¿Qué necesita el Estradense para salvarse?

El Estradense salvó el pasado sábado un inesperado match ball. Los rojillos recibían en el Municipal de A Estrada al Rápido de Bouzas, un rival directo en la lucha por la permanencia. Había mucho en juego, pero más viendo los resultados de todos los rivales directos. Las victorias de Betanzos, Paiosaco y Barbadás hacían que el perdedor de ese partido tuviese su sitio reservado en descenso directo. Finalmente fue el equipo vigués el que se metió en la boca del lobo, mientras que el Estradense se mantiene en la duodécima posición gracias al tanto de Juanín cuando solo quedan tres partidos por jugarse. Llegados a este punto surge la duda, ¿qué necesita el equipo rojillo para asegurar la categorías en este final de liga?

Es evidente que las victorias de los equipos de abajo en las últimas jornadas han aumentado la exigencia de la permanencia. Los 39 puntos que tienen los de David Páez perecían a comienzo de temporada un objetivo suficiente para lograrlo pero a estas alturas todo ha cambiado. “Creo que todavía nos van a hacer falta tres o cuatro puntos más. Para estar seguro tendremos que llegar a los 42 o 43”, manifestó ayer el técnico sarriano, quien apuesta por ir partido a partido sin echar cuentas a largo plazo. El primer rival al que deben enfrentarse es el Gran Peña, al que visitan mañana. El domingo recibirán al Arzúa, equipo ya descendido, en una oportunidad inmejorable para sumar una victoria. Para terminar visitarán al Barbadás, un rival directo en un cara a cara al que los rojillos esperan llegar con los deberes hechos.

Estas cuentas de Páez podrían irse modificando partido a partido. Están hechas pensando en el peor escenario posible, con victorias encadenadas de todos sus rivales. Es un escenario complicado al que se suman también los enfrentamientos entre rivales directos. En definitiva, la victoria ante el Rápido de Bouzas ha dejado a los estradenses en una posición de ventaja, dependiendo de sí mismo y con tres partidos para asegurar la permanencia con una victoria. Los rojillos llegan, además, a este tramo decisivo de la temporada con la moral alta tras un partido de nervios en el que terminaron llevándose una trabajada y merecida victoria.

David Páez alabó el papel realizado por sus hombres en el encuentro y también agradeció el apoyo de la afición hasta el pitido final. “Creo que los jugadores se dejaron todo en el campo y tuvimos una afición comprometida para ayudarnos. El domingo volveremos a jugar en casa y tendremos que estar todos enchufados de nuevo”, afirmó el técnico.