Panxón, lo que el turismo se llevó

Un grupo de vecinos reivindica en Facebook la localidad que se perdió

Un grupo en la red social Facebook reivindica, fundamentalmente a través de la publicación de fotos antiguas, lo que era antes de los años setenta del siglo pasado Panxón, una parroquia del término municipal de Nigrán que vivió uno de los primeros procesos de gentrificación actuales del área de Vigo.

La RAE define el termino gentrificación como un proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo, y es lo que pasó en Panxón. Lo sabe muy bien Avelino Costas, nacido de esta parroquia, que decidió crear este grupo para poder reunir a todos los nativos de allí “que se han desperdigado por otros lugares del municipio e incluso fuera de la localidad” para, así, mantener de alguna forma viva o resucitar, aunque sea virtualmente, la esencia de Panxón.

Panxón, lo que el turismo se llevó

Cuatro vecinas en Panxón en 1950. / ARCHIVO AUDIVISUAL DE NIGRÁN / GABINO PORTO

El grupo, 'Nativos de Panxón', es como el último reducto del alma de aquella localidad con carácter y nombre propio “que el turismo se llevó” para poner en su lugar un espacio para vivir física y socialmente diferente. Ahora con varios centenares de agregados “evidentemente hay personas que no conocieron el Panxón que se perdió”.

El puerto de Panxón en 1960 (imágen de Pando Barreno).  // ARCHIVO AUDIVISUAL DE NIGRÁN

El puerto de Panxón en 1960 (imágen de Pando Barreno). / ARCHIVO AUDIVISUAL DE NIGRÁN / EURORREXION

De la desaparición de aquel Panxón, apunta Costas, es un elemento singular la lonja “que ya no existe”. “Aún a pesar de la crisis de la bajura sigue habiendo marineros de aquí, pero también fueron desplazados y ahora la lonja está en Baiona”, afirma.

“Yo hice ese grupo porque soy de Panxón y ahora muy poca gente nativa vive aquí”, dice. La culpa, según Costas, fue de la explosión inmobiliaria de la villa. “Todo el que tenía un terreno susceptible de ser urbanizable se lo pasaba a una promotora a cambio de un piso, la consecuencia final ha sido que nuestros hijos y muchos de nosotros se vieron obligados a irse a otras parroquias del Ayuntamiento e incluso otros limítrofes”.

"Todo el que tenía un terreno susceptible de ser urbanizable se lo pasaba a una promotora a cambio de un piso"

“Crear el grupo fue una forma de unirnos y interactuar las personas que durante tantos años vivíamos aquí y que, ahora, estamos desperdigados por el Val Miñor y otras zonas”, añade.

El grupo ya supera las ochocientas personas “aunque ahora ya no todas las personas son nativas”. En el grupo la mayoría de las personas participantes interactúan con fotografías antiguas propias o de personas conocidas “que teníamos en casa” .

El proyecto se inició hace varios años “y la gente natural lo aceptó bastante bien”.

Con 63 años, Avelino asegura que de su edad quedan poca vecindad propia. Por ejemplo en el barrio de Gaifar, donde está el pabellón de deportes, existirían cinco casas con vecinos propios “creo que donde más vecinos naturales viven es en Patos y Quinteiro, que son de Panxón”.

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Uno de los problemas de Panxón, según Avelino Costas, es que tampoco hay demasiados vecinos nuevos “porque la mayoría de los pisos son de alquiler turístico”. Dice, sin embargo, que el turismo siempre fue un recurso “ya que antiguamente nuestros abuelos alquilaban habitaciones y además había bares que daban comidas”, pero todo en convivencia con la vecindad. A partir de los ochenta los apartamentos y pisos para el turismo desplazaron al vecindario natural. “La gente que vivía en zonas con terrenos más pobres pero cercanos al mar fue la afectada, mi padre no vendió pero la mayoría lo hizo, se construyó, algunos se quedaron su piso pero la mayoría, finalmente, fue desplazada a otras zonas”.

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