado. Con Tomás va a ser un equipo aún más intenso de lo que ya lo era. Va a pelear con cualquiera y al nivel de cualquiera. Estoy seguro de que podemos vivir una temporada muy bonita”. Pola está cerca de cerrar su primera semana de trabajo con el Noia. Su misión, que el equipo tenga su sello inconfundible, el que hizo que Tomás de Dios marcase su número de teléfono.